Se trata de "Autorretrato", ópera prima de su director.
Dicen que la distancia es el olvido, pero yo no concibo esa razón. Lo que es el olvido es el tiempo, eso sí.
Viendo "Autorretrato" nunca estuvo mejor aplicada la frase anterior.
Pareciera que, aparte de ser la primera película de su realizador, éste pensara que iba también a ser la última.
Sí. Pareciera como si éste pensara: "No creo que vuelva a rodar otra, así que voy a tirarme el piguy en ésta".
La película está llena de panos onanistas, de planos "miraqueguaysoy" y "miraqueplanossemeocurren", sin importarle a su director que dichos planos vayan o no acorde con la narrativa.
¿A qué viene esos tipos caminado en cámara lenta por el pasillo? ¿Qué aportan a la historia?
¿a santo santo de qué se abusa del fundido encadenado entre los cuadros y la realidad hasta la saciedad, perdiendo así a la tercera toda la fuerza inicial que ese recurso trasmitía?
Oh oh, el pintor pinta de negro la pantalla en un plano imposible / subjetivo con respecto al espectador... oh, que bueno eres, que cosas se te ocurren...
¿Por qué ese montaje apresurado, ese "quitarse de encima la secuencia"?
Unos actores que hacen lo que mejor pueden con unos diálogos falsos y forzados, más teatrales que cinematográficos, de los cuáles sobran más de la mitad.
Unos movimientos de cámara efectistas que parecieran que sólo están ahí para que su director pueda presumir después de que ha rodado con traveling, grua y steady...
Y es una lástima, porque la historia tiene potencial, y desde el punto de vista técnico nada se le puede reprochar. Buenos actores, excelente fotografía, buen sonido...
Si hoy pudiera encontrarme de frente, cara a cara, con aquel director de 29 años le diría: "aprende a dirigir, payaso"
Pinchen y juzguen:
Autorretrato- (Daniel León Lacave-2002) Primera Parte
Segunda Parte