miércoles, 25 de septiembre de 2013

Que no llegamos...

  

¿Saben esa sensación cuando estás en la calle, lejos de tu casa, y de repente sientes la llamada de la naturaleza, la necesidad imperiosa de hacerte de tripas corazón?
   Piensas rápido: ¿dónde, dónde? Buscas un bar, o te acercas al Corte Inglés, o a algún centro comercial...
   Pero ¿a que siempre te parece que no vas a llegar y al final sí que llegas? Nos ha pasado a todos ¿A que sí?
(Bueno, yo una vez no llegué... pero esa es otra historia...)

Pues hacer cine por en Canarias es mas o menos lo mismo, corre corre, rueda rápido que nos echan de la localización, date prisa que el actor se tiene que ir a las cuatro que entra a currar a Mercadona, edita rápido para tener la peli ya que la quiero incluir en mi videobook--- deprisa deprisa, que no llegamos, que no da tiempo... y al final: un truño.
Igualito.

Seguimos rodando...

domingo, 22 de septiembre de 2013

Me has jodido el día, amigo

   
Estoy tan tranquilo en mi casa, a mi rollo, viendo "El Adversario" (2002) de Nicole García, y con un ojo puesto en el reloj para que no se me pase el partido de Las Palmas que dan en la TV.

   Vamos, mas feliz que una lombriz.

   Acaba la peli, dejándome esa sensación que siempre me persigue de incomprensión por el ser humano, la misma que me queda después de ver cualquier obra de Kubrick.
   Aún no ha empezado el partido, así que aprovecho para revisar el facebook y el correo, y me encuentro con un email de un amigo, contándome su experiencia como miembro de un comité de selección de un festival de cortos.

   Con lo feliz que estaba yo, con la cabeza ya en otra cosa, esperando a mañana lunes para rodar una última secuencia de mi película como colofón final a esta "carrera cinematográfica" y pasar a otra vida, a otra cosa.

   Lo que me cuenta me revuelve las tripas.

Claro, me indigno, porque uno es así...
A mi, que ni siquiera me presenté a ese festival por el hecho de que un amigo mío estaba en el comité de selección , y a mi que, como a Eliott Ness, nadie me va a toser jamás...

Pienso rápidamente en sacar el blog a pasear, debatiéndome entre decir las cosas que me han sido confiadas privadamente o no...
   En eso empieza el partido de Las Palmas.
El fútbol es el opio del pueblo...

Que flojita es "El Adversario", no llega a transmitir lo que la novela de Emanuelle Carrere transmite del hecho real.

Nos vemos.

domingo, 15 de septiembre de 2013

Una noche en La Escuela Encantada

   
No conocía La Palma. No había tenido oportunidad de visitarla hasta ahora.
  Por eso cuando la realizadora Mercedes Afonso me propuso, durante uno de esas conversaciones en el Festival de Las Palmas, acudir a un encuentro / taller de cine canario que iba a organizar en su isla, pues le dije que sí enseguidita. Una por eso, por ver una isla que no había visto amén de quedarme en El Paso, pueblo natal de mi abuela; dos porque la cosa iba de cine; y tres, por supuesto, por lo rematadamente bien que me ha caído siempre Mercedes, desde que nos conocimos allá por el 2009, cuando se "infiltró" en una jornada de localización que hacíamos el equipo de "Los pechos de Paula".

   ¿Qué decir?
Pues que me ha encantado la experiencia. Todo. La isla, la gente, el encuentro, el taller, las campanas de la iglesia.

   Para ser sincero, no sabía exactamente a lo que iba. Sí, un taller, alumnos, tráete tus cortos y los proyectamos, pero vamos, que no sabía realmente en que consistía el tema.
   Me llevaron a La Escuela Encantada, una vieja casona reconvertida en ecuela de cine y asociación cultural. Allí compartí la experiencia con otros también nombres del audiovisual canario como el amigo director productor distribuidor Ángel Valiente, el colega realizador Iván López y el compañero de sonido Manolo Tricás.

   Merchi daba el curso a un interesante grupito de alumnos de varias edades, metiéndoles el gusanillo por el cine en el cuerpo, y nosotros le echábamos una manita. Prácticas, edición etc etc...

  Las noches en la escuela, compartiendo techo y manta con mis compis, aderezadas de algunas que otras gotas de Arehucas Blanco no podía dar como resultado mas que la idea de rodar un corto el último día del curso con los alumnos.
   No estaba previsto, pero el entusiasmo de los alumnos y la euforia intensa nos obligó a rompernos los sesos para escribir un guión que pudiéramos rodar.

   Las noche son largas y el ron abunda, con lo que en apenas en dos noches de ésas de acostarte a las 5 de la mañana, parimos entre los cuatro (con ayudas fortuítas, frases épicas y brainstormings involuntarios) un guión sin título tan paranoíco que respetaba el espíritu (según me contaron) de años anteriores.

   Me tocó dirigirlo a mi, pero vamos, que aunque me hubiera tocado llevar los cafés no me hubiera perdido ese rodaje por nada del mundo.
   Lo disfruté como un enano. e hicimos algunos descubrimientos entre los alumnos de esos de diamantes en bruto que hacen que mantengas la esperanza en el futuro audiovisual de nuestras islas.

   Mis compañeros, que ya habían asistido otros años a los talleres, no paraban de decirme que era una pena que yo no hubiera conocido la Escuela Encantada en su época gloriosa, cuando los talleres eran mas extensos, mas intensos, mas de todo.
   Yo no puedo compararlo claro, porque no estaba, pero que me lo pasé pipa me lo pasé pipa.

   Y ya está. Después de ésta, la Ecuela Encantada cierra sus puertas y Mercedes emprende otros caminos. 
Así que solo puedo agradecerle que contara conmigo para esta edición final de su sueño, y de que, aunque otros años se rodaran seis y siete cortos durante los talleres, me tocara a mi dirigir el último de ellos, cerrando, como dijeron mis amigos, un ciclo.

   Gracias a todos, compañeros y alumnos. Ha sido un placer trabajar con ustedes. Ha valido la pena.