lunes, 23 de mayo de 2011

"Rota", La crónica de un rodaje

                                Lamberto Guerra y Paula Garodri en "Rota"

LA SENSACIÓN QUE QUEDA TRAS UN RODAJE ES... INEXPLICABLE 


   No sabría decir en que momento arrancó el proyecto. Fijar una fecha de inicio siempre es difícil.
   Con la escritura del guión, pensarán algunos... pero no. Tantos guiones que hemos escrito, y que se han quedado durmiendo para siempre en los cajones virtuales de nuestros ordenadores.


   ¿Por qué este guión y no otro? Quién sabe... la necesidad de narrar una historia concreta nace de algún oscuro y recóndito lugar en nuestro interior, lugares a los que casi siempre preferimos no asomarnos.


   "Haz una comedia" me dijeron. Ya está bien de cortarse las venas cada vez que proyectas una de tus deprimentes películas. Y me lo planteé, pero...


   Pérdida, ausencia, amor necesitado, cementerio...


   A la búsqueda de un actor protagonista, me encontré en una de esas animadas tertulias sobre cine que se plantean a la salida del Foro Canario del Festival de Las Palmas, aderezadas casi siempre por un cubata en la terraza del Monopol, con Lamberto Guerra, a quién ese mismo día había tenido la oportunidad de ver en la excelente "Mientras anochece" de Iván López.
   Al segundo cubata ya le había propuesto el papel. Le envié el guión al cabo de un par de días, y las propuestas que Lamberto aportó, tanto en el guión como después en el rodaje, incluyendo el mismísimo título ("Rota"), llenaron de matices enriquecedores nuestra humilde película.


   La actriz costó un poco más. El papel de la Madre era para Marga Arnau, con quién ya había tenido yo la oportunidad de trabajar en "Basado en alguna historia real" de Borja Texeira. 
   Así pues, pensé en su sobrina Selenia Arnau para el papel de la adolescente problemática, protagonista femenino de mi historia.
   Selenia aceptó encantada, pero por motivos ajenos a su voluntad, imponderables, a menos de 24 horas de tirar el primer plano, tuvo que salirse de la producción.


   Yo dudé entre cortarme las venas con una cuchara, o lanzar un S.O.S. desesperado en ese medio surrealista de comunicación que es el Facebook.
   Y así encontramos a Paula Garodri, un diamante en bruto, una joya a pulir, a la que, con esfuerzo, cabeza, trabajo y empeño, le auguro un gran futuro en el mundo de la interpretación.


   Algunos dirán, después de ver el corto, que quizás ella podría haber estado mejor. Lo cierto es que todos podríamos haber estado mejor, pero búscame una actriz de 16 años, que nunca haya hecho cine, a la que le envíes el guión menos de 12 horas antes de empezar a rodar, y que lo haga mejor que Paula...


Cuando uno afronta estas cosas, de esta manera, lo mejor es rodearse de entusiastas que amen lo que hacemos. Penélope Acín, actriz con la que había ya trabajado en dos cortos, me hizo estupendamente de ayudante de dirección. David Curtelin, actor y gran amigo con el que ya he hecho muchas películas, buscó un hueco en su apretada agenda y aceptó hacer un pequeño papel. Fue bonito reencontrarme con él en la pantalla. Juan Peña, a quien no conocía, se prestó para hacer otro pequeño papel, que bordó maravillosamente. 


   Así fue. Escoltado por mis habituales compañeros de fatigas, David Delgado con su cámara y su ojo mágico, mi hermano Sergio León con su nikon, Pedro García, ayudante de lujo, la entusiasta Any Rodríguez Liria en el maquillaje, el incombustible eléctrico de Sonovisión Paco Perdomo (que se enfada conmigo si no le llamo cuando rodamos) y el inestimable trabajo de sonido de Dani Mendoza y Héctor Martín, nos lanzamos a la piscina a ver si había agua.


¿Había agua? Ya lo juzgarán ustedes...

jueves, 19 de mayo de 2011

Una noche en el Guiniguada

(A)PAGA Y VÁMONOS...
   Ayer miércoles se presentaba en el viejo / nuevo Teatro Guiniguada la tanda de cortos canarios formada por los cuatro trabajos subvencionados desde el CCER, que, a pesar del apoyo económico institucional, no lograron pasar la criba necesaria para formar parte del catálogo oficial de Canarias en Corto.

Un tertuliano de El Escobillón, ese interesantísimo blog, en el  post dedicado a estos cortos, en un comentario al respecto de la proyección lanza una reflexión interesante. Dice “los miembros de la comisión, si se leyeron los guiones…”.

“Eso” de anoche pasó una selección de una comisión para acceder al dinero público. Esto es lo importante.
Si un independiente hace un corto, es él y su guión y sus dos cojones para invertir. Pero cuando lo hace con dinero público, se supone que una comisión observó “algo” (?) en esos guiones… ¿o no? ¿o el dinero no se otorga siguiendo un criterio artístico en el guión? ¿o se da a productoras y nombres, en vez de a guiones y proyectos?

En “Entre fogones” no estoy de acuerdo con la críticas vertidas hacia su director. La culpa de esa debacle no es de Patrick Bencomo, el cuál hace lo que puede, coloca la cámara de forma acertada, y la mueve razonablemente bien. La culpa es de un guión que no va a ningún sitio (o a un sitio en el que ya hemos estado demasiado). 
Un repetición de clichés que estamos ya cansados de ver en comedias románticas, y me viene a la memoria “Bon apettit”.
Y encima, el formato corto obliga a que dichos clichés aburridos se condensen en tan poco tiempo, logrando lo que a mi juicio, era un trailer demasiado largo de algo que ya hemos visto. El peor guión que he visto en mucho tiempo… ¿se lo leyeron los de la comisión? ¿o daba igual?

La mejor de todas fue sin duda “Ridícula” de Domingo J. González, aunque tampoco era pa tirar cohetes. El estilo Suwa funciona mejor en corto que en largo, y eso ayuda a esta producción, que no sé cuánto habrá costado, pero que cualquiera hubiera podido rodar con apenas 4.000 euros. Claro que había que traer a actrices de fuera, las de aquí no sirven, y eso cuesta dinero. La fotografía lechosa no ayudaba demasiado, pero así todo, su intención narrativa supera con creces a las otras tres.

"La Criada" es un trabajo impecable técnicamente, pero el guión se pierde a la mitad. Bien dirigida por Caldas, mal escrita por su guionista.

Y "Libi2" pues ¿que quieres que te diga? Demasiado pan para tan poco bocadillo. Una idea interesante, pero demasiado larga para llegar a lo que nos quería contar.

En resumen, he encontrado miradas mas interesantes en cortos hechos con 200 euros. Y no sólo yo. Una amiga aprovechó en un momento entre corto y corto para huir, dedicándome estas palabras: "me piro ahora, porque esto no hay quién lo soporte".
Quizás haya que empezar a leerse los guiones, señores de la comisión, antes de otorgar dinero a productoras por el mero hecho de pertenecer al club.

domingo, 8 de mayo de 2011

El museo de paredes de cartón

UNA DE LAS MAYORES COLECCIONES DE FOTOS SOBRE CINE DEL MUNDO ESTÁ AQUÍ, EN LAS PALMAS DE GRAN CANARIA... REPOSANDO EN UNAS CAJAS DE CARTÓN



Hace hoy ya veinte años, mis hormonas adolescentes y mi afición al cine dieron como resultado un extraño amor de juventud. Mientras todos mis compañeros hablaban de lo buena que estaba Kim Bassinger o Sharon Stone, yo vivía enamorado de Sylvia Sidney. ¿de quién? Pues sí, de una actriz de los años 30 y 40, de la que quedé prendado en esa maravillosa película que fue y es Calle sin Salida de William Wyler.

Un buen día, por aquella época, aparecieron por mi casa unos amigos y conocidos de mis padres, todos grandes amantes del cine, y al salir el tema de Sylvia Sidney, uno de ellos, un tal Andrés Padrón me comentó que, si yo quería, me regalaría unas fotos que él tenía de la mencionada actriz.

Un par de días después, fui a su casa, dónde Andrés me enseño parte de su colección de fotos sobre cine. Las tenía en cajas de cartón, en archivadores, debajo de la cama, encima de los armarios, por toda la casa, vamos.

Me regaló tres fotos de Sylvia Sidney, y pude ver también cosas muy curiosas. Fotos caseras de Ana Magnani , no pertenecientes a ningún rodaje, sino a su vida cotidiana y personal, que , según me contó Andrés, le había solicitado al hijo de la señora Magnani, y éste había tenido a bien enviárselas.

   El tiempo pasó. No supe más del Señor Andrés. Sylvia Sidney rodó Mars Attack con Tim Burton... en fin... la vida siguió...

   No hace mucho, me encontré con este artículo de León Barreto en el diario La Provincia.
   El artículo en cuestión hacía referencia a la que está considerada la segunda mayor colección de fotos sobre cine de Europa, y que pertenece a Andrés Padrón, señor que por suerte o por desgracia, resulta que reside en esta ciudad de indigentes culturales que es la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria.


   La impresionante colección contiene auténticas joyas en fotos, carteles cinematográficos, diapositivas, autógrafos de estrellas y un largo etcétera de materiales relacionados con el séptimo arte.


   Andrés Padrón empezó la que ha sido la obra monumental de su vida allá por los años cincuenta, cuando el bueno de John Houston rodaba su Moby Dick en la Playa de las Alcaravaneras, y a día de hoy, con setenta años, no piensa parar.


   ¿Y dónde podemos ver esa maravillosa colección? ¿En algún museo? ¿no? ¿Algún edificio cedido por nuestro ayuntamiento, ese mismo ayuntamiento que pretende que Las Palmas sea la Capital Cultural en el 2016? ¿ese mismo consistorio que indudablemente habrá visto, no ya una responsabilidad civil y cultural en todo esto, sino también la oportunidad turística de ofertar a nuestros visitantes la posibilidad de contemplar tan maravillosa colección?


Pues una mierda, señores, una mierda.


   La colección del Señor Padrón sigue allí, en su pequeño piso de 80 metros cuadrados, en las mismas cajas de cartón en las que rebuscó hasta hallar las fotografías de Sylvia Sidney hace veinte años, y que yo aún guardo celoso en mis archivos.


   Padrón ha intentado ceder su colección, gratuitamente, a la ciudad, a cambio de unas condiciones de conservación y exhibición dignas.


   La respuesta ha sido el desinterés, la desidia, el silencio...

Sí, Sylvia, yo estoy tan asombrado como tú... (por cierto, te quiero Sylvia)


Quizás alguna otra ciudad se muestre finalmente interesada... Málaga, Venecia, Cannes... ¿quién sabe?


¡Viva Las Palmas, Capital Cultural en 2016...!

sábado, 7 de mayo de 2011

El Proceso Creativo. De la Euforia Artística a la Ruina Existencial

RODAR POR RODAR, UNA ENFERMEDAD QUE DEBIERA SER TRATADA... COMO OTRA CUALQUIERA.

   Estoy en mi casa, básicamente "tocándome los huevos" ante el televisor. No presto demasiada atención a lo que veo. 
Vacío.


   Mi cabeza vaga: dudas, miedos, preocupaciones... y de pronto, una idea. 
   Ni eso, una semilla, una sombra... ya no hago caso a la tele. Mi mente se centra en esa propuesta que mis inquietudes me ofrecen.
   Pronto las ideas se solapan, van más rápidas de lo que yo puedo seguirlas. Céntrate, céntrate.


  Ya la tengo. Corro al ordenador, abro el Word... entonces me asusto. La página blanca virtual, con esos bordecitos azules de la barra esa para subir y bajar... acojona.


   ¿que hago? ¿Escribo un título?
No, paso. A ver... Secuencia 1... Interior, día...


   Al cabo de un par de horas ya tengo una primera versión. Es cierto que, por el camino, he parado para ver Los Simpsons, y también dejé el ordenador en stand by mientras ponían ese capítulo de Como conocí a vuestra madre, pero bueno, al final tienes algo... bueno o malo... pero es algo.


   Guardar. Me siento otra vez a ver la tele, pero el zapping frenético de mi mando a distancia no supera al de mi cabeza. Esa secuencia, ese diálogo... es mejorable.


   Me levanto, busco el archivo, retoco. Y ya está. Realmente, creo que es cojonudo lo que tengo. Un buen guión, una buena historia. Joder... joder... tengo que rodarla...


   Me entusiasmo. Aquella actriz que vi en un corto el año pasado, aquella casa que sería perfecta para rodar. ¡Cojonudo! ¡Euforia, pletórico! ¡Vamos a hacer un piniculón que se caga la perra!


   Espera... espera un momento. Cierro el archivo de Word y abro internet. Miro la página de mi cuenta en el banco. A ver... puf ¿sólo me queda eso?... Mira... con eso no tengo ni para pipas... bueno, igual sí, podría cambiar aquella secuencia, y renunciar a determinadas cosas... y entonces si que me llegaría la pasta, pero ¿vale la pena gastarme lo poco que tengo?


Pepito Grillo te susurra al oído: Con eso te vas al sur una semana con tu hijo, o lo llevas de viaje, o te compras lo que te salga de las pelotas... 
Otro pepito más realista te grita: Pero tío, que necesitas esa pasta para vivir, VIVIR joder... ya sabes , comer, pagar a Endesa...


   A la mierda. Me voy a ver la tele otra vez. A ver que ponen... nada. Bueno, a ver mis dvds, algo de Kubric estaría bien. La naranja mecánica.
   Joder, que cabrón el Kubric, eso era dirigir, lo demás es tontería...


   El archivo de Word aún está en el escritorio, palpitando... Malcolm Mc Dowell tararea Singing in the rain... joder... joder...


   A tomar por culo, la vida son cuatro días, hay que hacer lo que uno quiera... y un montón de frases mas de puro autoengaño. 


   Los próximos días lo pasaré tratando de poner en pié un gigante de barro. La actriz no puede tal día, la localización sólo me la prestan en fin de semana. Cruce de e-mails, llamadas, acoso y derribo al Facebook... ¿alguien sabe dónde se puede rodar tal cosa?
bla bla bla...


   Sé, aunque no me lo reconozco a mi mismo, que terminaré gastándome más de lo que tenía pensado, sé que seguramente terminaré endeudado un par de meses (o un par de años), sé que la película final jamás será tan buena como la que yo pensé en un principio, sé que no entrará en muchos festivales, que no gozará del apoyo de ninguna institución, que los aspirantes a críticos me la destrozarán desde su anonimato virtual...
   Sé, en definitiva, que no vale la pena, pero...

martes, 3 de mayo de 2011

Txiki Txiki Bar Bar

UNA LONA BLANCA EN LA PARED ES LA PANTALLA, UNAS SILLAS DE BAR SON LAS BUTACAS, LAS ROSCAS Y LA COCA COLA SE SUSTITUYEN POR UNAS BIRRAS ¿QUÉ MAS NECESITA LA CULTURA?
   Desde hace unos meses, el Bar Txiki de la capital grancanaria viene ofreciendo los lunes unas interesantes veladas de cortos canarios.
   En un pequeño espacio destinado a la ocasión, han habilitado una pantalla y un proyector, delante de unas mesas donde cada semana se reúnen espectadores cada vez mas fieles, se vienen proyectando dos cortometrajes canarios, normalmente de carácter independiente.


   Lo mejor de todo es que, gracias a ese espacio reducido, la proximidad entre el realizador que presenta su trabajo, y el público asistente se manifiesta en estrecha conexión. Se producen pues interesantes debates, al viejo estilo del cine-forum, entre el director y un público que se muestra muy interesado por lo que se hace y se deja de hacer en la geografía de nuestras islas.


   Tal y como ayer mismo dijo en su presentación el responsable de este tinglado, estas propuestas vienen a apoyar a la cultura canaria de una forma totalmente al margen de las instituciones.


   Es cierto que esto lo hemos visto ya muchas veces. Propuestas culturales independientes que nacen y mueren ante nuestros ojos con idéntica rapidez. Bueno... quizás esta vez sea diferente...


Así que todo aquel que esté interesado en proyectar su trabajo dentro de esta iniciativa, puede ponerse en contacto con el Bar Txiki, en la calle Diderot 15, o buscarlo en Facebook... o buscarse la vida, qué se yo...


   Desde aquí, les deseo que les vaya los suficientemente bien como para que, en el futuro, lleguen a convertirse en un referente de la cultura canaria, un paso más indispensable del recorrido natural de los trabajos independientes canarios...


... pero... también espero que no les vaya excesivamente bien, que no se conviertan en una boca del lobo canario, que no se prostituyan con ninguna institución, para que este bello espíritu independiente y cultural no se evapore en esa nube tóxica del politiquismo y el pasteleo.


   El tiempo lo dirá...