RODAR POR RODAR, UNA ENFERMEDAD QUE DEBIERA SER TRATADA... COMO OTRA CUALQUIERA.
Estoy en mi casa, básicamente "tocándome los huevos" ante el televisor. No presto demasiada atención a lo que veo.
Vacío.
Mi cabeza vaga: dudas, miedos, preocupaciones... y de pronto, una idea.
Ni eso, una semilla, una sombra... ya no hago caso a la tele. Mi mente se centra en esa propuesta que mis inquietudes me ofrecen.
Pronto las ideas se solapan, van más rápidas de lo que yo puedo seguirlas. Céntrate, céntrate.
Ya la tengo. Corro al ordenador, abro el Word... entonces me asusto. La página blanca virtual, con esos bordecitos azules de la barra esa para subir y bajar... acojona.
¿que hago? ¿Escribo un título?
No, paso. A ver... Secuencia 1... Interior, día...
Al cabo de un par de horas ya tengo una primera versión. Es cierto que, por el camino, he parado para ver Los Simpsons, y también dejé el ordenador en stand by mientras ponían ese capítulo de Como conocí a vuestra madre, pero bueno, al final tienes algo... bueno o malo... pero es algo.
Guardar. Me siento otra vez a ver la tele, pero el zapping frenético de mi mando a distancia no supera al de mi cabeza. Esa secuencia, ese diálogo... es mejorable.
Me levanto, busco el archivo, retoco. Y ya está. Realmente, creo que es cojonudo lo que tengo. Un buen guión, una buena historia. Joder... joder... tengo que rodarla...
Me entusiasmo. Aquella actriz que vi en un corto el año pasado, aquella casa que sería perfecta para rodar. ¡Cojonudo! ¡Euforia, pletórico! ¡Vamos a hacer un piniculón que se caga la perra!
Espera... espera un momento. Cierro el archivo de Word y abro internet. Miro la página de mi cuenta en el banco. A ver... puf ¿sólo me queda eso?... Mira... con eso no tengo ni para pipas... bueno, igual sí, podría cambiar aquella secuencia, y renunciar a determinadas cosas... y entonces si que me llegaría la pasta, pero ¿vale la pena gastarme lo poco que tengo?
Pepito Grillo te susurra al oído: Con eso te vas al sur una semana con tu hijo, o lo llevas de viaje, o te compras lo que te salga de las pelotas...
Otro pepito más realista te grita: Pero tío, que necesitas esa pasta para vivir, VIVIR joder... ya sabes , comer, pagar a Endesa...
A la mierda. Me voy a ver la tele otra vez. A ver que ponen... nada. Bueno, a ver mis dvds, algo de Kubric estaría bien. La naranja mecánica.
Joder, que cabrón el Kubric, eso era dirigir, lo demás es tontería...
El archivo de Word aún está en el escritorio, palpitando... Malcolm Mc Dowell tararea Singing in the rain... joder... joder...
A tomar por culo, la vida son cuatro días, hay que hacer lo que uno quiera... y un montón de frases mas de puro autoengaño.
Los próximos días lo pasaré tratando de poner en pié un gigante de barro. La actriz no puede tal día, la localización sólo me la prestan en fin de semana. Cruce de e-mails, llamadas, acoso y derribo al Facebook... ¿alguien sabe dónde se puede rodar tal cosa?
bla bla bla...
Sé, aunque no me lo reconozco a mi mismo, que terminaré gastándome más de lo que tenía pensado, sé que seguramente terminaré endeudado un par de meses (o un par de años), sé que la película final jamás será tan buena como la que yo pensé en un principio, sé que no entrará en muchos festivales, que no gozará del apoyo de ninguna institución, que los aspirantes a críticos me la destrozarán desde su anonimato virtual...
Sé, en definitiva, que no vale la pena, pero...