martes, 31 de julio de 2012

Érase una vez... un daiquiri


   Hace mucho tiempo, en una galaxia muy lejana, vivían cuatro amigos a los que les gustaba mucho el cine.
   Entonces decidieron que querían rodar sus propias películas. Por aquel entonces, no existía el video digital, todo se rodaba en 35mm o en 16mm, y los más pobres se conformaban con el Super8.


   Bueno. 
   -Rodar es caro ¿cómo lo haremos?- dijo uno de ellos.
   -Yo conozco al primo del cuñado del hermano del antiguo compañero de cuarto del concejal de cultura- dijo otro de ellos...


   Y rodaron dos o tres cositas cada uno. Como nadie mas conocía al primo del cuñado del hermano del antiguo compañero del concejal, pues nadie más podía rodar en 35 o en 16mm.


   Entonces esos cuatro amigos decidieron fundar un festival de cine...


   -¿Cómo lo llamaremos?- pregunto uno de ellos.
   -¿Que tal "festival de cine de Nosotros Cuatro?- dijo otro- como sólo hacemos películas nosotros, nos presentaremos nosotros y nosotros ganaremos los premios. Un año yo hago de jurado, tú de comité organizador, y los otros dos presentan sus pelis, y al año siguiente, rotamos.-


   Y dicho y hecho. El hermano del concejal de no sé qué les montó el festival y en las galas siempre había canapés y daiquiris.
   -mmm- esto es con dinero público, no podremos impedir que se presente más gente aparte de nosotros-
   -Bah, dejaremos que entre alguno nuevo de vez en cuando, le invitamos a un daiquiri, y así cumplimos...-


   En cierta ocasión se presentó un chaval joven con su corto en Super8 bajo el brazo.
   -¿Puedo participar?-
   .-Claro hombre. no tienes posibilidades, no puedes competir con tu Super8 hecho con tus medios con nuestros 35 y 16mm pagados por el hermano del concejal... pero pasa, pasa, si eso te hace feliz... ¿Quieres un daiquiri?-


   El tiempo pasó.
   Los cuatro amigos, gracias a sus "méritos cinematográficos" fueron poco a poco colocándose en puestos remunerados de las administraciones públicas...


   Pero un día, de pronto, mientras el barman agitaba la coctelera, un joven entró en las sala repentinamente. Llevaba una bandera roja donde ponía "Video Digital". La soltó para poder disponer de ambos brazos y empezó a hacer cortes de manga a diestro y siniestro.
   Se parecía mucho al joven aquel que años atrás había tocado a la puerta con una bobina de Super8 bajo el brazo. Quizás fuera el mismo... ¿no había envejecido nada en tantos años?


   Empezó a cantar canciones subversivas, y a decir que ahora con el digital todo el mundo podría rodar, y que se había acabado el pasteleo...


   Uno de los cuatro amigos se le acercó despacito, le pasó el brazo por encima, y suavemente mientras se lo llevaba hacia la barra, de forma casi inaudible le dijo:


-¿Quieres un daiquiri?-







miércoles, 25 de julio de 2012

Puñeteramente colonizados

   Yo sé que los americanos tuvieron una Guerra Civil o Guerra de Secesión que duró desde 1861 a 1865.
   ¿Qué cómo lo sé? Porque lo vi en "Lo que el viento se llevó".
   Sé que lucharon los estados del Sur contra los del Norte. 
Me tragué enterita la serie "Norte y Sur".
   La primera escaramuza fue en el Fuerte Sumter.
   Sé también que el General Robert E. Lee comandaba a las fuerzas sureñas.
   
   Sé que hubieron batallas en Bull Run y en Gettysburg. Cómo para no saberlo.


   Creo que en España tuvimos una guerra de Sucesión, pero no sé en que año. Ni siquiera sé en que siglo. No sé quienes pelearon contra quien, ni quien capitaneaba cada bando, ni me sé el nombre de ninguna batalla.
   Sí. Podría meterme en Google, poner "Guerra de Sucesión Española" y tirarme el piguy en plan fantasma con datos y fechas, pero lo cierto es que no tengo ni pajolera idea de nada que tenga que ver con esa guerra.


   Por otro lado, sé que en Nueva York, en frente del Central Park, se alza el edificio Dakota. Lo vi en "La semilla del Diablo" de Polanski.
   Sé que en ese edificio asesinaron a John Lennon en 1980. El asesino fue Mark David Chapman. Lo vi en "Chapter 27", la peli de Jared Leto.
   Se llamó edificio Dakota porque estaba a tomar por culo de la ciudad cuando se construyó en el siglo XIX, y los neoyorquinos bromeaban con que vivir allí era como vivir en Dakota. 
   Eso también lo sé por la misma peli.
   
   Pero ahora mismo, no me sé la historia de ningún edificio emblemático de Madrid, o Barcelona...


¿Grandes bandidos de la historia? Billy el Niño, Jesse james...
¿Alguien se sabe el nombre de algún bandolero español famoso, sin ser Curro Jiménez? 


   Los americanos, además, tienen esa increíble capacidad de convertir en Historia Épica lo que no lo es.
   El duelo de O.K. Corral, inmortalizado en pelis como "Pasión de los fuertes" de John Ford, o "Duelo de Titanes" de Sturges, o en unas versiones mas modernas, como "Tombstone" con Val Kilmer.
   Todo épico, gritan " ¡¡¡Dile que volcaré el infierno sobre ellos!!! "...
   El duelo de O.K. Corral debió ser una pelea de poligoneros paletos que no debió de durar más de cinco minutos en un establo de mierda. Nada del otro mundo pero... "¡¡¡Volcaré el infierno sobre ellos!!!"... ya te digo...


   Y como esas muchas.


   Y me da una rabia de mi mismo que ni te cuento, saber tantas cosas sobre la puñetera cultura americana. Que si la campana de la Libertad de Filadelfia, que si el puente George Washington en Manhattan... ¿Por qué coño tengo yo que saber todo eso, y no saberme el nombre de ningún puñetero puente de España?


   Algunas veces me consuelo pensando que "saber cosas" nunca está de más, que mientras más cosas sepa uno, pues mejor, sean de lo que sean... pero otras veces sé que la colonización cultural americana a través del cine y la televisión es total, y triste, muy triste.


   Tener la cabeza llena de datos absurdos, como saberse de memoria diálogos enteros de películas americanas, es tener el disco duro lleno de información inútil, que sólo me serviría para ir a "Saber y Ganar". Claro que como me pregunten por Canadá la habremos jodido, porque no me sé ni la capital...


   Siempre podré acogerme a la quinta enmienda, como hacemos en España...



miércoles, 18 de julio de 2012

Educando miradas

"Vosotros sois alumnos de imagen, sois el futuro del cine español, ¡salvadlo! Ahí fuera está la industria norteamericana dispuesta a pisotearos y sólo hay un modo para competir con ellos: Dar al público lo que quiere ver."- (Tesis- A. Amenábar- 1995)


 
Corría el año del señor (¿de qué señor?) de 1989 (¿o era el 90?).
   En el instituto, en clase de ética, nos llevaron a la "sala de audiovisuales", y nos pusieron en VHS "Senderos de Gloria" , la de Kubric.
   Apenas el profe salió por la puerta con la excusa de "ir a no sé qué", los alumnos quitaron esa "cutre peli viejuna en blanco y negro", y la sustituyeron por "Pesadilla en Elm Street 4". Mucho mejor , dónde va a parar...
   Anécdota ilustrativa y totalmente verídica.


   Años después, cuando a Telecinco le entró una extraña fiebre de emitir pelis antiguas en blanco y negro a las 11 de la mañana, (no me pregunten por qué), me entusiasmé al ver que pasaban "Sin Remisión" de John Cromwell, drama de cárcel de mujeres, interpretado por Eleanor Parker que yo había visto años atrás en un ciclo de cine negro en la TVE.


   Mi entusiasmo fue tal, que avisé a mi hermana pequeña, que debía de tener unos 12 o 13 años en aquel entonces para que la viera. 
   Ella no mostró interés, pero yo no iba a rendirme tan fácilmente, así que la "trinqué", y literalmente, la secuestré. agarrándola e inmovilizándola entre mis brazos y la puse ante el televisor. 
   Ella protestó, claro, e intentó zafarse de mi abrazo del oso, pero yo fui inflexible y no la solté. Estuvimos así media película, hasta que, de pronto, y sin aviso, la solté... y curiosamente, mi hermana ya no quiso escaparse. 
Quería ver cómo acababa aquello... ¿se libraría la pobre Mary Allen de la tiranía de la Harper? ¿La Benton conseguiría mejorar las condiciones de vida de las reclusas?
   Tendrás que verla para saberlo.




   Hace poquito, mi hijo de seis años me preguntó que qué era una elipsis. Seguramente me habría escuchado a mi esa expresión, siempre con las orejas puestas el jodío chiquillo.


   Para explicárselo, le puse la escena del "Frankenstein" de Whale de 1931, en la que el monstruo y la niña tiran flores al lago. 
   Se acaban las flores y Karloff se abalanza hacia la niña... y la escena se corta pasando a otra secuencia. Luego sabemos que la niña fue arrojada al lago. 
   Una elipsis en toda regla.
   Entonces, mi hijo me dijo que quería ver la peli entera, y que quería ver todas las "primeras versiones" de Drácula, Frankenstein y todos los monstruos clásicos.


   ¿Dar al público lo que quiere ver?
¿O el público quiere ver lo que le das?


   En los 90, la TVE programó un magnífico ciclo de Fritz Lang en horario de Prime Time, con sus mejores películas en blanco y negro. 
   Allí descubrí "Los Sobornados" en donde me enamoré profundamente de Gloria Grahame y de sus pendientes tipo argollas poligoneras...


   ¿Se imaginan hoy en día "Los Sobornados" en cualquier televisión a las 9 de la noche? ¿no? 
   Pues en los 80 y 90 triunfaban como la Coca Cola estas pelis en la tele, como "la Mosca" la versión antigua, o "El Increíble hombre menguante" en Mis Terrores Favoritos...


...darle al público lo que quiere ver... 


   Y me callo ya, no sin antes dedicarle este post al director de "Pesadilla en Elm Street 4"... quien quiera que sea...







martes, 17 de julio de 2012

Cuanto daño hizo la Bruja de Blair


   
 Ya saben de que va.
   Algunos lo llaman "meta-cine", otros lo llaman P.O.V. (Point of view), o found footage, otros, como yo, lo llamamos "esas pelis con cámara subjetiva en las que la cámara pertenece a la diégesis de la historia".

   La industria nos ha dado recientemente algunas producciones rodadas bajo esta tendencia, generalmente (aunque no siempre) ligada al género de terror o fantástico, quizás debido a que su título inagural fue aquella cosa llamada "El proyecto de la bruja de Blair". Títulos como "Rec", "Monstruoso", "Paranormal Activity" son claros referentes de este tipo de cine.

   La cámara está ahí, presente en la narrativa, portada por uno de los personajes, o "sutilmente" depositada en algún sitio para que grabe ella solita. El realizador casi siempre nos muestra un plano en el que la cámara pasa delante de un espejo y "se ve"...
 El lenguaje así, tiende a una narrativa basada en la ficción documentalista, sin llegar a ser un falso documental (eso que está tan de moda ahora).

   Lo malo es que no siempre está justificada esa videocámara en el relato.
   "Rec" es una de las pocas en la que sí encontramos lógica en esa "grabación" de los hechos por parte de uno de los personajes. Ya saben...-"grábalo todo, por tu puta madre"-.
   Pero es que hay otras en las que la presencia de esa cámara, el hecho de que el personaje siga grabando, y sobre todo, los planos que nos muestra ese "personaje-realizador" está pilladita por los pelos.
   En "Monstruoso", por ejemplo, los tipos huyen de los bichos por un túnel y el "cámara" camina hacia atrás en su "deseperada huída", para poder grabar bien la escena.

                                       "Monstruoso" - (2008- Matt Reeves)

   A mi, personalmente, me cuesta mucho que me guste alguna película perteneciente a esta filosofía. Salvando algunas pocas, casi todas me parecen una plastada de cagarse. Además, si las veo en la pantalla grande de un cine, tiendo a marearme con tanta cámara en mano ezquizoíde, con tanto "zoom" setentero disfrazado de moderno, y con tanta falsa realidad.

   Mirando a casa, me resulta curioso que nuestros realizadores canarios no hayan explotado este sistema a la hora de rodar cortometrajes, teniendo en cuenta que es una forma relativamente barata de hacer cine, ya que el "realismo documental" (?) que desprenden estas cintas, justifican narrativamente las carencias técnicas que muchas veces los "críticos" nos echan en cara al ver nuestros trabajos.

   Aunque por otro lado, es reconfortante que, a pesar de lo sencillo que es rodar este tipo de cine, nuestros realizadores no se hayan ido masivamente a rodar estas pelis. Aún hay interés por el traveling, aunque sea un cutraveling hecho con tubos de pvc.

   Buscando alguno en nuestro panorama isleño, he encontrado este cortometraje dirigido por Aitor Padilla y Eduardo Gorostiza, interpretado por Winslow Iwaki y Pilar Mayo.
   Va de zombis, y de "diario de los muertos" a lo Romero, pero grabado con un teléfono móvil.

Pinchen en el enlace y podrán verlo.

                      "21 - Z" de Aitor Padilla y Eduardo Gorostiza

   En este corto, está justificado el uso del "meta-cine", "p.o.v." o como quiera que se llame. De hecho, es casi la base del corto. lo cuál es un acierto.  
Seguramente habrá otros cortos canarios de esta tendencia. Que me perdonen sus realizadores por omitirles, y por mi desconocimiento.

   Pues eso. 
   






domingo, 15 de julio de 2012

De 8 al 21 con dos cojones


   Hace unos meses, un par de amigos y yo llevamos nuestros cortometrajes a la Escuela de Actores de Canarias.
   La idea era proyectárselos a los alumnos para que vieran un poco de que iba el tema este de los cortos canarios, del cine canario, sea esto lo que sea.
   Además, los tres cortos que les pusimos iban sobre cine. "Cuando el cine habla de cine" y bla bla bla...


   Recuerdo que surgió en el debate posterior el ya clásico tema de cobrar por hacer cine canario, de cobrar por ver cine canario, etc etc.


   Recuerdo preguntarle a los actores si ellos hubieran pagado por ver la sesión de cortos que acababan de ver. 
   No somos capaces de pagar para ver "Ira de Titanes" ni la última de Woody Allen, sino que esperamos pacientemente a que alguien la cuelgue en la red para bajárnosla y verla en nuestro ordenador, ¿vamos a pagar tres euros por ver unos cortos canarios?


   Ya, ya, que el público potencial de "Ira de Titanes" no es el mismo que el de los cortos canarios, pero... hablamos de costumbres adquiridas.


   No sé. La puñetera ley Sinde, tan denostada por todos...
-"Si la entrada de cine fuera más barata, yo no me bajaría las pelis"-
¿Seguro?
   Permíteme que lo dude.
   Hablando con compañeros de trabajo que me dicen: "Anoche me vi tal peli, esa que todavía está en el cine"- ¿Pero cómo puedes ver eso en screener, que está grabado desde una butaca, que se ve gente levantándose en mitad de la peli, que se oyen las risas del público cómo en Friends?-
   -¿Y a mí qué? Así la veo gratis-


   El problema es que a pesar de la ley Sinde, y aunque nadie pudiera bajarse nada de internet, el precio de la entrada no iba a bajar, el precio de las roscas no iba a bajar, el precio de las pastillas de goma no iba a bajar, porque... bueno, ya saben porqué.


   La Gran Vía se peta de personas pagando 30 euros o más para ver un musical, y se paga, porque si no, no se puede ver el espectáculo, ya que no se puede "piratear" el teatro. Pero las salas de cine están vacías porque pagar 7 euros por una peli "es un robo"...


   Y es así. Es la realidad. Los argumentos a favor de las descargas ilegales no acaban de convencerme, pero estoy abierto a escucharlas. 
Convénzanme plis...


   Y ante este panorama... ¡el IVA de espectáculos sube del 8 al 21! así, con dos cojones.
   Supongo que nuestro "gobierno" considera la cultura un lujo, y que el que lo quiera que se lo pague, y los demás... "que se jodan"...
   Yo ya no me acuerdo de lo que votó el PP cuando el Psoe propuso la Ley Sinde... supongo que da igual.
   Lo cierto es que esta subida es la puntilla al cine, y el argumento perfecto para todos los que (nos) descarga(mos) pelis del torrent.
¿Cómo vamos a gastarnos 30 eurazos en ir al cine? Y si encima es en esa cosa estafa que llaman 3D, entonces ya cágate y méate.


  La foto de la cabecera... ya saben...


   Y al final, quien "se jode" realmente es el (ex)trabajador que vendía roscas, el que vendía las entradas... lo de siempre vamos. 
Nada nuevo bajo el sol.



lunes, 9 de julio de 2012

Días de truño


   Alfred Hitchcock, el gordo genial, cuenta en su filmografía con una importante cantidad de truñacos de impresión.
   Y no me refiero sólo a su primera etapa (o etapa inglesa, como la llaman los historiadores de cine), sino también a sus trabajos perpetrados al otro lado del Atlántico.
   Así, a bote pronto, me vienen a la memoria "Marnie la ladrona", "Atormentada", "Topaz", "Atrapa a un ladrón" y un par de ellas más.


Curiosamente, tiene títulos menores, como "El proceso Paradine" que me resultan bastante más interesantes que las anteriormente citadas.   
   Además, el tipo se dedicó a rodar la misma peli una y otra vez. Y es que si las analizamos bien, "Inocencia y Juventud", "Los 39 escalones", "Sabotaje" (la americana), y "Con la muerte en los talones" son la misma película re-visitada una y otra vez.


   Y que vaya por delante que me parece uno de los mejores directores de la historia del cine.


   Yo, que he rodado un buen número de truñazos en mi vida, reivindico una frase que mi hermano Sergio me dijo una vez: "En realidad, las malas son las buenas".


   Quiero decir que, las pelis consideradas buenas, no han de serlo necesariamente porque la mayoría lo piense así.
   Yo que sé. A mi "Shame" esa me pareció un truño que se caga la perra, pero está todo Dios pa rriba y pa bajo con la puñetera "Shame". 


   Así que, a la hora de elegir nuestro siguiente proyecto para rodar, invito a que cada uno ruede lo que le salga de dentro, sin "estrategias de mercado". Suena ridículo esto en el marco incomparable de nuestras siete cagaditas de mosca. pero es cierto que algunos de nuestros realizadores canarios siguen cierta estrategia para que su cortometraje tenga más salida y mayor aceptación en festivales. Ya hemos visto que estrategia no es sinónimo de talento, ni garantía de nada, pero...
Que les aproveche y por el culo lo echen.


   Yo desde esta página, rompo una lanza en favor de los truños, sin actores conocidos, con poco presupuesto, con menos futuro que Espinete en Telecinco, proyectos "titanics" condenados a hundirse, pero que enriquecen el panorama cinematográfico de nuestras islas, ofreciendo otras miradas, otras visiones, personales o no, malas o buenas, pero siempre verdaderas y sinceras.


   Quizás detrás de ellos haya un Hitchcock escondido, y, además, el cine es subjetivo, gracias a Dios.













jueves, 5 de julio de 2012

"Meterse en la mierda"

EL SUEÑO DE LA ANSIEDAD
                       Comic "Crónicas del Desencanto"- (Dibujos y Guión:Daniel León Lacave)

   Esto que ven en el dibujo de arriba es lo que los camareros llamamos "estar metido en la mierda". Jerga de hostelería, ya saben... "prepáralo todo bien, que si no, nos vamos a meter en la M...". Siempre me gustó lo de "la M", una forma de decir "mierda" sin decirlo.


   "Meterse en la mierda" es eso, que se te acabe el hielo, que la cocina no te pase los platos, que te falten cucharillas, que la cafetera no funcione, y todo justo en ese momento en que todos los clientes se ponen de acuerdo para levantar la mano todos al mismo tiempo.
Y me ha pasado, créanme, un "puñao" de veces.


   Yo, que he recorrido el (no tan largo) camino que va desde ser un marxista convencido hasta ser un anarquista visceral, y que lo único que aprendí en el cuartel es a reforzar (más aún) mi total desprecio por cualquier cosa que huela a autoridad, ya no tengo estómago para aguantar a jefes y clientes.
   He llegado a quitarme el mandil y dárselo al cliente de turno, diciéndole: "Tenga, de la vuelta a la barra y hágalo usted, porque desde ese lado parece más fácil".


   Y así todo, tras veinte años en la profesión, aún sigo teniendo a veces esos sueños de ansiedad en los que estoy tras la barra y nunca llegas a terminar de hacer lo que tienes que hacer.
   Te piden un descafeinado y no encuentras el sobrecito, luego no encuentras el azúcar. Entonces haces el descafeinado de máquina, pero no encajas bien el brazo y todo se derrama. La serpentina no echa vapor y no puedes calentar la leche... y entonces te despiertas.


   Es curioso, pero en los años que llevo rodando películas, jamás he tenido un sueño de ansiedad con respecto a un rodaje. (A este respecto recomiendo "Vivir Rodando" de Tom Dicillo, en el que Buscemi sueña que no consigue rodar un puñetero plano.)
   Yo, en cambio, no. Nunca.
   Y no es porque no me ponga nervioso en los rodajes (al menos en los que me toca dirigir a mí). De hecho, tengo una imagen de mi mismo dándole furiosas patadas a un rollo de servilletas de papel que, anacrónicamente, se coló en un plano ambientado en el siglo XIX.


  Incluso las noches antes de comenzar los rodajes me cuesta muchísimo dormir (mis ex pueden corroborarlo). Mi mente va a mil por hora, tratando de retener todos los detalles, que no se me olvide ningún matiz, ningún elemento para el día siguiente.


   Y sí, también te puedes "meter en la mierda" en un rodaje. De hecho, pasa a menudo.
   Eliges una localización cojonuda, que vas a verla varios días antes, y cuando llega el día del rodaje, hay una ruidosa obra con taladros en la casa de al lado que te impide tomar sonido directo. 
   Y como ésta, hay muchas.


   Sin embargo, no siento ansiedad.
Supongo que algún psicólogo podría explicarlo.
Yo, desde luego, no.











miércoles, 4 de julio de 2012

De Guernica hasta Amenábar


      En Abril de 1937, el soldado de intendencia Pascual Lacave entró en el pueblo de Guernica tras el bombardeo de éste por parte de la Legión Cóndor de la aviación alemana.
   Mi abuelo apenas contaba con 23 años, y no sé lo que vio allí, ya que jamás nos lo contó a sus nietos, pero desde ese día, su pelo se volvió de color blanco y así se quedó hasta el final de su vida.
   Sólo sé que, 44 años después, el día de su muerte, en la cama del hospital, mi abuelo rechazó la visita del cura para recibir los últimos sacramentos. Es probable que se dejara a Dios allí, entre los escombros.


   Siempre me he preguntado si aquellas imágenes que convirtieron en canas su joven cabello le seguían acompañando en ese instante. Quizás no. Quizás la presencia de mi abuela cogiéndole la mano le hizo olvidar todo aquello. Él la miraba como si ella fuera la cosa mas hermosa del mundo.


   Sin duda algo ha cambiado. ¿Se imaginan a un joven de 23 años de la generación de hoy, de la hornada de la playstation y el facebook, entrando en un Guernica cubierto por cabezas reventadas y miembros mutilados?
   Yo tampoco.


   Y creo que esto ilustra en cierta forma la evolución de nuestro cine patrio, y entronca aunque de lejos con lo de las vivencias e inquietudes personales de los creadores de que hablaba en mi entrada anterior.


   Cuando cae la dictadura, en los años 70, lo primero que ataca a los cineastas es la sensación del fin de una censura que asoló nuestro cine durante casi cuarenta años, y se lanzan a ofrecer al público algo que nunca habían visto: tetas.
   Es la época del Destape, de las películas eróticas fabricadas en serie de las cuáles no creo que se salve ninguna.


   Después, a finales de los 70 y durante los 80, empiezan a contarnos las historias que no se podían contar durante el Régimen.
   Es la etapa del cine político y social. Es "siete días de Enero", es "El crimen de Cuenca", y es también el retrato de la España negra de "La Colmena"o "Los Santos Inocentes", o esa obra de arte que fue y es "Tiempo de Silencio" de Vicente Aranda.


   Pero entonces llegan los años 90, y hay toda una generación de cineastas a los que ya no les interesa ni el Guernica de mi abuelo, y mucho menos las tetorras, ya que aprendieron a masturbarse con la otra mano en el mando a distancia.


   Es una generación invadida culturalmente sin remisión por la cultura americana a través de la televisión y sus tres ¡nuevas! cadenas privadas.
   Son los Amenábar que ya no quieren oír hablar de la Guerra Civil, y tratan de contarnos otras cosas- "Figueroa murió mientras veía una película"- "española, seguro"- sentencia Fele Martínez en "Tesis", y todos nos reímos en la sala oscura del multicines, con la retina del subconsciente puesta en "Volver a empezar".


   ¿Y que nos depara el futuro?
   No hace mucho leí un comentario acerca de que los jóvenes cineastas (canarios) andan más preocupados por sus devaneos y controversias sentimentales y amorosas, que por retratar la sociedad que nos rodea.
   No sé. Quizás hasta ahora, la sociedad esa que nos rodea no nos haya ofrecido mayor problema que ese, que las decepciones y catástrofes emocionales...


   Pero si echamos un vistazo ahora mismo a cualquier periódico o telediario, empezaremos a sospechar que todo eso va a cambiar.
   Quizás seamos nosotros una generación perdida, una generación (Dios no lo quiera) de "entre guerras", y sea la siguiente remesa de cineastas la que haga historia.
   
   Los mejores poemas nacen del sufrimiento.



martes, 3 de julio de 2012

A través del espejo

LOS DIRECTORES TAMBIÉN TIENEN SU MÉTODO STANISLAWSKY

                                       
   
   Hace un par de días, en el Facebook, el escritor y director de cine Nicolás Melini lanzaba una interesante reflexión.
   Preguntaba,  o más bien planteaba, el porqué los directores de cortometrajes suelen rodar historias de las que ellos mismos son los guionistas.


   Melini mantenía que este hecho desprendía cierto olor a egolatría por la cuál los realizadores no quieren que se pueda pensar que quien tiene talento es el guionista y no ellos, y eso les llevaría a no rodearse de guionistas talentosos que mejorarían visiblemente el producto final.


Interesante.
   Supongo que no le falta algo de razón a Melini, aunque algunos otros directores entraron en el hilo facebookiano y dejaron sus opiniones y explicaciones.
   Josep Vilageliu, por ejemplo, comentó que él suele improvisar bastante en el set de rodaje, cambiando aquí, eliminando allá, aprovechando los instantes que el cine "leve" te brinda, y que por esa razón no se sentiría cómodo alterando el trabajo de otros.


   Yo, la verdad, nunca he rodado nada que no haya escrito yo mismo, aunque en cierta ocasión estuve a puntito de hacerlo.
   No sé.


   El mérito de la autoría de una obra cinematográfica...


   El cine no se hace en solitario. El dire de foto tiene mucho que decir en el resultado final. Los planos del director en relación al guión escrito. Algunas veces hay que cambiar el guión porque tienes en mente un plano cojonudo, y otras veces es al revés. Te surge una situación cojonuda y tienes que adaptar los planos a ella.


    Sin embargo, hay otra perspectiva en todo esto.
   A veces, como realizador no tienes nada que contar, hasta que sucesos personales te empujan a ello. 


    Quizás en un ámbito industrial tenga sentido todo eso , pero los que, como yo, ya sabemos que no va a venir Miramax ni Dreamworks ni Malpaso a ofrecernos dirigir "desafío total 3",  preferimos hablar de nuestras inquietudes, de las cosas que nos preocupan y, casi siempre, de nuestros calvarios personales, desde nuestras vivencias.


                      Yo, haciendo la mili (1992)


                                    Cómic "Verano del 92"- Daniel León Lacave
   
Entonces narras tu película desde las vísceras, desde lo personal e intransferible de tus emociones- ¿cómo darle, entonces, esta historia a un guionista para que te la escriba?


    Si la idea es tuya, la historia es tuya, y se la das a un guionista para que te la estructure, y éste mete en ella elementos personales, podrás rodar ese trabajo desde tu punto de vista pero...


¿Y si es al revés? Si te dan el guión ya hecho, tú puedes limitarte a ejecutar las escenas escritas, o permitirte cambios que acerquen ese relato a tu mundo propio.


   Ahora mismo pienso en la próxima película que tengo previsto rodar. Nace de mis experiencias, desengaños, decepciones, todas ellas de un carácter muy personal. Mi mirada propia a la extraña naturaleza de las personas para las que la hipocresía y falsedad se han convertido en un bote salvavidas. 
   Y de alguna manera, ¿esto entronca también con lo que hablaba Melini?


¿Quién sabe?