UNA DE LAS MAYORES COLECCIONES DE FOTOS SOBRE CINE DEL MUNDO ESTÁ AQUÍ, EN LAS PALMAS DE GRAN CANARIA... REPOSANDO EN UNAS CAJAS DE CARTÓN
Hace hoy ya veinte años, mis hormonas adolescentes y mi afición al cine dieron como resultado un extraño amor de juventud. Mientras todos mis compañeros hablaban de lo buena que estaba Kim Bassinger o Sharon Stone, yo vivía enamorado de Sylvia Sidney. ¿de quién? Pues sí, de una actriz de los años 30 y 40, de la que quedé prendado en esa maravillosa película que fue y es Calle sin Salida de William Wyler.
Un buen día, por aquella época, aparecieron por mi casa unos amigos y conocidos de mis padres, todos grandes amantes del cine, y al salir el tema de Sylvia Sidney, uno de ellos, un tal Andrés Padrón me comentó que, si yo quería, me regalaría unas fotos que él tenía de la mencionada actriz.
Un par de días después, fui a su casa, dónde Andrés me enseño parte de su colección de fotos sobre cine. Las tenía en cajas de cartón, en archivadores, debajo de la cama, encima de los armarios, por toda la casa, vamos.
Me regaló tres fotos de Sylvia Sidney, y pude ver también cosas muy curiosas. Fotos caseras de Ana Magnani , no pertenecientes a ningún rodaje, sino a su vida cotidiana y personal, que , según me contó Andrés, le había solicitado al hijo de la señora Magnani, y éste había tenido a bien enviárselas.
El tiempo pasó. No supe más del Señor Andrés. Sylvia Sidney rodó Mars Attack con Tim Burton... en fin... la vida siguió...
El artículo en cuestión hacía referencia a la que está considerada la segunda mayor colección de fotos sobre cine de Europa, y que pertenece a Andrés Padrón, señor que por suerte o por desgracia, resulta que reside en esta ciudad de indigentes culturales que es la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria.
La impresionante colección contiene auténticas joyas en fotos, carteles cinematográficos, diapositivas, autógrafos de estrellas y un largo etcétera de materiales relacionados con el séptimo arte.
Andrés Padrón empezó la que ha sido la obra monumental de su vida allá por los años cincuenta, cuando el bueno de John Houston rodaba su Moby Dick en la Playa de las Alcaravaneras, y a día de hoy, con setenta años, no piensa parar.
¿Y dónde podemos ver esa maravillosa colección? ¿En algún museo? ¿no? ¿Algún edificio cedido por nuestro ayuntamiento, ese mismo ayuntamiento que pretende que Las Palmas sea la Capital Cultural en el 2016? ¿ese mismo consistorio que indudablemente habrá visto, no ya una responsabilidad civil y cultural en todo esto, sino también la oportunidad turística de ofertar a nuestros visitantes la posibilidad de contemplar tan maravillosa colección?
Pues una mierda, señores, una mierda.
La colección del Señor Padrón sigue allí, en su pequeño piso de 80 metros cuadrados, en las mismas cajas de cartón en las que rebuscó hasta hallar las fotografías de Sylvia Sidney hace veinte años, y que yo aún guardo celoso en mis archivos.
Padrón ha intentado ceder su colección, gratuitamente, a la ciudad, a cambio de unas condiciones de conservación y exhibición dignas.
La respuesta ha sido el desinterés, la desidia, el silencio...
Quizás alguna otra ciudad se muestre finalmente interesada... Málaga, Venecia, Cannes... ¿quién sabe?
¡Viva Las Palmas, Capital Cultural en 2016...!