jueves, 19 de mayo de 2011

Una noche en el Guiniguada

(A)PAGA Y VÁMONOS...
   Ayer miércoles se presentaba en el viejo / nuevo Teatro Guiniguada la tanda de cortos canarios formada por los cuatro trabajos subvencionados desde el CCER, que, a pesar del apoyo económico institucional, no lograron pasar la criba necesaria para formar parte del catálogo oficial de Canarias en Corto.

Un tertuliano de El Escobillón, ese interesantísimo blog, en el  post dedicado a estos cortos, en un comentario al respecto de la proyección lanza una reflexión interesante. Dice “los miembros de la comisión, si se leyeron los guiones…”.

“Eso” de anoche pasó una selección de una comisión para acceder al dinero público. Esto es lo importante.
Si un independiente hace un corto, es él y su guión y sus dos cojones para invertir. Pero cuando lo hace con dinero público, se supone que una comisión observó “algo” (?) en esos guiones… ¿o no? ¿o el dinero no se otorga siguiendo un criterio artístico en el guión? ¿o se da a productoras y nombres, en vez de a guiones y proyectos?

En “Entre fogones” no estoy de acuerdo con la críticas vertidas hacia su director. La culpa de esa debacle no es de Patrick Bencomo, el cuál hace lo que puede, coloca la cámara de forma acertada, y la mueve razonablemente bien. La culpa es de un guión que no va a ningún sitio (o a un sitio en el que ya hemos estado demasiado). 
Un repetición de clichés que estamos ya cansados de ver en comedias románticas, y me viene a la memoria “Bon apettit”.
Y encima, el formato corto obliga a que dichos clichés aburridos se condensen en tan poco tiempo, logrando lo que a mi juicio, era un trailer demasiado largo de algo que ya hemos visto. El peor guión que he visto en mucho tiempo… ¿se lo leyeron los de la comisión? ¿o daba igual?

La mejor de todas fue sin duda “Ridícula” de Domingo J. González, aunque tampoco era pa tirar cohetes. El estilo Suwa funciona mejor en corto que en largo, y eso ayuda a esta producción, que no sé cuánto habrá costado, pero que cualquiera hubiera podido rodar con apenas 4.000 euros. Claro que había que traer a actrices de fuera, las de aquí no sirven, y eso cuesta dinero. La fotografía lechosa no ayudaba demasiado, pero así todo, su intención narrativa supera con creces a las otras tres.

"La Criada" es un trabajo impecable técnicamente, pero el guión se pierde a la mitad. Bien dirigida por Caldas, mal escrita por su guionista.

Y "Libi2" pues ¿que quieres que te diga? Demasiado pan para tan poco bocadillo. Una idea interesante, pero demasiado larga para llegar a lo que nos quería contar.

En resumen, he encontrado miradas mas interesantes en cortos hechos con 200 euros. Y no sólo yo. Una amiga aprovechó en un momento entre corto y corto para huir, dedicándome estas palabras: "me piro ahora, porque esto no hay quién lo soporte".
Quizás haya que empezar a leerse los guiones, señores de la comisión, antes de otorgar dinero a productoras por el mero hecho de pertenecer al club.