jueves, 27 de septiembre de 2012

Cine Leve: Perdonen que insista

 
Cathy Pulido y Paula García en "Las ovejas nunca vienen solas" (2012- Daniel León Lacave)

   Antes, yo tenía la absurda idea de que cada trabajo, cada cortometraje tenía que superar al anterior en su nivel de producción. Creía en eso de: ¿Cuál es tu mejor película? La última, por supuesto"

    Eso me llevó a estar casi cinco años sin rodar un corto. Después de "Hanna después del tiempo" (2004) me encontré con un hijo en el mundo y con que lo que antes estaba destinado a luces y cámaras ahora se me iba en pañales y biberones.


   Ciertamente, podría haber rodado cualquier cosita de bajo coste y quitarme el mono, pero no quería bajar el listón con respecto al trabajo anterior. 
   Y así estuve hasta que tuve el suficiente presupuesto para rodar "Los pechos de Paula" (2009).

    Émerita Suárez y Juan Ramón Pérez (Los Pechos de Paula-2009)

   Después de "Paula..." llegó la crisis y los recursos se esfumaron. ¿Cuánto tiempo tendría que esperar esta vez?.
Y no sé que hubiera sido de mi si el realizador Josep Vilageliu y el actor Miguel Ángel Rábade no me hubieran mostrado el camino del Cine Leve.

   Pronto me captaron para su filosofía de rodaje, y vi claro que no hay que superar el cortometraje anterior técnicamente, sino creativamente. A menos, claro, que no ruedes para ti, sino de cara a la galería. 
   Si alguien rueda así, de cara a la galería, le compadezco...

   Entonces en 2010 rodé mi primera incursión consciente en el cine leve, "Cerca del Mar", rodada con los mínimos exigidos en los bellos paisajes de Punta del Hidalgo.

                     Verónica Galán y Borja Texeira (Cerca del Mar-2010)

   Después de su estreno en Las Palmas, alguien se me acercó y me comentó: -"Sí, no está mal, pero es que la otra, la de "Los pechos de Paula"...-

-ya...-

   A fecha de hoy, lo tengo bastante asumido. (Sonrio). 

   Sólo sé que nunca he disfrutado tanto ni me he reído tanto como cuando ruedo bajo las premisas del cine leve. El sufrimiento y la frustración artística desaparecen, brindándote momentos irrepetibles que se quedan grabados en tu biografia.

Y el Lunes pasado tuve, de nuevo, la confirmación de todo esto que digo...
   ¿Cómo una película que iba a llamarse "Tarde de cine" acaba llamándose "Las Ovejas nunca vienen solas"?
   Pues gracias a la libertad creativa de los actores que te regalan perlas preciosas como éstas.
   ¿Cómo a una lluvia que te fastidia el plan de rodar en exteriores acabas dándole las gracias porque sin sus gotas jamás hubieras tenido que verte obligado a cambiar el guión, adaptándolo a un interior, y eso es lo que finalmente enriquece y mejora tu historia?
   ¿Cómo hace que todos tengamos que enfrentarnos a la improvisación, actores inventándose sus frases, realizador adaptando sus planos a las nuevas circunstancias, etc etc, creciendo así todos, aprendiendo todos de todos?

   Vale, de acuerdo. Algunos llamarán a estos cortos "Proyectos fámelicos" o "trabajos indigentes"...


   Puede ser, pero si hubiera seguido por el camino anterior, me hubiera perdido todo esto...

... y eso sí que no.