viernes, 31 de agosto de 2012

o Brooke Shields o Michael Douglas


Es evidente que el Ser Humano ha fracasado.
   No hay más que ver fotos como éstas.

   Y ¿Qué puede hacer uno? ¿Pagar 36 euros al mes a una ONG y borrar la foto de tu cabeza?
   Si, quizás... antes de la crisis lo hacía, ahora ya ni eso.

  Y después podemos continuar con la orgía de croissants al desayuno y "adeeseeles" en los Macs, y quejarnos de los recortes que no nos han permitido irnos a Ibiza este año.

   A mi me dan ganas de echarme a correr y no detenerme hasta que pierda de vista a cualquier ser humano.
   Me atacan dos películas cuando me pasa esto:
O Brooke Shields y su "El Lago Azul", con esas palmeras y esas playas, comiendo cocos y pescando peces con un palo. Y que nunca más se sepa de mí, ni yo saber nunca más nada de nadie. Dejar de existir para este estercolero, esta bola de mierda giratoria que llamamos Planeta Tierra.

O podemos hacer la de Michael Douglas en "Un día de furia".
   ¿quién no sintió simpatía por aquel tío? ¿y quién no ha fantaseado con hacer lo mismo alguna vez? Lástima que los guionistas la cagaran haciendo que al final el tipo estuviera desequilibrado por su traumático divorcio y no poder ver a su hija.
   Eso le restó denuncia social a la cinta. Me hubiera gustado más que el protagonista no tuviera ningún problema personal que "justificara" o más bien "explicara" sus acciones. 
En fin. Era mucho pedir.


   Lo cierto es que no haremos ninguna de las dos. Ya no hay islas desiertas donde naufragar, y tampoco nos vamos a poner a disparar ahí por la calle a las cabinas telefónicas, así que sólo nos queda esperar.

   Y eso es lo que haremos. 
Los que tenemos hijos sabemos que el traer un niño a este mundo de mierda es el acto más egoísta que un ser humano puede llegar a cometer. 
Lo traemos a esta cloaca para que nos haga la vida menos asquerosa, sin pensar en el mundo en el que lo vamos a dejar.

Así que sí, sólo resta esperar. ¿El qué? Ni puta idea, la verdad.

   Espero que algún día la Naturaleza sea sabia de verdad, y le dé una oportunidad a los osos, o a las lombrices, porque el ser humano ha fracasado.