Cuando ya tienes el cerebro derretido y finalmente te queda una sola neurona, esa neurona se denomina "Neurona Tal y Cual".
Ya saben. Esa que en una conversación es la responsable de que sustituyas en tus frases los verbos por "tal" y los sustantivos por "cual".
Ejemplo: "Ayer fui a tal y me encontré con cual, y le dije faaas".
Yo, en mi juventud ingerí bastante alcohol. Eso debió de producir una limpieza étnica de mis neuronas, y tal vez por eso mis cortos son penosos.
Para ilustrarles, aquí les dejo una foto de principios de los noventa en la que aparezco con una importante intoxicación etílica mientras le como la bola a una guiri en Playa del Inglés.
Y digo bien la bola, porque la bola era lo único que le comía yo a las tías en aquella época.
Ahora no ,eh, lectoras asiduas de este blog, que ahora he desarrollado una técnica que...
Bueno, no nos desviemos del tema.
Lo cierto es que ya casi ni bebo alcohol excepto en ocasiones especiales, como por ejemplo cuando llega el Festival de Cine de Las Palmas.
No sé porqué, la verdad. Quizás sea por la euforia de reencontrarte con amigos y compañeros, o quizás porque el festival no hay quien lo aguante sereno.
El tema es que en esas tertulias post-proyecciones festivaleras solemos consumir grandes cantidades de alcohol, y la euforia colectiva nos enrala y nos suelta la lengua.
¿Por qué digo esto?
Pues porque he asistido en más de una ocasión a lo que yo llamo "Rodajes de barra".
Me explico. Nos echamos cubatas y empezamos a flipar con lo que vamos a rodar, contando nuestras ideas y nuestros guiones a todo el que tenga orejas.
Y las barras de los bares son el habitat natural de una especie autóctona llamada "vampiros creativos", que, al estilo de una esponja, absorben las ideas de los demás y por arte de fotosíntesis artísticas, durante esas noches, las convierten en suyas propias, llegando a convencerte meses después, que esa idea siempre fue suya, que fue él el que te la contó a ti y no al revés.
Creo que éste es un tema interesante para escribir una buena historia de vampiros.
Unos vampiros normales, pero que descubren que el talento artístico reside en la sangre, y entonces se dedican a chuparle la sangre a artistas desconocidos, robándoles así el poco talento que puedan tener, para luego venderles esa sangre a los artistas consagrados.
La peli podría empezar con una escena de un director de cine que no consigue rodar una escena, y entonces llama a su "vampiro -camello" para que le venda sangre. Se inyecta esa sangre y luego consigue rodar la escena.
Los vampiros tendrían así dominado el mercado del tráfico de sangre, para venderla a los artistas ricos y famosos. y entonces hay una vampira a la que le encargan chuparle la sangre a un escritor mediocre para quitarle algo de talento, pero ella se enamora de él, y lo que hace es darle de beber su propia sangre para que él se convierta en alguien con talento y triunfe. Incluso podríamos incluir una escena sexual entre la vampira y el escritor, y cuando él le chupa las tetas a ella, de las tetas sale sangre que él bebe y entonces...
Ay, les estoy contando mi idea ¿No me la irán a plagiar y luego decir que siempre fue suya, verdad?
Bah da igual, yo se la plagié a mi hermano...
Ahí va otra foto mía de los noventa.
"Que les den, churri".