SURVIVING PREMIERE
La última vez que estrené un corto casi me muero.
No es una metáfora; casi me muero de verdad, literalmente.
Después de aquella proyección en el TEA, me ingresaron y me vaciaron medio estómago. Y lo curioso es que no fue una mala noche.
Estrené mi corto ante un público interesante, tomamos unas cañas con amigos, e hice el amor con la persona amada.
Cine y amor, dos de mis tres grandes pasiones. ¿Se puede pedir más?
Mas tarde, en la camilla de operaciones, la anestesia te secuestra los sentidos. No sueñas, ni pesadillas ni sueños agradables. Simplemente, "no estás"...
Así que pensé que tampoco era una mala manera de salir por patas de este mundo: Una noche de cine, amor y cañas, y adiós muy buenas.
Además, así quizás pasaría a la historia del cine canario: "joven (?) realizador muere tras estrenar su última película". Hasta mis enemigos dirían aquello de "todo el mundo es bueno... después".
Pero sobreviví a aquel estreno. Y la vida me empujó de nuevo tras la cámara, en busca del plano perdido, del sueño perdido, o no sé bien de el qué perdido...
Y "Después del último plano" bien que podría ser también mi última película ¿quién sabe?
Lo cierto es que no sería tampoco mala forma de terminar con esta absurda actividad terrenal que llamamos "hacer cine".
Despedirme con ésta y entrar a hombros y por la puerta grande en el infierno, que seguro que tiene unas localizaciones cojonudas.
Y es que después de "...el último plano", poco hay ya que añadir. Nada más que declarar. En ésta digo lo que pienso, y lo que siento, y quizás por eso la siento mía, más mía que las otras que he rodado.
Incluso me he permitido en esta ocasión aquel pecado onanista de añadir en los créditos aquello de "Un cortometraje DE Daniel León Lacave"; que me perdonen mis amigos... desde aquí me disculpo anticipadamente por semejante alarde egocéntrico del que siempre he tratado de huir en mis trabajos anteriores.
"Después del último plano" es... bueno, es un post en Facebook, un tweet, una entrada de blog, un comentario en "El Escobillón"...
Así que espero sobrevivir a su estreno, y en la butaca disfrutar de mi comentario sin dar lugar a réplica, al estilo de los tertulianos virtuales que sueltan su retahíla, se quedan a gusto diciendo lo que piensan, y terminan con un "y ya lo dejo, me voy que tengo la leche en el fuego".
Sí, Sé que esta vez no haré el amor con la persona amada tras la proyección, pero... no se puede tener todo.