"Sujeto activo" del panorama cinematográfico canario, Lila O. diversifica su labor entre la realización, la ayudantía de dirección y la operadora de cámara. Títulos como "...y viceversa" (2008), "Estudio en amarillo" (2012), "Si te digo" (2013) forman parte de su filmografía.
Una Película
Hace años decidí que mi película favorita iba a ser Algo en común de Zack Braff. Tengo la
teoría de que escribió el guión para poder besar a Natalie Portman, así que
estoy escribiendo uno para poder besar a Fele Martínez.
También decidí mi canción favorita de Los Beatles, que
aunque no lo preguntes es The night
before.
Un Director
Hay unos cuantos directores que me hacen ir a una sala de
cine.
Si sólo puede ser uno Danny Boyle, que según mi apreciación
se está haciendo una Kubrick. 28 días después
es una obra maestra de zombies, y Sunshine
a mi juicio la mejor de viajes espaciales (supera a 2001 por los malditos 20 minutos de monos).
Si me dejas dos Daniel Sánchez Arévalo, que tiene una
exquisita manera de hacerte reír y llorar al mismo tiempo. Puedo ver su
secuencia del barco pirata una y otra vez.
Ya si hago lo que me da la gana y digo tres Joe Wright, que
tiene su propio género: el epicomántico.
Y por ponernos bobos Katryn Bigelow, que ha conseguido que
vaya a ver pelis de acción en pantalla grande. Baz Luhrmann por, entre otras,
la peli más loca sobre concursos de baile. Jim Henson por expandir mi universo
cuando era niña y Terry Gilliam por lo mismo cuando me hice mayor.
Si me preguntas a quién me quiero parecer, la respuesta es
Jason Reitman.
Un actor
James McAvoy, ese hombre tiene el superpoder de hacerte un
hijo con la mirada, lo juro.
Antonio de la Torre es tan grande que habría que hacerle
estatuas ecuestres.
Una Actriz
Mi cinefagia me obliga a decir que casi todas.
Echo de menos a Silke, adoro a Candela Peña, envidio a Najwa
Nimri, admiro a la denostada Sandra Bullock y a la laureada Charlize Theron. La
lista es infinita.
Un papel que te
hubiera gustado hacer a ti
Jodie Foster en Nell,
la abuela de La Balada del Narayama, soltando
cogotazos a diestro y siniestro, o Jennifer Connelly en Dentro del laberinto. No soy actriz así que ésta es una respuesta
sin criterio maldito.
Tu escena más
difícil
Como directora ninguna, porque disfruto como una niña. Hay
un componente de libertad y juego en rodar sola con los actores, sin equipo
técnico, que convierte el proceso en una experiencia. Algún día creceré y haré
películas de verdad.
Como ayudante de dirección todas, cada película es un puzzle
en la cabeza del director y hay que dividirlo en pedacitos para que el resto
del equipo pueda digerirlo. Si tengo que destacar alguna probablemente el
primer puesto se lo lleve cualquiera de Los
pechos de Paula. Joven e inexperta, muchas veces se me iban las cosas de
las manos. El segundo puesto (pero no por ello menos angustioso) se lo lleva
una secuencia de Ansite: 50 extras
que sólo estaban ese día, el momento más intenso del metraje y el sol corre que
se las pela cielo abajo, ni siquiera sabíamos si iba a aguantar toda la toma.
Creo que se me olvidó respirar. De todas maneras me encanta, me va la marcha.
¿Qué no harías en
una película?
Nada. Literalmente. El mejor piropo que han dedicado a mis
videografías es que son incómodas, no me puedo negar cosas a priori. Igual
termino haciendo porno bizarro.
¿Qué echas de
menos ahora en comparación con tus primeros trabajos?
El vértigo, ese cosquilleo en el estómago muy parecido al
amor que estaba presente todo el rodaje. Ahora está pero es más esquivo y no
dura tanto. Te metes en harina y te concentras en los detalles, aunque sigue
habiendo momentos en los que parece que me va a explotar el corazón.
Versión original
o versión doblada
Como el señor con boina que traduce los títulos al español
tiendo a considerarlas pelis diferentes así que a veces veo las dos. Muchas
veces. Demasiadas.
Ambas versiones tienen su propia dirección de actores,
además, los sonidos del lenguaje son fascinantes. La primera de la que vi las
dos versiones fue La casa de las dagas
voladoras, me impactó tanto la diferencia que decidí convertirlo en
costumbre.
Un Libro
Clara y la
penumbra de Jose Carlos Somoza. Siempre he querido hacer la
adaptación al cine. Como curiosidad escribí al señor Somoza para interesarme
por los derechos y muy amablemente me dijo que ya los tenía una productora. De
eso hace cinco años y sigo esperando que alguien la lleve al cine.
Un plato de
cocina
Mi madre es una gran improvisadora en la cocina. De ella
aprendí que el mejor plato está por llegar.
Un personaje
histórico
Temple Grandin, aunque aún vive y probablemente las que más
la recordarán van a ser las vacas.
¿Qué es lo que
más te gusta de hacer cine?
Que me pagan por algo que haría gratis cada día (que los
productores se salten esta línea, hay que comer).
¿Y lo que menos
te gusta?
Levantarme a las 5 de la mañana. A las 4 o a las 6 no me
molesta, pero a las 5 pienso en que los panaderos lo hacen todos los días y me
da tristeza.
Comenta lo que
quieras a modo de despedida
“El mundo se derrumba y nosotros nos enamoramos”
Hay que enamorarse más, de la vida, del arte, del trabajo,
de las personas. El cinismo nos está asfixiando el amor.
Gracias a Dani por equivocarse pensando que merezco una
entrevista, y perdón por saltarme las limitaciones y contestar un poco lo que
me dio la gana.
¡¡Gracias a ti, Lila, y si algo tiene este blog es que no hay limitaciones, así que doblemente gracias por saltártelas!!