domingo, 16 de abril de 2023

¿el "nuevo cine canario"? ¿otra vez? ¿en serio?

 


   Yo no estaba allí, en esa proyección del festival de Cine de Las Palmas, así que sólo hablo de oídas. 

Y no estaba allí porque no soy muy amigo de sectas tóxicas pseudo culturales. Pero siempre, inevitablemente, quieras o no, pues hay alguien que te acaba contando cosas.

Por lo visto a un pibito joven se le ocurrió poner al final de los créditos de su cortometraje algo así como una denominación de origen: "Nuevo Cine Canario". 

Después, en la rueda de preguntas, alguien de entre el público le preguntó por eso en concreto. "¿Qué es eso del nuevo cine canario?".

El pibe se defendió ahí diciendo que... bueno, pues como que era un "movimiento nuevo", con "nuevas inquietudes" y que querían y creían que se puede y se debe hacer un cine "desde aquí, local y universal", para evitar la "fuga de talentos" y acabar creando una estructura cinematográfica en las islas.

¿Alguien puede estar en desacuerdo con esta premisa?

Yo creo que no. Evitar la fuga de talentos, cine local y universal... estructura cinematográfica en las islas. Todos lo firmaríamos ya, pienso yo.

El problema aquí es, bueno, son, dos.

Primero. Que no es nada nuevo. Generaciones y generaciones de directores y cineastas canarios llevan (llevamos) hablando de eso desde los 70. Yo que empecé a principios de este siglo, hace ya veintitantos años, llevo toda mi vida oyendo el mismo discurso. Es más viejo que cagar sentado.

¿Qué tiene eso de "nuevo cine canario"?

Inquietudes nuevas... que son las mismas que tuvimos nosotros cuando empezamos, sólo que ahora son otros los que empiezan.

Además, esa etiqueta de lo que se ha dado en llamar "nuevo cine canario" la han ido utilizando una y otra vez cada vez que surgía una nueva generación de cineastas. La revolución digital y sus avances han ido marcando etapas, y en cada una de esas etapas, siempre había alguien que los etiquetaba como "nuevo cine canario". Es como en los barrios cuando abren una tienda y la gente la llama "la tienda nueva". Luego pasan los años y abren otra "tienda nueva".

Supongo que todos cuando empezamos nos creímos que habíamos inventado el cine o que éramos la última coca cola del desierto.  Luego la vida te hace ver que no, que esos caminos ya los recorrieron otros antes que tú, con las mismas ilusiones e inquietudes, incluso las mismas palabras.

Es como cuando nosotros hace mas de una década empezamos el movimiento del Cine Leve, cuando realmente películas así se hacían ya desde la época de los hermanos Lumiére.

Y segundo, el problema está en que nosotros, los viejos, no podemos ofendernos con los jóvenes por defender el mismo discurso que nosotros mismos defendíamos, y algunos seguimos defendiendo.

Supongo que llega un momento en que miras atrás y ves que los nuevos están ahí, y te molesta que se autodenominen los "nuevos" porque eso nos hace ver las arrugas en nuestra piel. Y da miedo, y nos rebelamos contra ellos, que son nosotros pero más jóvenes. Absurdo modo de pensar el nuestro a veces.

"Había en mi frente tantos inviernos que también ella tuvo piedad".

Sinceramente, y me la suda lo que me digan, veo unas nuevas generaciones muy preparadas técnicamente, con muchos conocimientos tecnológicos. Suelen ser pibitos jóvenes que han ido a la escuela de cine y salen hablando de números, de los pasos de las  cámaras, que usan un montón de términos en inglés cuando hablan de rodajes o producción.

Yo, como dijo Tarantino, no fui a la escuela de cine... yo fui al cine.

Lo que ellos llaman "scouting" toda la vida fue "Oye , compi, vamos a localizar"...

Y a fin de cuentas es lo mismo. Llámalo como quieras. 

Pero lo que sí me preocupa es que todo ese conocimiento técnico no va aparejado de una destreza narrativa, de un saber contar historias, con el ritmo, con el montaje, con los planos y, sobre todo, con el guion.

No veo una capacidad de ensamblar para crear, para contar. Y tampoco veo una cinefilía en la mochila.

Para hacer cine, hay que ver cine. No hay que ir a las academias. Basta con un viejo reproductor de DVD de los de antes.

Vean a Wilder, a Wyler, a Welles, a Kurosawa, a Strojom, a Eisenstein. Sólo así se aprende a hacer cine.

Quizás es por los tiempos que corren. Nosotros nos educamos viendo el cine de la 2. Viendo a Fritz Lang, a Howard Hawks. Esperando despierto hasta las tantas para ver el Nosferatu de Murnau por la tele.  O ibas a las salas de cine de sala única a ver que ponían, sin tener ni idea de lo que ibas a ver.

Ahora tienes una oferta tan grande, con tantas plataformas, tanta serie y tanto rollo, que ya no tienes porque ver el Rebbeca de Hitchcock. Puedes ver el de Netflix y quitarlo y ponerte otra peli si no te mola esa.

 Nosotros no. Era esa película la que veías, o no veías ninguna, porque en los 80`s era lo que había y punto.

Bueno, les dejo. Me voy a tomar las pastillas de la tensión y a intentar entender porqué me levanto tres veces por las noches para ir a mear.

Vean cine cásico, cabrones...


miércoles, 15 de marzo de 2023

Los Otros...

 

Cine Capitol. Gran Vía de Madrid- 2004

   Vuelvo al blog y, mirando la fecha de la última entrada, me asombro de lo abandonado que lo he tenido durante meses.

Pero bueno. Alguien dijo una vez que si no tienes nada que decir, pues no digas nadas y te callas.

 En mi caso no se puede decir que haya sido este el caso, ya que si que tengo mucho que contar de todos estos meses, aunque quizás no todo sea bueno: Una mala experiencia trabajando en la tele, descubrir (más bien confirmar) que los que uno creía amigos no lo eran tanto, por no decir que no lo eran en absoluto...

En fin.

También hubo cosas buenas: Un viaje al festival de Hendaya con el que nos volvimos con dos premios, un par de selecciones por ahí por el mundo para nuestra "Madre(s)"... 

Pero no era de esto de lo que quería hablar.

Hoy, no me pregunten porqué, mientras sacaba al perro al parque, me estuve haciendo recuento de daños de estas ya tres décadas dedicadas a este absurdo de contar historias con una cámara.

Lo sencillo es repasar tu propia trayectoria, tus aciertos, tus errores, tus fracasos y tus éxitos.

Pero yo me puse a recordar a las personas que se han ido quedando por el camino en estos más de 20 años, y no necesariamente a aquellos con los que trabajé codo con codo, sino de todos, todas esas personas que conocí y que en un momento u otro formaron parte de este mundillo del cine canario, si es que eso existe.

Y es que muy pocos han perseverado y se han mantenido. directores, actores, actrices, gente de arte o maquillaje... personas que te encontrabas en los cócteles de Socaem, de Canarias Cultura en Red, que veías a la salida del Monopol en los festivales de Las Palmas.

¿Qué ha sido de ellos? Los buscas en google y la mitad ni aparece, y de otros hay reseñas fechadas en 2005 o 2006.

Toda una talentosa generación que tiró la toalla, que abandonó ante la frustración constante, o que la vida les llevó por otro lado... o vete a saber qué.

Los hijos, los curros, el dejar atrás los sueños de la loca juventud.

Pero hay otro análisis, y es aquí a donde yo quería llegar. 

Algunos de los pocos de los que han sobrevivido y ahora hacen sus primeros largometrajes fueron apoyados por las instituciones en detrimento de aquellos otros que abandonaron, y los motivos no siempre eran artísticos ni objetivos. 

Echo de menos el talento que ya late imposible en una madurez creativa que jamás llegó, frente a otros que no tenían (ni tienen) ni la mitad de talento ni creatividad que ellos.

Yo estaba allí en 2005, 2006... 2010, y lo vi y lo viví.

 Vi como desde las instituciones se les hacía pasillo a determinados individuos vete tú a saber porqué... (bueh), al tiempo que otros se les desmotivaba implícitamente.

Ahora sacan pecho porque se meten en largos con presupuesto...

Me hubiera gustado también ver los largos con presupuesto de los otros.

Aquellos artistas, talentosos, con una capacidad visual que ya quisieran muchos de estos cuñados, y que ahora han montado una tiendita en su barrio, o malviven del Ingreso Mínimo Vital.

Hay una responsabilidad civil y cultural que no ha sido atendida ni por los festivales de nuestras islas, ni por los organismos políticos miopes de ambos ojos. Del izquierdo y del derecho.

Sólo (con tilde) sé que , al menos para mi, esto es un fracaso de nuestra sociedad, y por eso admiro mucho más a ese tercer grupo que sigue rodando contra viento y marea. Que se la pelan las instituciones y que nadie les nombre ni de pasada en las revistas pravdas del cine canario. 

Los que ruedan por amor, aquellos que no obtienen éxitos, ni premios, pero que cuando los obtienen, tampoco se les da bombo y platillo. Me quedo con esos, los desheredados. Lo demás es sólo un fracaso más de nuestra cultura.

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