martes, 24 de octubre de 2023

17 Hechos Empíricos

 



1- En el año 2016 el Festival de cine de Hendaya (Francia) seleccionó tres cortometrajes canarios para su sección oficial Internacional. Esos cortometrajes fueron "En el Banco" de Íñigo Franco, "Nice song" de Lamberto Guerra y "Nadie" del coleguita que les habla.

2- Lamberto, Íñigo y yo fuímos invitados a asistir presencialmente a esa edición del festival, con los gastos pagados.

3- En el año 2017, el Festival volvió a seleccionar dos cortos canarios. "Lo que no se ve", otra vez de Lamberto Guerra, y otro corto mío: "Amanecer".

4- Volvieron a invitarnos a ir presencialmente, y nos llevamos con nosotros, entre otros actores y actrices, a Jonay Armas, compositor de las músicas de los dos cortos seleccionados.

5- En esa ocasión, el jurado premió a "Lo que no se ve" de Lamberto Guerra con una mención especial, y a "Amanecer" por la música de Jonay Armas.

6- En 2018, Lamberto Guerra asisitió en calidad de jurado al festival de Hendaya. Yo tenía un cortometraje en la sección internacional: "La Muñeca Rota". Me invitaron a ir, pero en esa ocasión lamentablemente el trabajo me impidió asistir.

7- El jurado donde estaba Lamberto Guerra otorgó una mención especial a mi corto "La Muñeca Rota". No supuso ningún problema de incompatibilidades tener un conocido entre los seleccionados.

8- En 2018, rodé un cortometraje llamado "El Zoo de Papel". Uno de los actores de ese corto era Lamberto Guerra. Durante el rodaje tuvimos una fuerte discusión que hizo que nuestras relaciones de amistad se rompieran.

9- En 2022, Lamberto Guerra y Jonay Armas estaban designados para ser jurados del Festival de Hendaya.

10- Mi cortometarje "Madre(s)" fue seleccionado en la sección internacional del Festival de Hendaya 2022.

11- Cuando la actriz Cathy Pulido y yo llegamos a Hendaya para asistir al festival, le pregunto a la directora del Festival por Lamberto Guerra y por Jonay Armas, ya que no les veo en el jurado.

12- La directora del Festival me cuenta que recibió un email de Lamberto Guerra diciendo que si el cortometraje "Madre(s)" estaba seleccionado entonces ni Jonay Armas ni él iban a ir a Hendaya. La directora les dijo que mi corto estaba seleccionado, y que si no querían venir ella no podía obligarles.

13- Alguien me comentó que habían alegado incompatibilidades teniendo en cuenta nuestra relación personal de los tres en el pasado.

14- "Madre(s)" recibió ese año dos premios. El del Público (que vota el público y en el que el jurado no interviene, con lo cuál se lo hubiera llevado independientemente de quien estuviera en el jurado) y el de Mejor Música para Belén Álvarez.

15- En 2023 , Lamberto Guerra (ahora sí) está en el Jurado de Hendaya.

16- El Jurado donde está Lamberto Guerra premia con la mejor música al corto "Rutina" llevándose el premio por ese trabajo Jonay Armas. No hay ningún problema de incompatibilidades.

17- Se llama coherencia a la actitud consecuente de una persona en relación con una postura asumida anteriormente. En este sentido, cuando se dice que alguien es coherente, es porque se verifica que existe correspondencia entre su forma de pensar y de conducirse.

La palabra, como tal, proviene del latín cohaerentĭa.



---------------------------


martes, 3 de octubre de 2023

La misma rosa, distinto nombre, el mismo olor


 

Se lo preguntaba Julieta a si misma en aquel balcón.

Ya saben.

Si a una rosa dejas de llamarla rosa, le cambias el nombre y la llamas de otra forma ¿Sigue teniendo el mismo olor? ¿Sigue siendo la misma cosa?

¿Ustedes que opinan?

Pasan los años, pasan lo cineastas, cambian las cámaras, nacen nuevos actores, pero por lo demás, todo sigue igual. Las cuatro productoras de turno repartiéndose el pastel. Subvenciones a productos que nunca más se supo.

Eso sí. Cada cierto tiempo hay que cambiarle el nombre al tinglado.

Cambia Socaem por Canarias Cultura en Red. Cambia Canarias Cultura en Red por... (no sé ni como se llama ahora). Cambia Loli por Patri, a Patri por Natacha... Pero la rosa sigue oliendo igual que hace treinta años.

Las mismas políticas fracasadas, La misma falta de industria real. Los mismos ojitos derechos y los mismos apestados indigentes culturales, defenestrados.

Pero no importa. Nadie sale a dar explicaciones públicamente de nada. 

El pasteleo con las proyecciones de los últimos catálogos, tal y como no ha dejado de denunciar García Rojas en el Escobillón.... 

...Nada...

Aquel año que las normas de las ayudas estaban tan mal diseñadas que se quedó sin ejecutar la gran mayoría del presupuesto, porque las productoras tuvieron que renunciar a aceptarlas por la inviabilidad económica que representaba.

...Nada tampoco, nadie salió disculpándose ni reconociendo el error...

Y siempre igual. Que si Clermont Ferrand todos lo años, sin que nadie haya sacado jamás nada útil de ahí... Que si "estamos presentes en San Sebastián" en una sub sección paralela a la sub sección no oficial paralela a la paralela...

Vamos a ignorar, (ni siquiera vamos a la proyección), a la única película canaria (además producida por ellos mismos) que realmente sí que está en el Festival, y no vamos a compartir casi nada en RRSS sobre ella...

Que sí vamos a soltarle pasta a este o a aquel para que imparta una master class de producción o de guion, porque el pibe ahora mismo necesita pasta. Y claro, la gente del cine tiene que comer. No todos, pero si algunos.

¿Y sí en vez de todo este tinglado y gasto, obligáramos por ley a la tele canaria a comprar, y a emitir todos los días del año (no sólo en mayo) cine canario? ¿Y si los cines tuvieran que hacer lo miso con una cuota de pantalla? ¿Y si forzando desde el gobierno así la demanda, a las productoras se les ocurriera invertir en cine canario, ya que tienen la exhibición garantizada?

Na... mejor sigamos como hasta ahora. Total, los cuatro "interlocutores válidos" viven bien así. ¿Para qué cambiarlo?

Por lo demás, ya fuera de este tema... siento unas profundas náuseas con todo, así, en general. Productoras inmersas en redes clientelares haciendo productos mediocres ( porque, para qué te vas a esforzar en brillar si el garbanzo ya está en la olla). Gente ridícula presentado películas vestidos de yo que sé que coño era aquello. Otros buscando el echadero, presionando para que retiren tu corto de la selección, o si no, me enfado y no respiro buah buah...

Esto es para echarse a correr. 

Ya ni rosa, ni nombre, ni nada... sólo queda el olor.


viernes, 30 de junio de 2023

Y ya está.





Esta mierda de hacer cine te da una escasa alegría de vez en cuando, y muchas de tristezas, sinsabores y ansiedad casi el resto del tiempo.

De pronto hay una rachita buena. Te premian en muchos sitios, viajas a los festivales de la península o del extranjero a recoger los premios. Lees críticas que ponen muy bien tu trabajo y te sientes recompensado en el esfuerzo y eso te llena el alma.

A esa racha le sigue normalmente un vacío existencial. No consigues levantar ningún proyecto, y todos son puertas que se cierran en tus narices. Nadie quiere leer tu guion, o si lo leen te dicen que ahora mismo no van a meterse en nada parecido.

Miras tu estantería donde tienes los trofeos y los premios, cogiendo polvo ahí, y te das cuenta de que no sirven absolutamente para nada, más allá de recordar con alegría nostálgica cuando te los dieron.

Bueno. En lo artístico es así y hay que aceptarlo. Pero si al menos en lo laboral fuera de otra manera. Pero es lo mismo. Rachas en las que no te falta el curro. Ayudante de dirección aquí y allá, algún proyecto de edición, un videoclip, un story board...

Y luego, otra vez, la nada. La nada durante meses. ¿De qué comes esos meses? Buena pregunta.

¿Hay una industria que absorba a la gente como tú? ¿Las políticas culturales no estaban ahí para eso? Ves a las promociones salir una tras otra de las escuelas de cine, y ves la ilusión en las nuevas generaciones, y no puedes más que sonreír con tristeza.

Luego ves a otras personas que sacan sus proyectos largos adelante. Ves esos largos y no encuentras nada extraordinario en ellos, a pesar de que las administraciones y las voces "especializadas" se empeñan en darles un bombo y platillo desmesurado.

¿Por qué? Ya lo sabes...

Algún amigo tuyo te dice que tú también estarías sacando tus proyectos adelante si hubieras hecho lo mismo que ellos. Pasillos, contactos, lamidas de botas, oler calzoncillos... Y sobre todo, tener la boquita callada.  Así hubieras entrado en todos aquellos festivales en los que no entraste, por antipático.

Muchos hicieron pasillo, treparon, medraron, se hacían "amigos" de este y del otro, y se aseguraban su presencia en las selecciones, año tras años, sin importar si su corto ese año era bueno o una bazofia. Otros lo intentaron por ahi pero no encontraron hueco, y se fueron a otro lado, usando a la gente, traicionando a sus colaboradores, utilizándolos para subir y buscando el sendero paralelo.

Otros, simplemente , hacíamos cortometrajes. Debería bastar con eso...

Pero claro. Con eso no basta.

"Ese amigo tuyo, que viene por aquí, pidiendo si le podemos dejar la cámara, y luego se va, sin hablar con nadie"... ¿no eran ustedes una administración pública? ¿Por qué debí hacer algo más que solicitar el equipo que ustedes cedían? Debí estar allí, medrando, babeando... ya...

Miras otra vez la estantería de premios. Hay unos quince más o menos. ¿Serían muchos más si hubieras recorrido los pasillos y lamido los ojetes? Seguramente sí, pero ¿Los podrías mirar sin avergonzarte?( Quizás estos quince tenga más valor así que treinta conseguidos de la otra manera)

Luego miras tu equipo. Tienes una cámara, un par de luces leds, un trípode, tres ópticas, un 35, un 70 y un 100 (con eso cuentas la historia)... Hay una pértiga y un micro. Hay un pequeño slider, de un metro, no es mucho, pero algo mueves la cámara...

Y tienes amigos. Cada vez menos, esa es la verdad, pero puedes hacer un corto sin necesidad de chupar nada.

Y ya está.



viernes, 9 de junio de 2023

Polvo enamorado

    


   Cuando eres pequeño, la muerte es algo lejano, que le sucede a otros. Tu madre te explica que cuando alguien es ya muy mayor, y lo ha vivido todo, deja su sitio en el mundo para que otros lo ocupen. Tú, en tu inocencia infantil, no lo entendías bien del todo, pero asociabas la muerte con la vejez, pensabas en otra cosa, y te bajabas a la calle a jugar a las chapas, al trompo, o al escondite.

Luego, en la adolescencia, te enfrentabas a la muerte de tus abuelos, ya mayores. Lo entendías un poco más, pero seguía siendo algo lejano que le sucedía a gente ya mayor.

Y de pronto un día, sin que apenas te des cuenta, empieza a desaparecer gente de tu misma generación, antiguos compañeros de clase de tu misma edad, gente con la que fuiste al cuartel, amigos, conocidos...

Hace unas semanas me enteré del fallecimiento de José Antonio Betancor, con quien fui al colegio en los 70`s y 80´s. Se había convertido en un gran cantante de ópera muy reconocido en su ámbito, tanto en España como en Europa.

 Había cantado el Ave María en mi boda, allá por el año 2000, y nunca más supe de él, hasta la semana pasada. Tenía mi misma edad.

Hoy me levanté con la noticia del fallecimiento del compañero cineasta Domingo Damián Ojeda, y me quedé mudo. 

Domingo, hasta finales del pasado mes de mayo, seguía anunciando sus avances audiovisuales en su página de Facebook. Documentales, cortometrajes, largometrajes. Yo seguía su carrera a través de las redes, una carrera que abarcaba ya más de dos décadas.

No tenía mucha relación directa con Domingo, más allá de una noche de estrenos en el TEA hace ya casi once años, las copas posteriores, las charlas de cine por Facebook y aquella maravillosa crítica que él mismo escribió en redes sociales sobre mi cortometraje "Ángeles".

Pero aún así, a pesar de la distancia, siempre le consideré un cineasta de mi misma generación, de esa generación "pionera" en el digital que a principios de este siglo luchó por abrirse paso en un nuevo y emocionante mundo, un mundo de cintas MiniDv, de Sony´s 170...  

Sus obras te podían gustar más o menos, pero Damián Ojeda era, sin duda,  un profundo enamorado de todo lo que oliera a audiovisual.

Y eso, no es cosa menor. Muchos aprendices de cineastas de aquella generación abandonaron su amor por el camino, de lo cuál se adivina que no era un amor verdadero.

Y así, el compañero Domingo se fue dormir una noche, soñando a buen seguro con su próxima película, y ya no se despertó. Sin duda la mejor manera de dejar esta bola de mierda giratoria que llamamos mundo.

Lo triste es que nadie le pondrá su nombre a un premio cinematográfico de ningún festival. Ninguna televisión autonómica le hará un homenaje proyectando sus trabajos.

Eso está reservado para unos pocos. Los demás... bueno... nadie hablará de nosotros cuando hayamos muerto.

Sería bonito poder hacernos un Tom Sawyer y ver nuestro propio funeral, escondidos en el tejado de la iglesia. Ver quien va y quien no, lo que se dice y lo que no. 

Aunque realmente no importa lo buenos que hayamos sido. Al final el número de personas que va a tu entierro depende de si ese día llueve o hace sol.

Como dice Woody Allen: "Cuando me muera, como si tiran mis películas al mar. Yo no voy a enterarme".

Pienso en cuantos cineastas, de otras generaciones anterior a la mía, desparecieron sin más, y sus películas ni siquiera están subidas a youtube porque no existía. Olvidados tras las breves reseñas en el trabajo de fin de master de algún estudiante de cine canario.

...Buah... que más dará... Amamos el cine mientras vivimos. Ya es mucho. Otros no pueden decir lo mismo.

Al final todos seremos polvo, pero algunos seremos, como dijo el poeta, polvo enamorado.


-----------------------------------------------------







domingo, 16 de abril de 2023

¿el "nuevo cine canario"? ¿otra vez? ¿en serio?

 


   Yo no estaba allí, en esa proyección del festival de Cine de Las Palmas, así que sólo hablo de oídas. 

Y no estaba allí porque no soy muy amigo de sectas tóxicas pseudo culturales. Pero siempre, inevitablemente, quieras o no, pues hay alguien que te acaba contando cosas.

Por lo visto a un pibito joven se le ocurrió poner al final de los créditos de su cortometraje algo así como una denominación de origen: "Nuevo Cine Canario". 

Después, en la rueda de preguntas, alguien de entre el público le preguntó por eso en concreto. "¿Qué es eso del nuevo cine canario?".

El pibe se defendió ahí diciendo que... bueno, pues como que era un "movimiento nuevo", con "nuevas inquietudes" y que querían y creían que se puede y se debe hacer un cine "desde aquí, local y universal", para evitar la "fuga de talentos" y acabar creando una estructura cinematográfica en las islas.

¿Alguien puede estar en desacuerdo con esta premisa?

Yo creo que no. Evitar la fuga de talentos, cine local y universal... estructura cinematográfica en las islas. Todos lo firmaríamos ya, pienso yo.

El problema aquí es, bueno, son, dos.

Primero. Que no es nada nuevo. Generaciones y generaciones de directores y cineastas canarios llevan (llevamos) hablando de eso desde los 70. Yo que empecé a principios de este siglo, hace ya veintitantos años, llevo toda mi vida oyendo el mismo discurso. Es más viejo que cagar sentado.

¿Qué tiene eso de "nuevo cine canario"?

Inquietudes nuevas... que son las mismas que tuvimos nosotros cuando empezamos, sólo que ahora son otros los que empiezan.

Además, esa etiqueta de lo que se ha dado en llamar "nuevo cine canario" la han ido utilizando una y otra vez cada vez que surgía una nueva generación de cineastas. La revolución digital y sus avances han ido marcando etapas, y en cada una de esas etapas, siempre había alguien que los etiquetaba como "nuevo cine canario". Es como en los barrios cuando abren una tienda y la gente la llama "la tienda nueva". Luego pasan los años y abren otra "tienda nueva".

Supongo que todos cuando empezamos nos creímos que habíamos inventado el cine o que éramos la última coca cola del desierto.  Luego la vida te hace ver que no, que esos caminos ya los recorrieron otros antes que tú, con las mismas ilusiones e inquietudes, incluso las mismas palabras.

Es como cuando nosotros hace mas de una década empezamos el movimiento del Cine Leve, cuando realmente películas así se hacían ya desde la época de los hermanos Lumiére.

Y segundo, el problema está en que nosotros, los viejos, no podemos ofendernos con los jóvenes por defender el mismo discurso que nosotros mismos defendíamos, y algunos seguimos defendiendo.

Supongo que llega un momento en que miras atrás y ves que los nuevos están ahí, y te molesta que se autodenominen los "nuevos" porque eso nos hace ver las arrugas en nuestra piel. Y da miedo, y nos rebelamos contra ellos, que son nosotros pero más jóvenes. Absurdo modo de pensar el nuestro a veces.

"Había en mi frente tantos inviernos que también ella tuvo piedad".

Sinceramente, y me la suda lo que me digan, veo unas nuevas generaciones muy preparadas técnicamente, con muchos conocimientos tecnológicos. Suelen ser pibitos jóvenes que han ido a la escuela de cine y salen hablando de números, de los pasos de las  cámaras, que usan un montón de términos en inglés cuando hablan de rodajes o producción.

Yo, como dijo Tarantino, no fui a la escuela de cine... yo fui al cine.

Lo que ellos llaman "scouting" toda la vida fue "Oye , compi, vamos a localizar"...

Y a fin de cuentas es lo mismo. Llámalo como quieras. 

Pero lo que sí me preocupa es que todo ese conocimiento técnico no va aparejado de una destreza narrativa, de un saber contar historias, con el ritmo, con el montaje, con los planos y, sobre todo, con el guion.

No veo una capacidad de ensamblar para crear, para contar. Y tampoco veo una cinefilía en la mochila.

Para hacer cine, hay que ver cine. No hay que ir a las academias. Basta con un viejo reproductor de DVD de los de antes.

Vean a Wilder, a Wyler, a Welles, a Kurosawa, a Strojom, a Eisenstein. Sólo así se aprende a hacer cine.

Quizás es por los tiempos que corren. Nosotros nos educamos viendo el cine de la 2. Viendo a Fritz Lang, a Howard Hawks. Esperando despierto hasta las tantas para ver el Nosferatu de Murnau por la tele.  O ibas a las salas de cine de sala única a ver que ponían, sin tener ni idea de lo que ibas a ver.

Ahora tienes una oferta tan grande, con tantas plataformas, tanta serie y tanto rollo, que ya no tienes porque ver el Rebbeca de Hitchcock. Puedes ver el de Netflix y quitarlo y ponerte otra peli si no te mola esa.

 Nosotros no. Era esa película la que veías, o no veías ninguna, porque en los 80`s era lo que había y punto.

Bueno, les dejo. Me voy a tomar las pastillas de la tensión y a intentar entender porqué me levanto tres veces por las noches para ir a mear.

Vean cine cásico, cabrones...


miércoles, 15 de marzo de 2023

Los Otros...

 

Cine Capitol. Gran Vía de Madrid- 2004

   Vuelvo al blog y, mirando la fecha de la última entrada, me asombro de lo abandonado que lo he tenido durante meses.

Pero bueno. Alguien dijo una vez que si no tienes nada que decir, pues no digas nadas y te callas.

 En mi caso no se puede decir que haya sido este el caso, ya que si que tengo mucho que contar de todos estos meses, aunque quizás no todo sea bueno: Una mala experiencia trabajando en la tele, descubrir (más bien confirmar) que los que uno creía amigos no lo eran tanto, por no decir que no lo eran en absoluto...

En fin.

También hubo cosas buenas: Un viaje al festival de Hendaya con el que nos volvimos con dos premios, un par de selecciones por ahí por el mundo para nuestra "Madre(s)"... 

Pero no era de esto de lo que quería hablar.

Hoy, no me pregunten porqué, mientras sacaba al perro al parque, me estuve haciendo recuento de daños de estas ya tres décadas dedicadas a este absurdo de contar historias con una cámara.

Lo sencillo es repasar tu propia trayectoria, tus aciertos, tus errores, tus fracasos y tus éxitos.

Pero yo me puse a recordar a las personas que se han ido quedando por el camino en estos más de 20 años, y no necesariamente a aquellos con los que trabajé codo con codo, sino de todos, todas esas personas que conocí y que en un momento u otro formaron parte de este mundillo del cine canario, si es que eso existe.

Y es que muy pocos han perseverado y se han mantenido. directores, actores, actrices, gente de arte o maquillaje... personas que te encontrabas en los cócteles de Socaem, de Canarias Cultura en Red, que veías a la salida del Monopol en los festivales de Las Palmas.

¿Qué ha sido de ellos? Los buscas en google y la mitad ni aparece, y de otros hay reseñas fechadas en 2005 o 2006.

Toda una talentosa generación que tiró la toalla, que abandonó ante la frustración constante, o que la vida les llevó por otro lado... o vete a saber qué.

Los hijos, los curros, el dejar atrás los sueños de la loca juventud.

Pero hay otro análisis, y es aquí a donde yo quería llegar. 

Algunos de los pocos de los que han sobrevivido y ahora hacen sus primeros largometrajes fueron apoyados por las instituciones en detrimento de aquellos otros que abandonaron, y los motivos no siempre eran artísticos ni objetivos. 

Echo de menos el talento que ya late imposible en una madurez creativa que jamás llegó, frente a otros que no tenían (ni tienen) ni la mitad de talento ni creatividad que ellos.

Yo estaba allí en 2005, 2006... 2010, y lo vi y lo viví.

 Vi como desde las instituciones se les hacía pasillo a determinados individuos vete tú a saber porqué... (bueh), al tiempo que otros se les desmotivaba implícitamente.

Ahora sacan pecho porque se meten en largos con presupuesto...

Me hubiera gustado también ver los largos con presupuesto de los otros.

Aquellos artistas, talentosos, con una capacidad visual que ya quisieran muchos de estos cuñados, y que ahora han montado una tiendita en su barrio, o malviven del Ingreso Mínimo Vital.

Hay una responsabilidad civil y cultural que no ha sido atendida ni por los festivales de nuestras islas, ni por los organismos políticos miopes de ambos ojos. Del izquierdo y del derecho.

Sólo (con tilde) sé que , al menos para mi, esto es un fracaso de nuestra sociedad, y por eso admiro mucho más a ese tercer grupo que sigue rodando contra viento y marea. Que se la pelan las instituciones y que nadie les nombre ni de pasada en las revistas pravdas del cine canario. 

Los que ruedan por amor, aquellos que no obtienen éxitos, ni premios, pero que cuando los obtienen, tampoco se les da bombo y platillo. Me quedo con esos, los desheredados. Lo demás es sólo un fracaso más de nuestra cultura.

---------------------------------------