El blog desde las vísceras de la indigencia cultural por Daniel León Lacave
lunes, 16 de enero de 2017
El Cine Leve ha muerto. Larga vida al Cine Leve.
Cuando allá por el 2010 un par de cineastas nos embarcamos en aquel "invento" del cine leve, todo el mundo dijo que no duraríamos ni tres telediarios.
Y no hablaban del "cine leve", ya que ésta y otras formas parecidas de hacer cine, llámalo leve, de guerrilla, cine pobre, indigente o como quieras, ha existido desde siempre.
No.
Se referían a nosotros. A los "leves".
Aquello de hacer películas sin presupuesto, desde una filosofía alejada de nada que oliera ni de lejos a lo industrial, en aquellos días en los que, a pesar de la crisis, aún las subvenciones del Gobierno de Canarias todavía concedían a éste y a áquel aquellas regalías de doce, catorce o quincemil eurazos les sonaba a los que aún soñaban en 35mm a pasteleo patético de los que soñábamos en miniDV.
Pero la crisis nos fue igualando a todos.
Les costó dejar caer del Catálogo al 35mm, pero el digital era imparable.
Con ese primer paso ya se quedaron fuera muchos de los que, a pesar de contar con subvención, no fueron capaces de hacer algo digno con aquel dinero, viéndose superados por producciones independientes, pero que aún precisaban de venir avaladas por una productora legalmente constituida con doce meses de antigüedad etc etc.
Y yo lo decía.
Si tengo que pagar doce seguros sociales de 400 euros al mes para intentar optar a una subvención de diezmil euros, que a lo mejor luego van y me la rechazan y me quedo sin rodar, pues casi que cojo esos 4.800 euros (400 x 12) y me ruedo un corto con ellos. O doce cortos de 400 euros cada uno, que también podría ser...
Y me cansé de esgrimir este argumento a todo aquel que quiso oirlo, que no fueron muchos , la verdad.
Pero entonces la crisis arreció, y las ayudas desaparecieron.
Y entonces el catálogo miró a un lado y al otro, y casi que sólo nos vio a nosotros.
Las productoras habían puesto los pies en "polvorones" horrorizados ante la idea de poner ellos su propio dinero para producir un corto, así que solo quedábamos los "leves", los "locos", los "patéticos pastelosos".
Y no les quedó otra que abrir el Catálogo a los independientes absolutos, a los que ni siquiera teníamos donde caernos muertos.
Y entramos allí con nuestros cortitos indigentes hechos con 200 o 300 euros, que en nada podrían haber competido en otros tiempos contra las "superproducciones" (dicho con ironía of course) subvencionadas.
Pero empezaron a caer las selecciones internacionales. Francia, Estados Unidos, Colombia, Mexico, Turquía... Lugares de un mundo que nada sabe, ni tiene porqué saber, de levedades ni subvenciones canarias.
Supongo que ya están los trolls y los haters pensando que tampoco "te enrales Danié...", que no hay nada de Cannes, ni Venecia, ni Los Goya...
Y es cierto, pero tampoco hubo nada de Cannes, ni Venecia , ni Los Goya cuando el Catálogo era en 35mm y subvencionado...
En una ocasión, Josep Vilageliu, padre fundador del movimiento leve dijo que, con los años, yo me había quedado solo en la militancia del cine leve...
Pudiera ser, aunque en su penúltimo trabajo, la fórmula "un leve cortometraje" aparece en el cartel promocional.
Lo digo porque da igual la etiqueta. En el último catálogo la levedad rezumaba por todos los planos de todos los cortos aunque ninguno, excepto el mío estuviera etiquetado así.
Pero ahora me enteré de que han vuelto a convocarse las ayudas a producción del sector audiovisual canario.
Leí las bases y es básicamente volver al modelo anterior. A la subvención directa a producción a pesar de haber quedado claro que el problema radica en la exhibición y la distribución, no en la producción.
Así que ya estoy viendo todos aquellos realizadores y productoras que no han tirado un plano en cinco años porque no movían el dedo para darle al rec si no era con dinero del contribuyente, frotándose las manos.
A todos esos osos saliendo de cinco años de hibernación y preparándose para hacer sus cortos con docemil euracos del Estado para poder destacar en su carrera personal y cruzar el charco, dejándonos atrás a los patéticos pastelosos que seguiremos haciendo cine leve para nuestros escasos espectadores.
Por si lo están pensando los haters anónimos, que sepan que pienso presentarme a las ayudas, y en el mas que remoto caso de que me la concedan, seguría pensando exactamente igual que siempre. Que el camino es otro, que hay que invertir en exhibición, en cuota de pantalla, en televisión y cines, y no en la fase de producción.
Así que aquí estamos, conscientes de que dentro de poco ya no nos necesitarán, pero pensando en resistir, en tocar el violín en el Titanic mientras el barco se hunde.
Bueno. Habrá una cosa interesante. Que este blog tendrá mas actividad seguro... y con ello mas haters...
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