domingo, 18 de abril de 2021

"Madre(s)" y Sísifo. La piedra y la colina.


 

No había escrito nada sobre nuestro último rodaje.

Normalmente el año corre velozmente, y cuando llegamos a octubre o noviembre, me entra el pánico de que se acabe el año y no haber rodado nada aún, y me lanzo a rodar alguna cosita leve. Un año sin rodar es un año perdido. Por eso, esos rodajes de finales de año son casi por contrato emocional con uno mismo.

El año pasado rodé dos. Primero fue "Sinfonía Callejera", y luego, el penúltimo día del año "Playing Cyrano". Ambas aún sin estrenar en pantalla grande, ya que esta mierda de la pandemia lo hace imposible a todas luces.

Pero este año he rodado "Madre(s)" en marzo, casi al principio de año, así que en teoría podría esperar al 2022 para rodar la próxima sin incumplir ese contrato conmigo mismo.

Pero...

Pero el cuerpo me está pidiendo ya algo más, algún rodajito leve. Un cortito de esos de sin pena ni gloria, pero llenos de felicidad creativa.

El rodaje de "Madre(s)" fue un rodaje de esos "de verdad" (brrrrrr... se me eriza la piel y todo). De esos de agotarte emocionalmente en la preproducción, cuando aún no has tirado ni un plano, de esos de odiar la película cuando todavía ni la has rodado... un rodaje de esos, ya saben.

Habrá a quien les guste, no lo dudo. Yo no es que reniegue de ellos pero tampoco es que me hagan feliz inmensamente.

El resultado va a ser cojonudo, eso está claro. Rodar con una Arri Alexa no es lo mismo que rodar en DSLR. Tener un foquista profesional con equipamiento técnico te permite hacer planos a los que, de otro modo, tendrías que renunciar o sustituir por otros.

Pero es que quizás eso sea lo que me hace feliz, el renunciar y sustituir. Lo que me llena creativamente. El "resolver" el plano. El tirar de creatividad y solucionar lo que no tenía solución. Es ahí donde me puedo desparramar. Cambiar el guión sobre la marcha. Aprovechar que está lloviendo y en vez de cancelar, rodar con lluvia, porque "ahora llueve en la historia" y punto.

Ya sé que soy carne de psiquiatra, pero hace diez años sufría por no poder tener los medios, y ahora me hace infeliz tenerlos. Ya te digo, carne de psiquiatra.

Es cierto que en "Madre(s)" el equipo va a cobrar su sueldo. Hasta el último miembro del equipo. Y en la otra manera de hacer cine, pues no. 

Es verdad que se luce mas así el trabajo de todos. 

La dirección artística, el vestuario, la luz, las interpretaciones... Todo perfecto.

Si, pero demasiado... demasiado perfecto. Hay algo mágico y fresco en la imperfección, algo orgánico y libre...

Quizás es que uno es como Sísifo. De tanto subir la piedra a la colina aquella, y de tanto caérsete y tener que volver a subirla, le acabas cogiendo el gusto a subirla, y ya no quieres dejarla arriba.

Eres más feliz subiéndola.

 

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lunes, 12 de abril de 2021

Los Violentos años 20

 


Anda que ya te vale.

Y mira que en muchas cosas tenías razón. Eso es lo peor de todo.

Quizás tus motivaciones no eran las correctas. No es que fueras Eliott Ness luchando contra Al Capone. Más bien eras Tony Montana contra Al Capone peleándose por el botín. Pero con mucha razón en muchas de las cosas que decías.

Por eso, a pesar de compartir algunos (o muchos) de tus planteamientos, nunca quise afiliarme a ninguna secta. 

Soy un espíritu libre y jamás podría compartir firma al pie de ningún comunicado ni manifiesto con alguien que no sabe elegir sus batallas, ni sus tácticas y estrategias.

Un poco en plan los anarquistas contra los comunistas durante la Guerra Civil. Si, ya sé que por eso perdimos aquella guerra.

Pero es que con la edad que tengo ya, casi que solo voy a la guerra si me aseguran que voy a perder.

Ya sabes. La mítica del perdedor. Sterling Hayden al final de Atraco perfecto o Bogart en aquella del Tesoro de Sierra Madre.

Por eso suelo elegir las causas perdidas, y mientras sigan perdidas pues soy feliz.

¿Soy carne de psiquiatra? Puede ser, pero ¿quién es más loco? ¿El Loco o el Loco que sigue al Loco? Por eso no te seguí cuando me lo pediste. Vamos, ni loco...

¿Quién te va a seguir a la gran guerra si pierdes el tiempo en pequeñas y estúpidas batallas?


Pero joder, me cago en todo. 

   Una cosa es querer perder y otra cosa es pegarte un tiro en el pie por gusto. Y eso es lo que has hecho, Tony.

Le has dado todas las armas y todos los argumentos a Al Capone, y Tony Montana, recuerda como acabaste.  

Los violentos años 20.

Y ahora tienes a toda la mafia rival aplaudiendo con las orejas. Vito Corleone, Lucky Luciano, Marcellus Wallace, el oso Lotso de Toy Story 3, ese otro tipo que siempre interpreta Joe Pesci y Tony el Gordo el de Los Simpsons, todos tirando voladores y brindando con champán. 

Luego hay otros que sin llegar a tirar fuegos artificiales, te aseguro que no van a derramar una lágrima, e incluso esbozarán una sonrisita.

Tal vez deberías preguntarte el porqué-

Ya solo te queda entregar las armas, pedir perdón por aquella época que tú, yo y todos sabemos, y disolverte.

 ¿Qué? ¿Lo de la presunción de inocencia? Venga, no me cuentes tu vida que no es comercial...

 

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jueves, 8 de abril de 2021

Cumplimos 10 años


 

Hace hoy exactamente diez años, un 8 de abril de 2011, puse en marcha este blog, sin saber muy bien el porqué.

Lo hice, en principio, motivado por la sensación de rabia contenida que llevaba años apoderándose de mi estómago al convivir en este mundillo del audiovisual canario. El detonante fue el Foro canario del Festival de Cine de Las Palmas de aquel lejano año.

Aquella primera entrada se tituló "El Traje Nuevo del emperador", en referencia a una verdad evidente que, a mi entender, todo el mundo era capaz de ver, pero nadie se atrevía a decir en voz alta.

Ahora miro atrás, releeo algunas de aquellas tempranas entradas y otras no tanto, y soy capaz de ver que, tal y como decían en El Gatopardo, todo ha cambiado para que todo siga igual.

El Festival de Las Palmas sigue siendo un cortijo privado pagado con dinero público, vehículo con doble función:  primero para que unos vividores mediocres se paguen la hipoteca gracias al contribuyente, organizando un festival que le da la espalda al público y a (más de) la mitad del espectro creativo audiovisual canario, y segundo, para hacer pasillo y aúpar a determinados realizadores que están tácitamente "en nómina" del festival.

Por el camino han pasado muchas cosas.

Aquel 2011 era el comienzo de una década en la que el audiovisual se iba a transformar. Eran los albores de la DSLR, que dejaba atrás al HDV, al miniDV, terminando así con una época de libertad creativa nacida de una revolución digital que anunciaba un comunismo del cine que no llegó a materializarse.

La contrarrevolución de aquella explosión creativa. La dictadura primero de la DSLR, y después la de la Red One...

Las redes sociales, que en aquella etapa, bullían de actividad, de información que corría como la pólvora, diciéndote quien estaba rodando qué, anunciando estrenos de cortometrajes canarios uno tras otro, sin tregua, ahora se han quedado como sustituto del telediario, y cada vez tienen menos de red ni de social.

Se perdió aquella intensidad, aquellas discusiones. Hay que agradecer también que se acabaran los insultos y los ataques anónimos.

Y este blog nació como respuesta a todo aquel tinglado. No bastaba con comentar en El Escobillón, o en Facebook. Había que decir lo que se pensaba, porque todo estaba a flor de piel.

Luego todo se amansó, eso es cierto. La crisis acabó con las ayudas del Gobierno de Canarias y casi parecía que ya no había nada por lo que protestar. Pero las injusticias, los pasteleos, los amiguismos, todo eso continuó intacto, incluso empeoró.

Asociaciones sectarias. Luchas intestinas. Puf... dio para mucho.

Y este blog trató de dar siempre mi punto de vista de todo lo que estaba pasando Es cierto que quizás de forma demasiado visceral. De hecho, cuando escribo entradas, las subo sin revisarlas, porque lo que busco es esa visceralidad, huyendo del "uf, aquí me pasé. Mejor lo cambio".

Soy consciente de que esto no gusta a mucha gente, que molesta a determinados sectores oficiales, pero mira, no puede uno caerle bien a todo el mundo.

También he podido rastrear, al releer las entradas, mis estados de ánimo y mis vivencias en cada momento a lo largo de esta década, remarcando así el carácter subjetivo que siempre tuvo este blog.

Cómo me sentía al salir de una proyección del Catálogo. Cómo me sentía después de una sesión del Festival de las Palmas. Mi opinión ante las ayudas y las normativas. Mis sensaciones antes y después de rodar alguno de mis cortometrajes.

No sé si todo esto tiene algún valor, o alguna utilidad. No sé si a alguien le ha interesado nada de lo que he contado aquí durante diez años, pero sí que creo que un análisis de este blog cotejándolo con las entradas en las mismas fechas de otros blogs como El Escobillón o En Pos de la ballena Blanca, puede arrojar un cuadro amplio de lo que ha acontencido en el audiovisual canario en estos últimos diez años.

Realmente no me preocupa, porque admito que a veces este lugar ha sido una via de escape y de descarga emocional.

Así que, aunque nadie me lea, yo voy a por otros diez años más. 

Y luego ya veremos.

 

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