miércoles, 15 de marzo de 2023

Los Otros...

 

Cine Capitol. Gran Vía de Madrid- 2004

   Vuelvo al blog y, mirando la fecha de la última entrada, me asombro de lo abandonado que lo he tenido durante meses.

Pero bueno. Alguien dijo una vez que si no tienes nada que decir, pues no digas nadas y te callas.

 En mi caso no se puede decir que haya sido este el caso, ya que si que tengo mucho que contar de todos estos meses, aunque quizás no todo sea bueno: Una mala experiencia trabajando en la tele, descubrir (más bien confirmar) que los que uno creía amigos no lo eran tanto, por no decir que no lo eran en absoluto...

En fin.

También hubo cosas buenas: Un viaje al festival de Hendaya con el que nos volvimos con dos premios, un par de selecciones por ahí por el mundo para nuestra "Madre(s)"... 

Pero no era de esto de lo que quería hablar.

Hoy, no me pregunten porqué, mientras sacaba al perro al parque, me estuve haciendo recuento de daños de estas ya tres décadas dedicadas a este absurdo de contar historias con una cámara.

Lo sencillo es repasar tu propia trayectoria, tus aciertos, tus errores, tus fracasos y tus éxitos.

Pero yo me puse a recordar a las personas que se han ido quedando por el camino en estos más de 20 años, y no necesariamente a aquellos con los que trabajé codo con codo, sino de todos, todas esas personas que conocí y que en un momento u otro formaron parte de este mundillo del cine canario, si es que eso existe.

Y es que muy pocos han perseverado y se han mantenido. directores, actores, actrices, gente de arte o maquillaje... personas que te encontrabas en los cócteles de Socaem, de Canarias Cultura en Red, que veías a la salida del Monopol en los festivales de Las Palmas.

¿Qué ha sido de ellos? Los buscas en google y la mitad ni aparece, y de otros hay reseñas fechadas en 2005 o 2006.

Toda una talentosa generación que tiró la toalla, que abandonó ante la frustración constante, o que la vida les llevó por otro lado... o vete a saber qué.

Los hijos, los curros, el dejar atrás los sueños de la loca juventud.

Pero hay otro análisis, y es aquí a donde yo quería llegar. 

Algunos de los pocos de los que han sobrevivido y ahora hacen sus primeros largometrajes fueron apoyados por las instituciones en detrimento de aquellos otros que abandonaron, y los motivos no siempre eran artísticos ni objetivos. 

Echo de menos el talento que ya late imposible en una madurez creativa que jamás llegó, frente a otros que no tenían (ni tienen) ni la mitad de talento ni creatividad que ellos.

Yo estaba allí en 2005, 2006... 2010, y lo vi y lo viví.

 Vi como desde las instituciones se les hacía pasillo a determinados individuos vete tú a saber porqué... (bueh), al tiempo que otros se les desmotivaba implícitamente.

Ahora sacan pecho porque se meten en largos con presupuesto...

Me hubiera gustado también ver los largos con presupuesto de los otros.

Aquellos artistas, talentosos, con una capacidad visual que ya quisieran muchos de estos cuñados, y que ahora han montado una tiendita en su barrio, o malviven del Ingreso Mínimo Vital.

Hay una responsabilidad civil y cultural que no ha sido atendida ni por los festivales de nuestras islas, ni por los organismos políticos miopes de ambos ojos. Del izquierdo y del derecho.

Sólo (con tilde) sé que , al menos para mi, esto es un fracaso de nuestra sociedad, y por eso admiro mucho más a ese tercer grupo que sigue rodando contra viento y marea. Que se la pelan las instituciones y que nadie les nombre ni de pasada en las revistas pravdas del cine canario. 

Los que ruedan por amor, aquellos que no obtienen éxitos, ni premios, pero que cuando los obtienen, tampoco se les da bombo y platillo. Me quedo con esos, los desheredados. Lo demás es sólo un fracaso más de nuestra cultura.

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