lunes, 10 de agosto de 2020

Cuatro amigos, una bici y noventa selecciones

 

Intentar hacer cine de terror y que sea algo original es casi imposible.

Ya está todo dicho ¿no? Vampiros, Hombres Lobos, muertos vivientes, yo que sé... lo que se te ocurra ya lo ha hecho alguien antes...

¿Entonces? ¿Cómo hacer un cortometraje de terror que destaque sobre los demás? ¿Que sea diferente?

Pues huyendo de los típicos clichés. ya saben... niñas vestidas de blanco, casas encantadas mal iluminadas, cabañas en bosques sin cobertura, noches tormentosas con relámpagos, guiones enrevesados con previsibles scream jams subidos de decibelios....

Y precisamente esto, huir de los clichés del género, es lo que convierte a NOM, un pequeño pero maravilloso cortometraje de terror, en una pieza perfecta que destaca brillantemente entre otras obras del mismo género.


Su director, el grancanario Ángel Hernández sabe lo que hace, sabe a que juega y con qué juega, y consciente y voluntariamente huye de esos clichés clásicos para re-dibujar el género, y dejarnos pegados a la butaca en los apenas diez minutos de metraje que tiene el corto.

¿Y cómo lo hace? Pues tendrán que ver el corto, que ya les digo, merece la pena cada segundo invertido en su visionado, pero Hernández tenía dos opciones: Una, la paja mental, lo onírico, incomprensible, lo abstracto, lo "si no lo entiendes es problema tuyo" tan tristemente de moda últimamente... 

O dos, una segunda opción valiente, (que es la que ha tomado el realizador), que consiste en apostar por una idea sencilla, entendible, simple en su concepto pero poniéndola en escena de forma potente, con imágenes poderosas, bien construidas cinematográficamente hablando, y con una premisa que en principio se aleja hasta el lado opuesto de a lo que el género nos tiene acostumbrado, para ir cambiando de tercio y llevándonos poco a poco y de forma casi matemáticamente calculada al horror final.


Y es aquí donde NOM acierta de pleno. Primero escapando de esos clichés manidos de los que antes hablábamos. No hay niñas vestidas de blanco, ni casa encantadas. Todo sucede de día, no hay ningún monstruo en la oscuridad...

No. Aquí hay un ciclista, una bicicleta, y unos exteriores bucólicos. 

Elementos simples, para nada extraordinarios, pero que en manos de Ángel Hernández y su equipo, componen un brillante e inteligente cóctel terrorífico que te atrapa y no te suelta, incluso bastante rato después de terminada la película.

Un equipo, por cierto, formado por amigos. Ni un solo actor "profesional" en elenco. Pero nadie lo diría viendo a su protagonista, Diego Higuera, que clava su papel magníficamente con un primer plano de duras facciones que devora la cámara.

En el apartado técnico no hay fisuras. Se trabaja con lo que se tiene, y se aprovechan los recursos al máximo por escasos que estos sean, demostrando algo olvidado en estos últimos años de nuevo totalitarismo elitista (donde o rodaste con una arri alexa o ni te inscribas en los festivales), y es que se puede hacer algo muy muy pero que muy bueno sin tener demasiado. Manuel Peña firma una fotografía funcional, mas allá de lo simplemente correcto, donde se adivina un trabajo impresionante de etalonaje, y lo hace con una pequeña cámara casi doméstica.

Cuatro amigos, una DSLR, sin sonido directo (todo a base de sonido en postpro), y mucho talento y creatividad han sido suficiente para llevar a NOM a la cifra de 90 selecciones, nacionales e internacionales, y sospecho que este número puede aumentar mientras escribo estas lineas.

Un pequeño corto que no ha necesitado de red one ni black magic para conquistar el circuito de festivales, auto-producido, con un presupuesto de apenas 500 pavos, y lo mas importante: Auto-distribuido, sin recurrir a distribuidoras elitistas ni hostias, sino pasando uno mismo las tardes frente al ordenador revisando festivales y deadlines.

Y ahí están esas 90 selecciones, dos nominaciones a los Méliés de Plata y 10 premios como diez soles.

¿Molins de Rei (Calificador Meliés de plata), Hard: Line (Alemania, calificador Meliès de plata), Telluride Horror Show, Portland Horror Film Festival, Horrible Imaginings (Tops USA)?

Por ejemplo...



¿Y todo esto sin ayudas del gobierno? ¿Sin distribuidora oficial?

Es el doble triunfo del talento sobre la nueva dictadura elitista. Es el David Narrativo que derrota, por un lado, a ese Goliath pedante y creído, convencido de que su forma de hacer cine es la única que vale, y por otro a la barrera invisible de esas exigencias técnicas cada vez mas contrarias al espíritu de aquella revolución digital que democratizó el cine a principios de este siglo, y de la que todo artista se enamoró con aquel aire de libertad que trajo el digital y al que ahora pretenden hacernos renunciar.


Y todo esto, con solo cuatro colegas y una bicicleta... Ya te digo....


P.D: Aquí les dejo el link al trailer. Que lo disfruten...

https://vimeo.com/341016364