martes, 11 de febrero de 2020

De plátanos y Parásitos


   El cine surcoreano vivió una época, allá entre los 70´s y los 80´s, en la que sus obras eran de una calidad pésima, y sus pelis no valían un pimiento.

Sin embargo el domingo pasado Párasitos, del director surcoreano Bong Joon-ho, se alzó con los Oscars a la mejor película, mejor guión, mejor film de habla no inglesa y mejor director.

Podríamos quizás pensar que es un caso aislado, que el tipo consiguió hacer una peli buenísima ahí de carambola, pero lo cierto es que el cine surcoreano ha ido alcanzando en las últimas décadas unas altas cotas de calidad, con obras tan impresionantes como "Encontré al diablo" o "Memorias de un asesino".

¿Y cómo, se preguntarán, se pasa de una filmografía nacional patética a romper los Oscars en apenas un par de décadas?

Pues con medidas proteccionistas que, a principios de los 90`s, alentaron la producción propia, protegiéndola a través de cuotas de pantalla en los cines y en las televisiones, garantizando así la visibilidad comercial de la obra autóctona.

Es decir, que si por ley, las salas de cine tienen que proyectar un tanto por ciento de películas autóctonas, eso incentiva la inversión privada, ya que el tiempo en taquilla está garantizado, así como los derechos de compra por parte de la televisión.

Así que Corea del sur, en vez de dar ayudas directas a producción, para que los directores coreanos hagan sus películas o sus pajas mentales visuales, de espaldas al público, prefirieron incentivar la producción de otra forma, de manera que se acercara al público, que es, a fin de cuentas, el que paga.

Porque subvencionar un mercado sin consumidores es un poco absurdo ¿no?
Subvencionamos el sector del tomate, pero claro, es que después hay gente que compra tomates, que lo consume...

¿Quién consume el cine canario?

Dale un plátano a un canario un día, y comerá ese día, incentívale para que plante, y recolecte plátanos y comerá toda la vida... o algo así...

Pero no, aquí seguimos apostando por un modelo que está ya mas que demostrado su fracaso a la hora de crear industria.

Seguimos dándole un plátano a un director concreto, para que triunfe y se vaya fuera a rodar en inglés sin subtítulos, o en coreano, visto lo visto...

Y si. se podrán hacer buenas obras así. Pero por ese camino no crearán jamás una industria estable, que nos permita comer, pagar el alquiler o la hipoteca...

Pero bueno ¿A quién le importa?