viernes, 16 de mayo de 2014

Maresía. Una atmosférica película de Eduardo Martinón.

   

   Anoche tuve la oportunidad de asistir (¡por fin!) en los multicines Monopol de la capital grancanaria al (pre) estreno del largometraje "Maresía", puesta de largo en el largo (valga la redundancia) del realizador tinerfeño Eduardo Martinón.

   "Maresía", rodada casi en su totalidad en los paisajes del norte de Gran Canaria, ofrece al espectador una mas que interesante puesta en escena de emociones encontradas, maravillosamente retratadas en el magnífico nivel interpretativo alcanzado por sus actores principales, destacando notablemente el impresionante trabajo realizado por Guacimara Correa, Roberto Kuzmanich y Mingo Ruano.

   Es en este apartado, el interpretativo, donde la película de Martinón encuentra su punto fuerte, tanto en el trío protagonista como en los secundarios, donde hay que resaltar los nombre de José Manuel Trujillo y Paloma Fuentes.

   Apenas puedo juzgar aquí la fotografía, responsabilidad de Cristhian Lage, ya que la proyección no fue todo lo buena que hubiéramos deseado, en muchos momentos de una oscuridad que impedía el correcto visionado de la cinta, pero desde luego a este respecto se podía intuir un trabajo cuidado de luces y colores que, de haberse podido ver en condiciones, hubiera revelado un exquisito equilibrio.

   El guión, la trama en sí, no terminó de convencerme, pero la atmósfera conseguida gracias a una realización que va mucho mas allá de lo correcto, consiguió atraparme hasta introducirme emocionalmente en la historia, apoyada sin duda por una banda sonora musical realmente buena, mérito de Gonzalo Díaz Yerro, pero que quizás en determinados momentos me resultó excesiva en su uso, no en su forma.

   Respecto al montaje, me pareció intuir muchísma tijera en la sala de edición. No sé si esto es bueno o malo, ya que no sé si lo que se quedó fuera lo era o no, pero en lo que se refiere al ritmo narrativo, exceptuando algún momento muy puntual donde pude apreciar alguna que otra arritmia, Martinón lleva al espectador hasta donde quiere con mano hábil.

   "Maresía" cuenta la historia de Lilian, (espléndidamente interpretada por Guacimara Correa), una mujer casada con un hombre mucho mayor que ella (un magnífico Roberto Kuzmanich) que descubre que su marido no puede tener hijos. 
   Esto abre una crisis en la hasta ahora feliz pareja, crisis que se ve agravada por el regerso al pueblo de Dani (un no menos espléndido Mingo Ruano), el primer amor de la adolescencia de Lilian.
   El tal Dani es lo que en mi barrio llamaríamos "un poligonero"... y ya está el drama y el conflicto servido.

  Lo que sigue está narrado de forma exquisita, con un predominio del factor visual sobre la palabra hablada, donde esos insertos de los deprimentes paisajes semi desérticos del norte grancanario contribuyen a transmitir al espectador el estado de ánimo de los personajes.

   Así pues, al humilde juicio del que escribe, un notable alto de nota media para Martinón y su largometraje, cinta que, por cierto, los espectadores que no se acercaron ayer al Monopol tendrán la oportunidad de ver en la TV Canaria el próximo día 30 de Mayo por el día de Canarias, y a la que deseamos un largo recorrido por los festivales de cine.
   Sin duda, esta "Maresía" se lo merece.