viernes, 19 de abril de 2013

La Nada en las rendijas

   
Cuando aprendíamos el ABC de la narrativa, nos enseñaban que la elipsis era una herramienta que nos permitía obviar aquellos momentos superfluos de la trama.
   Los instantes en los que "no pasaba nada" se eliminaban, dejando unos huecos narrativos que por inercia, el espectador tendía a rellenar por mi si mismo.

   Pues ahora, tras finalizar mi labor de montaje de la película "la nada cotidiana", y poder acceder al cuadro completo, creo que lo que su realizadora, Fátima Luzardo, ha hecho, es ni mas ni menos, crear una película con esos huecos, con esos instantes que se quedaban en las rendijas que la elipsis ocultaba.

   Y hay que ser muy valiente para hacer algo así, una historia construída a base de los momentos "aparentemente" sin importancia en la vida de los personajes.

Claro que para hablar "de nada" hay que saber hacerlo.

   Para mi ha sido toda una experiencia. Nunca había montado un largometraje y creánme que he aprendido lo que no está escrito.
   Muchos meses, muchos planos, muchas dioptrías perdidas, pero a cambio todo un proceso creativo del que me siento orgullosamente partícipe.

   Cierto que a veces la cosa se me hizo cuesta arriba, y parecía que nunca íbamos a terminarla. Cierto que la distancia entre dos islas de la realizadora y mi ordenador dificultó la tarea.
   Pero agradecido inmensamente por la confianza que Fátima depositó en mi para confiarme su montaje.

   Tardes y tardes dedicadas a revisar planos y tomas...
¿La toma 1 o la 2?
-Pon la 1 a ver...- -Ahora pon la 2- -mmm...ahora pon la 1...-

Etalonado, montaje. títulos de crédito etc etc...

Pero ya la tenemos, recién parida.

A mi, particularmente, intentándo verla lo mas objetivamente posible, me parece un gran trabajo, una pequeña joya, sensiblemente rodada y una mirada muy muy personal de su directora, lo cuál, a mi juicio le otorga un valor doble, alejándose de clichés convencionales y de concesiones al público.

Y es que "La nada cotidiana" no es para todos los públicos. Sólo puede verse y asimilarse desde la sensibilidad necesaria.

   Se que hay determinado espectro de público a la que no le gustará nada esta película. Pero también sé que su directora no la hizo para ese público.

No pasa nada.
Los gustos son personales, y eso es lo bueno de este arte.

Nos vemos en el cine.