El blog desde las vísceras de la indigencia cultural por Daniel León Lacave
miércoles, 9 de enero de 2013
El monstruo de ocho patas
Con frecuencia escucho, de nosotros mismos, relizadores canarios, que lo que nosotros hacemos no puede considerarse cine.
He escuchado frases como: "Yo hago películas, sí, cortometrajes, pero eso no es cine. El cine es otra cosa".
Y no dejo de preguntarme qué es esa otra cosa.
No lo entiendo ¿Lo que hacemos no es cine porque no lo rodamos en celuloide sino en soporte digital? Si fuera así, "El ataque de los clones" de George Lucas no sería tampoco cine...
¿O nos referimos a que nuestros trabajos están "fuera de la industria"?
Este punto de vista es interesante. "El cine es un industria, y todo lo que se ruede sin ese carácter industrial no puede ser considerado cine."
Pienso entonces en, por ejemplo, cintas como "Clerks" de Kevin Smith, que se rodaron de forma independiente con los mínimos posibles completamente al margen de la industria. ¿No es cine "Clerks"?
¿O es que no adquirió la etiqueta de "cine" hasta que la película fue adquirida por una productora oficial? ¿Antes de eso no lo era y después sí?
Sinceramente, creo que hay ciertos complejos en todo esto. No nos arevemos a calificarnos a nosotros mismos como "cineastas" porque nos resulta prepotente y egoíco, y nos rebajamos la calificación para quedar bien.
Yo, particularmente, creo que lo que hacemos sí que es cine. Cine no industrial, cine amateur, cine pobre, cine no profesional, cine indigente, incluso cine malo, sí, un cine de mierda, vale, pero cine al fin y al cabo.
Así que con un par, sin complejos.
Contamos una historia a través de imágenes en movimiento capturadas en un soporte, ya sea digital o fotoquímico.
Y eso es el cine, creo yo: La necesidad de capturar, atesorar y trasmitir la realidad en movimiento que nos rodea.
La necesidad del cavernícola dentro de la cueva de observar al jabalí pintado en la pared, y ver como corre velozmente.
El cine es ese mosntruo de ocho patas, no es más que eso.