En los últimos días hemos leído y escuchado el problema que amenaza a la Escuela de Actores de Canarias.
No voy a reproducir aquí la nota ésa que circula por internet, ya que entiendo que todo dios la ha leído ya en facebook, y no es cuestión de ocupar el ciberespacio con más de lo mismo.
Pero vamos, en resumen, el problema es, como no, presupuestario.
Por lo visto, los recortes se han pasado por la piedra un 40 % del dinero destinado a la Escuela, lo cuál, y de facto, significa imposibilitar el normal desarrollo docente del centro.
Sé de primera mano que hay profesores que llevaban meses sin cobrar su sueldo. Meses, nada grave, a menos que tengas la absurda costumbre de comer todos los días. Costumbre en desuso por otra parte.
Y aquí el debate excede ya los límites de subvenciones sí, subvenciones no, porque ya no estamos hablando de "darle dinero a unos tipos para que rueden sus cortos".
No. Esto ataca directamente a la base, a la línea de flotación. Ataca a la formación, a la educación, al origen.
Y es un desprecio en toda regla por parte de las administraciones, menoscabando la importancia de unas enseñanzas artísticas que parecen considerar de segunda categoría.
Eso sí.
Lo que sí que van a hacer es crear ¿cómo era? ah sí, un Observatorio Cultural, formado por vete tú a saber quién, para no sé que demonios de registrar y observar, nunca canalizar, el desarrollo cultural de nuestro archipiélago.
Cojonudo. Más canapés para los amigos y cuñados que bien remunerados no han visto nada que se parezca de lejos a un teatro o a un set de rodaje. Plas plas plas aplaudamos todos.
Para eso sí hay dinero... para crear cultura no, pero para observarla sí...
Pues nada. Observen, observen.
Se cargaron el Festivalito, ahora van a por la Escuela de Actores, que ha sido la fuente que ha regado los campos culturales canarios, aportando el talento que de otra forma, tendría que haber emigrado a tierras más frías.
¿Qué será lo próximo? ¿acabarán con el festival de Cine de Las Palmas?
Pues nada. Viva el Observatorio. Sigan así, que pronto no quedará nada que observar.