El blog desde las vísceras de la indigencia cultural por Daniel León Lacave
lunes, 23 de noviembre de 2015
El Sueño de Noodles
Cuando finalizó la proyección de la premiere de "Érase una vez en América" en Roma, un espectador se acercó a Sergio Leone y le felicitó por la maravillosa película que había hecho:
-Felicidades Sr. Leone, pero, permítame una pregunta ¿Qué significa el plano final, esa sonrisa de Noodles mirando a cámara?-
-Bueno, ha visto que la película empieza y termina en la misma secuencia, con De Niro en el fumadero de opio, así que quizás, solo quizás, todo lo demás en la película no sea mas que...
El espectador le interrumpió:
-No, no, por favor... prefiero no saberlo...
Yo debo de haberla visto al menos unas veinte veces, y cada vez me convence mas esa teoría, que toda la tercera parte, el segmento en el que los personajes son ya unos ancianos, no es mas que un sueño de Noodles producto del opio.
Varios detalles refuerzan este pensamiento. El enigmático final del personaje de Max (James Woods)... ¿Se arroja dentro de ese puñetero camión de basura o no? ¿Simplemente desaparece de la vista de Noodles?
El monstruoso camión de basura lleva pintado un número 35 en su carrocería, los mismos 35 años que dicen que han pasado desde que Noodles desapareciera, después de "traicionar" a sus amigos.
El Reloj de Fat Moe, detenido hasta que Noodles devuelve la llave.
Y sobre todo, Deborah.
Una Deborah que no ha envejecido a pesar de esos 35 años. Que mantiene el mismo rostro joven que Noodles viera por última vez tras la ventanilla del tren, después de la desagradable escena de la violación.
¿Sueño e ilusión? ¿Clarividencia premonitoria? ¿Expiación por la culpabilidad de haber provocado la muerte de sus amigos?
Lo cierto es que esta teoría me toca un poco las pelotas. No me gusta que me cuenten una historia que me entusiasme y que al final resulte que todo es un sueño, como en Desafío Total o en La Mujer del Cuadro, así que siempre que saco este dvd de mi estantería y lo meto en el reproductor, hago un auténtico ejercicio de autoengaño y paso por alto todas esas señales, dedicándome únicamente a disfrutar de la trama quebrada que Leone nos propone.
Ésa es una de las grandezas de esta película, que la explicación queda abierta a la interpretación que cada espectador elija.
El ya citado: -No, no por favor... prefiero no saberlo...
Ésta es para mi una de las mejores películas de la historia del cine. Es al cine lo que El Guernica a la pintura. Un impresionante fresco cuya temática, el cine de gangsters, es circunstancial. Es un manifiesto existencialista sobre la vida, el paso del tiempo, la amistad, el amor, la brutalidad del ser humano etc etc, contada, eso sí, con una violencia mas que justificada dramáticamente a través de la mirada de unos personajes odiosos a los que sin embargo coges cariño porque los has visto crecer ante tus ojos.
Todo lo demás, la mafia, los sindicatos y políticos corruptos y los disparos en el ojo no son mas que una anécdota.
Si a todo esto le sumas la que probablemente sea la mejor banda sonora musical de la historia (Morricone no ganó el Oscar porque los inútiles de los productores se "olvidaron" de incluir la música en su versión americana), una puesta en escena impecable y unas interpretaciones magistrales, pues podemos decir que estamos ante La Obra Maestra, todo en mayúsculas.
La última película de Leone en donde echó el resto y que terminó acabando con él.
Toda la pelea que mantuvo para que su película, pensada hasta el último detalle para ser montada de forma quebrada, no se editara de forma lineal y cronólogica, tal y como se exhibió en un principio en Estados Unidos, acabó por afectar a su corazón.
Cuenta su hija en una entrevista que, mientras se encontraba inmerso en la pre-producción del que hubiera sido su siguiente film, cuando le diagnosticaron su afección cardiaca, supo que la única solución pasaba por un trasplante:
-¿un trasplante?- excalmó Leone -ahora mismo es imposible, estoy preparando una nueva película-
jueves, 22 de octubre de 2015
Reflexiones para después del Catálogo. Ya me dirán...
Aún con la resaca a cuestas de estas dos intensas jornadas de presentación del catálogo Canarias en Corto, y un poco aturdido todavía por vuelos, horas de sueño perdidas y desperre económico, encuentro un hueco para sentarme ante la Nube y analizar las reacciones anteriores y posteriores al acto.
Veo, por ejemplo, un video en un reportaje de televisión anunciando la proyección, en el que se destaca como valor positivo que todos, los siete cortos integrantes de este catálogo están rodados de forma independiente, sin ayudas públicas ni subvenciones.
Leo también la crítica que en su blog materializa nuestro compañero Josep Vilageliu.
Leánla AQUI y podrán comprobar que resalta el mismo aspecto.
Parece ser que, para todos ahora, es digno de alabanza que, tras la desaparición de las subvenciones públicas, la política de ayudas y la estampida (como dice Josep aunque mas diplomáticamente que yo) de las productoras audiovisuales abandonando la producción cinematográfica autóctona, los cineastas canarios hayan seguido adelante de forma independiente y se siga rodando cine en nuestra tierra autoproduciéndonos nuestras propias obras.
Este año es el primero en el que se aceptan cortometrajes sin que estos hayan de venir avalados por una productora audiovisual legalmente constituida con mas de doce meses dada de alta en el sector.
Algo que algunos llevábamos años reclamando, argumentando que eso cribaba a los realizadores que no podían pagarse su seguro autónomo, y nadie, la verdad, nos hizo prostituto caso.
¿Porqué ahora sí, así de repente, este cambio de normativa? Que buen rollo de repente...
¿O no será que este año no había forma de hacer un catálogo tras la ya nombrada espantada de las productoras habituales que años atrás se hacían fuertes en el catálogo como de un coto privado, impidiendo el acceso a independientes?
Y ahora resulta que "los cineastas canarios siguen rodando, por amor al cine, contra viento y marea..."...
Algunos llevamos rodando así mas de una década. Este año estoy presente con mi cortometraje en este catálogo pero es que tengo 17 cortometrajes mas, el trabajo de 13 años de mi vida. Y algunos de esos cortos que, desde mi punto de vista son mejores que éste, ni siquiera tuvieron la oportunidad de ser aceptados o rechazados por el comité.
Y aquí viene mi pregunta / reflexión:
Cuando vuelvan las subvenciones y las ayudas ¿Volverán a cambiar la normativa para que sólo a través de productoras podamos acceder a ellas?
Te aseguro que algunos de nosotros seguiremos sin poder pagarnos un seguro autónomo y con la nevera vacía, currando los findes en ese restaurante o rezando para que nos salga alguna casa para pintarle las paredes.
¿Seguirán siendo dignos de alabanza nuestra pasión y nuestro empuje y nuestro amor a lo que hacemos?
¿A lo mejor merecedor de alabanza sí, pero de apoyo ya no?
En una sola frase: ¿Seguirán necesitándonos?
Bueno yo, a lo mío, que es esto...
martes, 20 de octubre de 2015
El Catálogo nos hará libres
Los que esta noche en Santa Cruz y mañana en Las Palmas se acerquen a ver el nuevo catálogo de Canarias en Corto organizado por el Gobierno de Canarias tendrán la oportunidad de ver los siete cortos canarios seleccionados este año para representar el cine canario (¿?) por el mundo.
Siete cortos, Siete de entre ¿cuántos?. No sé cuantos se presentaron, pero una vez leí una estadística que rezaba que en Canarias se rodaban al año entre 600 y 700 cortos.
Que ya son cortos eh... y más para una región periférica, donde pagamos la lejanía, la insularidad, la fragmentación territorial y la ausencia de ayudas, por no hablar de la inexistencia absoluta de algo parecido a una industria cinematográfica y audiovisual.
Así que 600 cortos son ya de por sí un éxito en toda regla para la creatividad, aunque no tanto para todas esas personas que los realizan, dirigen, producen, interpretan, maquillan, toman sonido, editan etc etc , no ya sin ver un euro de beneficio, sino gastándose los pocos que tienen en el boslillo.
El catálogo de este año es , para mi, especial. Tengo que agradecer a Canarias Cultura en Red el cambio de normativa, mediante el cuál este año sí que pueden presentarse trabajos independientes, indpendientes del todo, sin medias tintas, ya que en ediciones anteriores solo se admitían obras que vienieran presentadas a través de una productora audiovisual legalmente establecida. Lo cual te obligaba, si querías acceder al catálogo, a pagar doce meses de seguro social autónomo cuando ni siquiera tenías actividad lucrativa. Para que luego tu corto ni siquiera entrara en la selección... (cuando la mayoría de nosotros no tenemos ni donde caernos muertos)
Una medida que solo tendría sentido si existiera una industria del cine en nuestra tierra, pero que en la práctica tan solo servía para hacer una criba previa imposibiltando el acceso al catálogo a muchos indigentes culturales.
Y es gracias a este cambio que ustedes, esta noche y mañana, podrán ver determinados trabajos que jamás hubieran llegado a ver con la normativa anterior.
Ahora la normativa es justa. Todas las voces y todas las opciones en la misma linea de salida. De hecho, muchos de los nombres que hoy presentan obra nunca había estado anteriormente en el catálogo. Y no porque no lleven años rodando...
Algunos dirán que al no haber subvenciones a producción, lo que veremos esta noche es el resto. Dirán que son trabajos que, de haber productos subvencionados, no podrían competir en calidad, y que es por esa desaparición de cortos oficiales que están esta noche aquí.
Puede ser. Desde luego, poco podíamos competir nosotros con nuestros cortos de trescientos euros con los ¿espectaculares? trabajos de 20.000 euros de presupuesto.
Pero lo cierto es que la pobreza nos ha igualado a todos, y que yo sepa, nadie les ha impedido a los ex-subvencionados habituales seguir rodando por su cuenta y riesgo, con dinero de su propio bolsillo, como hacemos los demás.
Y sin embargo, nada queda de aquellos repetitivos nombres que una y otra vez aparecían en catálogos anteriores cuando solo se admitían copias en 35mm y avalados por productoras legales. Yo hace años que no veo nada nuevo suyo ¿Dónde están? ¿Ya no ruedan? ¿Quién sin subvención podía tener una copia en 35mm, cuando kinescopar era mas caro que rodar?
Y además, cuando, tardíamente, CCER empezó a aceptar la realidad y a admitir trabajos en digital, y empezaron a competir cortos independientes (aunque aún fuera obligado venir avalados por productoras constituidas) con los 35mm subvencionados, el primer año ya se cayeron de la lista algunos de estos últimos dando paso a nuevos nombres y nuevas caras.
Entró aire por la ventana y dejó de sonar la música de El Padrino.
Así que esta noche es para mi el primer catálogo libre, y a los que vayan a verlo les voy a pedir un favor. Si aplauden a estos siete cortometrajes, recuerden que no les ha costado ni un solo euro, que ninguno ha sido subvencionado, que todo nos lo hemos pagado nosotros sin recuperar la inversión, y además, ustedes esta noche los verán gratis, con la entrada libre. Nosotros no veremos un duro,
Y otro favor: Cuando vean estos siete cortos, apaludan también a los otros 593 cortometrajes canarios que se han hecho este año. Sin duda el esfuerzo lo merece.
martes, 13 de octubre de 2015
Como editar una película sin caer (más) en la locura
Ciertamente el cine mudo se prestaba a ello. el actor movía la boca y luego el montador escribía lo que le viniera en gana en el intertítulo.
Eso explica porqué hay como seis o siete versiones del Metrópolis de 1927 de Fritz Lang y cada una con una trama y un mensaje diferente.
Bueno, aunque he de admitir que Metrópolis es un caso especial, ya que cada dos o tres años aparece una bobina nueva en algún sótano o archivo y los productores y vendedores de dvd´s corren a hacer el (esta vez sí que sí) montaje definitivo.
Y ahí estamos los gilipuertas como yo que lo compramos una y otra vez. Debo de tener como cuatro dvd´s de Metrópolis en mi videoteca. (De hecho, Metrópolis es el Blade Runner del cine mudo)
Esta alteración del montaje en el sonoro es mas dificil de hacer, pero no es imposible.
Cuando editas una película, tu primer montaje es el que tenías escrito. Colocas las escenas por orden de guión y das dos pasos atrás, miras el cuadro completo y sacas conclusiones.
A veces no funcionan las cosas como esperábas.
A veces hay arrítmias narrativas. A veces el paso de una escena a otra no está bien explicada, y a veces te sobran escenas que, o bien son reiterativas, o bien sacan al espectador de la trama. Y hay que estar preparado para renunciar, alterar, recortar etc etc...
Por eso el montaje es, en el fondo y aunque no lo parezca, la parte mas dificil de la creación de una película.
Yo tengo mi técnica de montaje, que igual no es la buena, vete a saber, pero a mi me funciona.
En primer lugar, lo mas importante es que montes tú mismo. No busques a un operador de edición al que tener que estar explicándole lo que quieres hacer, porque lo que quieres hacer cambia con una facilidad vertiginosa y vas a volver loco al pibe con tanto pa´lante y pa´tras. Aprende a manejar tú mismo el programa.
También es importante que edites en tu propia casa con todo el tiempo y la distensión que necesites.
Mi primera película la edité en un estudio que estaba a 30 km de mi casa. Iba un par de horas al día, y con la presión del tiempo limitado hacía lo que podía.
Si editas en tu propia vivienda, y a las cuatro de la madrugada te viene de pronto la solución a esa secuencia que no cuadra, no lo dejes pasar porque igual por la mañana ya no está. Levántate de la cama y enciende el ordenador.
Otra cosa. Edita tú solo. Sin nadie a tu lado. Habrá quien te diga lo contrario. Que cuatro ojos ven mas que dos y que es bueno tener una segunda opinión para no perder la perspectiva.
Y es cierto, pero solo en parte.
Yo, al menos, soy un espíritu nervioso y durante la fase creativa lo soy aún mas. Mientras edito, necesito levantarme cada dos por tres, dar vueltas por la casa, ir en calzoncillos sin que la ropa me moleste, abrir la nevera a ver que hay... (que normalmente no suele haber mucho... que somos artistas).
Necesito parar tres minutos y ver en el YouTube esa canción que sin saber porqué se me ha metido en la cabeza.
Cuando acabo con una secuencia me levanto, pongo la tele y veo cuatro o cinco minutos de ese capítulo de Los Simpsons, la apago antes de que termine y vuelvo a la mesa de montaje.
¿Se imaginan todo eso con un ayudante de montaje a tu lado?
Eso sí. Cuando tengas el trabajo avanzado si debes enseñárselo a alguien para que te dé su punto de vista porque es verdad que se pierde la perspectiva y entonces sí que necesitas una segunda opinión. Pero nunca antes.
Y lo mas dificil. Decidir que ya das por terminado el montaje.
Las posibilidades, variaciones y permutaciones son infinitas. Las opciones son tantas que la duda a veces te come por dentro, y pruebas y pruebas, y cambias y mueves, no porque lo que tengas no funcione, sino por ver si de tal o cual manera puede mejorarse.
Pero en algún momento tienes que parar y darlo por bueno.
Lo jodido es que cuando vuelves a ver tu película dos o tres años depués te das cuenta de que podrías haberlo hecho de otra forma, alguna de las que no intentaste, y te entra un frustre que se caga la perra.
Bueno. Que estoy seguro de que a Wyler le hubiera gustado tener un ordenador con el Final Cut en casa.
lunes, 12 de octubre de 2015
Los Días Vacíos (VIII). De la pastelada comercial al drama social.
![]() |
Los Días Vacíos |
En una ocasión, el oh capitán mi capitán Josep Vilageliu comentó en su blog "En pos de la ballena blanca" aquello de que los jóvenes cineastas canarios andaban mas preocupados por hablar en su cine de sus devaneos y experiencias sentimentales que de plasmar (o incluso denunciar) la realidad social que les rodea.
Y tenía Josep (como siempre) mas razón que un santo.
Se lamentaba de esto en cierta forma después de asistir a aquel catálogo de Canarias en Corto del 2012 en el que seis de los siete cortometrajes eran historias de amor.
También en ese documental sobre el cine canario que están preparando desde Trotavistas Producciones al entrevistarme me hicieron una pregunta a ese respecto.
¿no deberían los cineastas canarios reflejar la problemática social de los tiempos en los que viven?
Yo respondí que creo que estamos, como creadores, obligados. Que tenemos una especie de responsabilidad civil con la historia. Según creo me quedé bastante solo defendiendo ese fuerte.
![]() |
Los Días Vacíos |
Así todo, alguien dijo una vez que todas las historias son en realidad historias de amor.
Siempre recuerdo esa frase cuando veo el Re-Animator de Stuart Gordon... No se rían porque es verdad. Al final de la peli cuando se muere la novia del prota, él va y le inyecta el suero reanimador para rescatarla de la muerte.
Bueno. Al turrón que se me va la pinza como siempre.
Que estoy deseando que mi amigo Vilageliu vea nuestra última película "Los Días Vacíos". Y lo estoy deseando por varias razones.
Una, por supuesto, porque le respeto y admiro como cienasta y su opinión cuenta mucho para mi. Y otra es porque sé que él sabrá ver lo que hay detrás de cada plano al hilo de lo que comentábamos sobre el cine social.
Para muchos espectadores "Los Días Vacíos" no será mas que un relato de post adolescentes (o pre jóvenes), una historia de amor de idas y venidas sentimentales, o incluso una pastelada comercial cuyo target son las niñas de instituto.
Pero sé que habrá otros ojos capaces de hacer una lectura mas profunda. De ver la crítica. Habrá quien sepa ver las diferencias de clase social entre la pareja protagonista con solo fijarse un poco en los decorados de las viviendas de ambos. La relación entre el camarero sin formación y la pija estudiante universitaria.
Espero que todo eso les lleve a la misma conclusión que a mi. Que las dos problemáticas, la sentimental y la social, en el fondo se retroalimentan la una a la otra. Se imbrican, siendo una a veces consecuencia de la otra y viceversa.
Los dos temas, en el cine, son inseparables, porque también lo son en la vida real.
Así, de esta manera, una historia de amor es también un drama social, y creo que así se puede explicar en cierta medida la reflexión de Josep: el porqué de esas tendencias creativas de nuestro cine chico.
...así todo, echo de menos a Bertolucci...
jueves, 8 de octubre de 2015
Los Días Vacíos (VII). No lloraré, resistiré...
Nuestro sueño ha quedado atrás, se te ha acabado la ilusión,
ya no te engañes más...
Si para ti nuestro amor no importó
no te lo voy a reprochar, lo podré soportar...
Bueno. "Crónicas" la terminamos llorando y ésta, al menos, la hemos terminado cantando. Eso ya es algo , supongo.
Y así fue, se acabó el rodaje que nos ha tenido ocupados e ilusionados durante casi 8 meses de nuestras vidas.
Y es significativo, porque el hecho de acabar otro largo y quedarte aún alegría en el cuerpo como para estar dos días canturreando la puñetera canción de la escena debe querer decir que algo bien hemos hecho. No necesariamente la película, que igual después de montarla vemos que es una mierda como un piano, vete a saber.
No. Me refiero a que algo bueno hemos hecho en la vida aunque no sea algo que tenga un mínimo de sentido.
Aunque, a decir verdad, en un momento del rodaje de la última secuencia, en uno de los pocos momentos en que mi mente me permitió olvidarme de ángulos, ópticas y planos, miré a mi alrededor y de pronto vi a unas 30 o 40 personas currando, y me di cuenta de que estaban allí sólo con la única misión de convertir en realidad un plano que surgió de mi cabeza. Y me acojoné, en serio, porque eso es una responsabilidad tremenda, ya que si uno no está bien de la cabeza, estás arrastrando a esas personas al abismo de una pérdida absoluta de tiempo.
Sólo te pido que recuerdes corazón
que de mi te he dado todo
sin una condición...
Así que sólo puedo estar agradecido a todos los que han estado ahí durante este rodaje, porque esta película es algo muy especial para mi. En primer lugar porque fue el primer guión de largometraje que escribí en mi vida, y ha estado durmiendo en los cajones virtuales durante mas quince años, hasta el punto de llegar a pensar que jamás se llegaría a rodar. Y en segundo lugar porque "Los Días Vacíos" es una historia muy personal y ver a todo ese grupo de cineastas plasmándola e implicándose emocionalmente en ella ha sido una experiencia increible para mi.
Y si acaso alguna duda te ha quedado corazón,
sólo mirame a los ojos y encontrarás mi amor...
Y después del último corten me giré hacia nuestro director de fotografía y susurré un "Bueno ya está ¿no?". Podría haber dicho algo mas trascendental, algo histórico, pero me lo tendría que haber traído preparado de casa ..
Unas 40 personas entre figurantes y miembros del equipo aplaudieron. Abrazos y sonrisas. Y pensé en el primer día de rodaje, cuando el equipo apenas estaba formado por cinco personas, de los cuáles dos eran actores y los otros tres éramos equipo técnico. Pensé en todo el dinero invertido, en los sacrificios económicos y personales. Pensé en esos momentos en los que parecía que la cosa no caminaba, en las dificultades, en los reveses, y también en lo que quedaba por delante. Montaje, etalonado, sonorización, masters, copias, estrenos, proyección, críticas, defender el fuerte si es que te quedan fuerzas, y en el vacío existencial que me iba a quedar después de todo eso.
Si les digo la verdad, en ése momento, pasó por mi mente borrar la película y echarme a correr, y luego decirles que me robaron el disco duro con los clips o algo así.
Bueno, solo fue un segundo, pero les juro que lo pensé.
Claro que estoy en deuda con todas esas personas que se han dejado el alma en la película.
Así que empecé a recoger equipo, a enrollar cables y a tararear
no lloraré, resistiré, aunque me muera de dolor...
...puñetera canción, sácamela de la cabeza...
martes, 22 de septiembre de 2015
Ay va lo que dijo Trueba
-Que no se ha sentido español ni cinco muntos de su vida...
-¿Y qué?
-Y lo dice mientras recoge un premio nacional, un premio español...
-¿Y qué?
-Pues que si no se siente español, no puede recoger un premio español... por coherencia debería haberlo rechazado...
Bueno... En primer lugar: No creo que Trueba haya hecho un discurso hostil anti-español. No se posicionó en un término opuesto, pidiendo la independencia de Madrid (recordemos que Trueba nació en Madrid) ni nada por el estilo.
No.
La lectura creo que es otra.
Creo que Trueba hablaba de otra cosa.
Yo no me siento especialmente español, a pesar de haber nacido en España, ni me siento especialmente canario a pesar de haber nacido en Canarias, como tampoco me siento, yo que sé, especialmente del Barrio de Escaleritas... Y creo que la palabra clave en todo esto es "especialmente".
Y Trueba tiene perfecto derecho a acceder a ese premio o a cualquier subvención porque él paga impuestos en esta administración, y con el dinero público, incluido el suyo, se mantienen instituciones culturales públicas.
Sería como decir que si no te sientes español no vayas a que el médico de la seguridad social te atienda aunque esté pagado por tus impuestos, ni que la profesora del colegio público a quien estamos pagando su sueldo para que enseñe a nuestros hijos, le pueda dar clases a mi hijo solo porque yo no me siento especialmente español.
No. Mi identidad cultural social o política y mis sentimientos no vienen definidos por un concepto geopolítico.
Yo soy camarero. Trabajo en la hostelería, y te aseguro que me siento mas identificado social e incluso culturalmente con mi compañero camarero uruguayo, o mi compañero cocinero italiano, con quien comparto sudores, explotación laboral y con quien trabajo codo a codo a diario, que con mi empresario nacido y criado en un chalét en Tafira.
También me dedico al cine, y si mañana me dan un premio al mejor largometraje en Tokio, lo aceptaré y eso que no me siento especialmente japonés...
Y si mañana vamos en el Titanic yo, el español Diaz Ferrán y un obrero de la construcción peruano, el barco se está hundiendo y sólo puedo salvar a uno en mi bote salvavidas te aseguro que Diaz Ferrán va a tener que irse nadando a Nueva York por muy españoles que ambos seamos.
Esa es mi patria, por encima de banderas y patriotismos.
(P.D: Y me puedo alegrar que gane la selcción española igual que me alegré cuando Camerún le ganó a Argentina en aquel mundial. )
martes, 11 de agosto de 2015
Soy responsable de lo que digo, no de lo que tú entiendas
- "Un año le seleccionamos a tu amigo Daniel un corto, para el Foro Canario, y cuado salió a presentarlo al escenario dijo que él había presentado cuatro cortos ese año y se quejó de que le habíamos seleccionado el que menos le gustaba... vamos a ver... si no quería que se lo seleccionaran ¿para qué lo presenta?... que no lo presente..."-
Vamos a ver.
En primer lugar, o tienes un problema de comprensión o tus recuerdos son selectivos.
-"Este año presenté cinco cortometrajes y a pesar de estar contento con la selección de "Ángeles" hubiera preferido que fuera seleccionado alguno de los otros cortometrajes ya que eran obras de un contenido mas social y crítico, y creo que, en los tiempos que corren, los creadores tenemos la obligación de hacer crítica así como los festivales tienen la responsabilidad social de ser un escaparate para mostrar dicha crítica"-
¿Alguien es capaz de ver las siete diferencias?
Pero tú, en tu línea.
Y así todo, hay otra lectura, que seguramente tú no serás capaz de entender ya que desconoces por completo la realidad audiovisual de nuestra tierra, cosa que ya te vale si diriges un festival de cine.
Y es que los realizadores tenemos también una obligación ética para con nuestros actores y técnicos, y si les convences de meterse en un proyecto y de implicarse en la creación de un cortometraje o largometraje, luego no puedes simplemente "no presentar" esa obra allá donde puedas hacerlo, porque estás en deuda con ellos y con su trabajo.
Sé que no es fácil de entender para ti, que eres incapaz de rodar ni un plano detalle que no sea de tu propio ombligo.
Y por si estoy bajo alguna sospecha del donde dije digo digo Diego, toma, el post en este mismo blog escrito en aquel momento.
http://algoquesepareceacine.blogspot.com.es/2013/06/festival-de-las-palmas-no-se-que-decirte.html
Cuídate e intenta ser fiel a la verdad cuando hables de terceras personas. Gracias.
martes, 30 de junio de 2015
Los Días Vacíos (VI). El Crowdfunding Emocional.
Un lumbreras dijo una vez, al hilo de la extinción de las subvenciones audiovisuales, que los proyectos que se realizarían sin las ayudas serían proyectos "escuálidos".
Creo que fue esa la expresión que utilizó para referirse a lo que a buen seguro él consideraba "un nivel de mierda de producción".
Bueno.
El talento creativo poco tiene que ver con el nivel de producción, aunque sí que es cierto que si entendemos el cine desde el concepto de lo vistoso, de lo visualmente llamativo, el nivel de producción sí que influye.
Todo depende de lo que quieras hacer. Si quieres contar una historia desde dentro, desde la inquietud creativa, o si quieres deslumbrar al personal con tu "mira que actores de la península famosos me traje" y "mira que RedOne de última generación me alquilé en Finlandia"...
Así todo, ya con nuestros "Días vacíos" en el timeline, puedo decir que el nivel de producción que el espectador podrá ver en pantalla dista mucho del concepto "escuálido".
Y sin embargo no hemos contado con un sólo euro proviniente de ayudas oficiales ni subvenciones gubernamentales, así como tampoco aboslutamente ningún apoyo institucional en materia de equipos técnicos.
Evidentemente, no es que el presupuesto de esta película fuera Cero. En absoluto.
No he querido echar cuentas para no deprimirme pero hasta el último céntimo ha salido de mi propio bolsillo.
Pero no es suficiente. Ojalá.
Así que si este rodaje ha llegado a buen puerto ha sido gracias a la entrega abosluta del equipo humano en lo que a mi me gusta calficar como "crowdfunding emocional".
De esta manera, los actores han cedido sus propias casas como localizaciones, han puesto sus vehiculos al servicio de la producción, han usado su vestuario propio, incluso alguno ha insistido en pagarse sus propios pasajes (aunque de eso nada Cris, no creas que no sé que te estás haciendo la loca sin decirme lo que te costó el barco).
Los técnicos han puesto sus equipamientos con el afán de conseguir la mejor toma posible y todos han asumido el concepto de que así y sólo así, es posible hacer algo digno en esta realidad audiovisual de nuestras tierras.
Y así todo, sigue siendo cine leve estos Días Vacíos, a pesar del despliegue técnico, porque el cine leve es una filosofía que se lleva dentro, un modo de rodar que nada tiene que ver con lo industrial.
Sólo así, desde el crowfunding emocional y la coproducción honesta, hemos podido levantar este largometraje con un resultado en absoluto "escuálido".
¿Y qué se necesita entonces para hacer algo así en Canarias?
Pues dos cosas.
En primer lugar un poco de dinero, y eso se consigue trabajando. Igual el término no te suena Sr. Escuálido.
Y en segundo lugar teniendo amigos. Buenos amigos que te sigan al infierno de seis meses de rodaje si tú se lo pides. Y esto se consigue siendo honesto y transparente. A lo mejor tampoco entiendes estos términos.
Apúntatelo Sr Escuálido, a lo mejor así dejas de rodar documentales "porque sin las ayudas no puedo rodar ficción" que es lo que realmente quieres hacer.
jueves, 18 de junio de 2015
Los Días Vacíos (V). Al final de la escapada.
Releo hoy ESTE post que escribí en este mismo blog allá por Noviembre, cuando empezaba a darle vueltas a la posibilidad de meterme a rodar otro largo.
Acababa el post diciendo que era imposible, al comenzar una aventura así, saber como iba a terminar.
Cierto es, sin duda.
Hoy, cuando apenas quedan dos o tres jornadas de rodaje para finalizar lo que será mi segundo largometraje, creo, releyendo aquello, que hemos superado todas las expectativas que me había fijado a priori.
En primer lugar en el aspecto técnico. Gracias a la entrada como coproductora de Onlyrec media, y la participación en producción de Sonovision Canarias y de la productora de José Acevedo, en "Los Días Vacíos" hemos alcanzado un nivel técnico con el que apenas soñaba poder contar cuando me decidí a poner en marcha esta película.
Cámara, traveling, slider, grúa, gimball y otros juguetes han sido elementos técnicos que nos han permitido dotar a la trama de un lenguaje visual del que, sin embargo, tampoco he querido abusar, ya que creo que muchos de nosotros, acostumbrados a narrar desde la carencia, nos volvemos locos en cuanto disponemos de unas herramientas como estas, y abusamos de su uso forzando el estilo para adaptarlo a las herramientas, y no al revés.
Y en segundo lugar, en los aspectos artísticos e interpretativos.
Cuando me decidí a contar una historia como esta, protagonizada por jóvenes mas cercanos a la adolescencia que a la madurez, era consciente que tendría que prescindir de casi todos mis actores habituales sobre los que he cimentado mi filmografía.
Y eso me preocupaba, la verdad.
Alguien me preguntó una vez que porqué me desangraba rodando tantos cortos, tantos trabajos abocados a la nada de los festivales y al vacío de subidas a la red.
Creo que la respuesta a esa pregunta llegó con "Crónicas del desencanto", mi anterior largometraje.
Cada uno de aquellos cortos leves fue un ladrillo mas en los cimientos del largo, ya que creo que la confianza del actor en el director es primordial a la hora de hacer su trabajo.
No creo que, por ejemplo Lamberto Guerra se hubiera sentido jamás con la suficiente libertad creativa como para improvisar aquel maravilloso monólogo de "Crónicas..." si "Crónicas.." hubiera sido nuestro primer trabajo juntos.
Y lo mismo digo de Cathy Pulido, Borja Texeira, Penélope Acín o Fátima Luzardo. Con todos ellos había trabajado anteriormente, y gracias a eso tanto ellos como yo sabíamos por donde caminábamos.
Sin embargo, en esta ocasión sabía que tendría que buscar rostros mas jóvenes, con los que apenas había podido trabajar anteriormente.
Para los papeles protagonistas me dejé llevar por la intución.
Nunca me ha gustado eso de hacer castings. Me parece un poco prepotente y onanista, aunque respeto profundamente a quien lo haga.
Creo que el casting está en los videobooks o en los trabajos que ya he visto de tal o cual intérprete, así que reviso todo eso antes de tomar una decisión, y así no le hago perder el tiempo a nadie ni hago pasar a nadie por situaciones incómodas.
Así, conté, por supuesto, antes que con nadie, con Cathy Pulido para la protagonista, ya que fue ella quien, aparte de ponerle el título a la película, la que me empujó con su entusiasmo a rodar esta historia desde el momento en el que leyó el guión. A ella debemos estar hoy aquí.
Para el protagonista masculino y el secundario seguí también la intución de Cathy, quien me recomendó a Iván Álamo en el papel principal y a Ragüel Santa Ana para el secundario de primer orden, actores con los que apenas había tenido contacto mas que en aquel rodaje leve y fulgurante visto y no visto que fue "Ruido". Y fue un acierto en toda regla. Ambos han ido entrando en calor al paso de las semanas de rodaje, alcanzando un nivel interpretativo que va mucho mas allá de lo academicamente correcto.
Y por último, para la actriz secundaria de primer orden no tenía a nadie en mente. pero un día fui con mi amigo Tonono González al Guiniguada a ver "El Renacer de Érebo" de mi colega Esteban Calderín e hice en esa cinta el feliz descubrimiento de Cristina Piñero.
Ambos salimos de la sala comentando que Cristina era sin duda lo mejor de la película, así que me puse en contacto con ella para ofrecerle el papel, papel que aceptó encantada incluso antes de leer el guión. Una joya. Un lujo tenerla en nuestra peli.
Para todos los demás papeles, unos de mayor y otros de menor relevancia dentro de la historia, fuimos resolviendo sobre la marcha que dirían los cubanos, pero me empeñé en meter a casi todos los actores ya conocidos con los que había trabajado antes y otros con los que aún no lo habia logrado.
Así, Tonono González, Pino Luzardo, Tamara Déniz, Ángel Pérez, Romina Vives, Rubén Darío, Sol Mendoza o Fran Vázquez entre otros, pasaron a formar parte del elenco de "Los Días Vacíos", incluyendo un hermoso cameo de mi gran amigo Lamberto Guerra, cameo - guiño que pocos espectadores entenderán, pero vamos, que ni falta que les hace...
Y a pesar de mis miedos iniciales por trabajar con actores desconocidos, tengo que decir que el resultado también ha superado todas mis expectativas.
He asistido a todo un derroche de talento y creatividad por parte de ellos que entre todos me han regalado para la película. Un maravilloso desfile de interpretaciones que , una tras otra ante mis ojos, han llegado a un nivel que nada tiene que envidiar al de esos actores y actrices que vemos en el cine industrial, comercial y establecido.
Talento que me hace pensar en esta generación de artistas canarios de nuestro tiempo, condenados a trabajar en oficios que no son lo suyo mientras su talento creativo se queda a la espera de poder mostrarse en todo su esplendor.
Me niego a calificarla de generación perdida, tanto a los actores como a los técnicos.
Si en Canarias la falta de industria o la falta de interés por parte de las instituciones no dan el abono necesario para que germine esta cosecha de talentos, estoy seguro que por algún sitio saldrá el Sol.
Así ha de ser.
El arte es una flor de roca, que requiere el viento áspero y el terreno duro, como dijo Alejandro Dumas.
jueves, 11 de junio de 2015
Drácula descansa
La primera vez que el cine trató de acercarse al mito de Drácula, creado literariamente por el pusilánime Stoker, no fué, en contra de lo que muchos creen, en la sinfonía del horror de Murnau de 1922, sino que, dos años antes, en 1920, en la pérfida Unión Soviética, supuestamente ya se realizó una película con el título de "Drácula".
De esta versión rusa apenas hay datos, hasta el punto de que ni tan siquiera existen pruebas reales de que llegara a rodarse jamás.
Y por si esta versión ofrece dudas, aún hay otro "Drácula" anterior al "Nosferatu" de Murnau, también procedente de la Europa del Este.
En 1921 en Hungría el director Károly Lajthay dirigió "Drakula" recayendo sobre un tal Paul Askonas el honor de interpretar al Conde rey de los vampiros.
Desgraciadamente la cinta se ha perdido y no se conserva ningún fotograma de la misma, aunque algunos aún rezamos para que en algún polvoriento sótano de algún archivo cinematográfico alguien la encuentre algún día. Ojalá.
El resto ya es conocido.
Murnau y su versión apócrifa llamada "Nosferatu" de 1922, el Conde Orlock en lugar del Conde Drácula; La viuda de Stoker y su demanda judicial obsesionada con la destrucción de todas las copias por no contar Murnau con su permiso ni con los derechos de la novela.
En Europa se destruyeron todas las copias pero, afortunadamente, algunas copias ya habían saltado el charco hacía América, lejos de la jurisdicción de los tribunales europeos.
La iconografía creada por Max Schreck y su Orlock, no se queda atrás con la que consiguió Lugosi en la siguiente versión cinematográfica, el "Drácula" de Tod Browning de 1931 para la Universal.
Curiosamente, de esta cinta se rodaron dos versiones. Una en inglés y otra en castellano.
En esa remota época del cine sonoro aún no se dominaba la técnica del doblaje, con lo cuál, si se creía que una película tenía opciones en el mercado hispanohablante, se rodaba simultanéamente otra versión, en los mismos decorados, con el mismo planning, pero con actores de habla hispana.
George Melford fue el encargado de poner en imágenes este "Drácula Hispano", con el actor Carlos Villarías, y aunque los planos son casi calcados a la versión Browning, su montaje es mas extenso, y contiene algunos planos gloriosos (como el de Reinfield sacando la cabeza como un loco por una claraboya del barco), no presentes en su hermana inglesa.
Pinchen AQUÍ y podrán ver a Villarías en plan Lugosi.
Luego Drácula se perdió en un mar de Hijas de Dráculas y Novias de Dráculas y La Zíngara y los Monstruos y Frankenstein contra Drácula y un montón de cintas que trataban de aprovechar el éxito del presonaje de Stoker que, poco a poco, iba convirtiéndose en un icono de la cultura popular.
Y no sería hasta 1958 que el Rey de Los No Muertos volviera a escribir una página en la historia del cine.
De la mano de la productora inglesa Hammer, deseosa de revivir los clásicos de terror de la Universal después del éxito de su versión de Frankenstein del año anterior, y bajo la dirección del maestro Terence Fisher, llegó la que quizás sea la mas recordada de todas las versiones.
"Horror of Drácula", titulada en el mercado hispano simplemente como "Drácula", nos regala una reinvención del mito con la impresionante creación por parte de Christopher Lee de un Conde Drácula diferente a todo lo visto anteriormente.
Si el Orlock de Schreck era un monstruo deforme, y el Drácula de Lugosi era un aristócrata bien vestido que se paseaba por los palcos de los teatros con su frac, el Drácula de Lee representa el mal absoluto, lo perverso y lo inhumano.
Es un animal maligno de bajos instintos sexuales primarios encerrado en el cuerpo de un hombre, una sexualmente actractiva bestia de ojos rojos, y a eso contribuye la escasez de diálogos por parte de Drácula, y por supuesto, el imponente físico y la magistral interpretación de Christopher Lee.
Y hasta aquí debería llegar este post.
El pobre Lee se vio obligado a repetir su creación una y otra vez en secuelas cada vez mas delirantes para la propia Hammer, y hasta una versión "fiel a la novela" de Jesús Franco mas delirante que cualquiera de las secuelas Hammer.
Todo debería haber terminado con Lee y Fisher, pero claro que no fue así.
John Badham en 1979 y Frank Langella con su "Drácula" Latin Lover, (copiando por cierto la historia de amor de La Momia de la Universal), crearon la base para que Coppola en 1992 tratara de convertir a Gary Oldman en el rey de los vampiros.
De esta versión de Coppola ¿qué decir?.
Se nos vendió como la versión mas fiel al libro y en cierta forma lo es.
Ninguna de las versiones anteriores respetaba la interrelación entre los personajes originales de la novela.
Así, en la de Browning, Seward es el padre de Mina, y Reinfield es el que viaja a Transilvania al principio de la trama, en lugar de Harker.
En la de Fisher, Harker muere al principio, y el marido de Mina es Holmwood.
En la de Coppola, Harker es el Harker de la novela, Lucy es la Lucy de la novela y todos los acontecimientos siguen lo descrito en el libro de Stoker.
Pero... Coppola tergiversa el sentido de todo, invirtiendo malos y buenos, criticando así la hipocresía de los valores de la sociedad victoriana que Stoker defiende en su novela.
Así Seward es un yonki, Van Helsing es un fanático, Lucy es una golfilla casquivana que se besa en la boca con Mina, mientras que Drácula es el "bueno" que se mueve por un amor que va mas allá del tiempo.
En fín. Juzguen ustedes.
Hubo otros actores, como Jack Palance en la interesante versión televisiva de 1974, o Kinski en el remake del Nosferatu de Herzog de 1979, que encarnaron al conde Drácula en la pantalla, pero ninguno consiguió dejar su imagen grabada en la retina popular como lo hizo Christopher Lee.
Y hoy, hace unas horas, "Drácula" acaba de morir.
El No Muerto por excelencia, el que resucitaba cansinamente una y otra vez en las cintas de la Hammer nos ha dejado para siempre.
No habrá nunca un Conde Drácula como Lee así que espero que el cine deje de una vez en paz el mito de Stoker.
Si Christopher Lee no va a resucitar, prefiero que dejen descansar en paz a Drácula.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)