lunes, 31 de diciembre de 2018

El año de la marmota

   
   Si miro atrás, hoy que acaba el año, no puedo decir que haya sido un mal año en lo que cinematográficamente se refiere.

   He conseguido dirigir dos cortos, "Como agua sucia" y "El zoo de Papel", tres si contamos el trabajo co-dirigido a dos manos, "Página en blanco" con mi amigo Josep.
   Y dirigir dos cortos en un año sigue siendo una proeza milagrosa, a pesar de todas las facilidades tecnológicas que hay hoy en día.
También fui ayudante de dirección, que es lo que mas me gusta, mas incluso que dirigir, en varios proyectos. "Norberta" y "Teatro de sombras".

Y he disfrutado viendo como nuestra "... Muñeca Rota", que dirigí a finales del año pasado, recorría el mundo por festivales nacionales e internacionales, con mas de treinta selecciones y seis o siete reconocimientos entre premios y menciones.
Pude estar presente en los festivales de Alicante, Guadalajara, Ajalvir... experiencias muy dispares pero igual de enriquecedoras.

Así que en ese sentido no me puedo quejar.
Mi nevera sigue vacía, eso sí. Pero supongo que es algo que hay que asumir si te quieres dedicar a esto.

Ya es viejo el deseo de fin de año... "para el año que viene deseo que sea el año del cine canario, que dejemos atrás la losa amateur, que podamos vivir de esto".

Todos los años lo mismo en la última uva y jamás se cumple. Sería absurdo seguir deseándolo ¿no?

El 2018 arroja así en mi caso un balance muy positivo en lo artístico, pero una mierda enorme en lo profesional, ya que son dos conceptos que deberían ir unidos, y no lo hacen.

Y ahí está el 2019 con todos esos días sin estrenar por delante.
Cobrar el paro, trabajo esporádico, algún rodaje leve y si hay suerte en las subvenciones alguno no leve...

Todo me recuerda terriblemente al año pasado, y al anterior, y al anterior...
El año de la marmota que diría Bill Murray...
Arriba excursionistas.