HACE UN AÑO, POR ESTAS FECHAS, CREÉ ESTE BLOG, MOTIVADO POR LA ESPIRAL DE SENSACIONES QUE ME PRODUJO EL FESTIVAL DE CINE DE LAS PALMAS. ASÍ QUE... AQUÍ SIGO...
La Plaza Cairasco de la capital Gran Canaria, en otro tiempo punto de partida de sanguinarias cruzadas fascistas, se convierte durante una semana al año en un ineludible punto de encuentro para los amantes de este absurdo mundillo que es el cine canario.
No tienes mas que acercarte y en seguida lo notas... hay "atmósfera", ambiente de festival...
El Festival de Cine de Las Palmas está allí. En aquella oblicua plazoleta.
Sí, bueno, vale, está en las salas de cine del Monopol, Cicca y Guiniguada, pero ahí están las películas, no el Festival.
Y es que el Festival somos nosotros, los locos, los aspirantes a cineastas, lo frustrados, los iluminattis, los preferittis, los críticos, los cámaras, los encumbrados, los suertudos, los amigos, los seleccionados, los que no están seleccionados, los nosesabebienquecoñopintastúaquí...
Esto entra en cierta forma en conflicto con la imagen de alfombra roja que trata de mantener la organización, pero la verdad es ésa.
En ese triángulo amorfo que forman el Hotel Madrid, el Gabinete Literario y el Multicines Monopol, con sus aristas en la Plaza de las Ranas y al otro lado del "barranco", nos damos cita todos tácitamente, sin necesidad de "quedar" con antelación. Sabemos que nos veremos "por allí"... que te encontrarás con gente con la que sólo mantienes contacto por el dichoso facebook, y a los que no volverás a ver hasta el próximo festival...
Las terrazas se llenan. Aquí y allá alcanzas a escuchar retales de conversaciones: -¿Ya montaste? Tengo ganas de verlo- -Pásame el archivo en quick time- -No saqué la copia en betacam digital, era muy caro...- -¿Tu corto cuando lo proyectan?-
...y "sabes" de qué están hablando, porque tú mantendrás esas mismas conversaciones esa misma tarde.
Naturalmente, se forman grupitos, que se saludan desde un extremo a otro de la terraza; La elite por un lado, los indigentes culturales por otro, los festivaleros, los chichas que vienen de la otra orilla, pero al final todos acabamos juntos ingiriendo alcohol de forma desenfrenada a altas horas de la noche.
Se levantan proyectos con la misma rapidez con la que se vacía un cubata.
Y eso, mas o menos, es todo... ah sí, casi lo olvido... también están las películas...