lunes, 10 de septiembre de 2018

Otra vez en la brecha


   Creo, sinceramente, que cada cortometraje, cada película que hacemos, por pobre que sea, por mínima que parezca, es un puñetero milagro.
   Donde no había nada, de pronto, hay personajes, mensaje, emociones humanas...

Supongo que por eso seguimos erre que erre, dale que te pego, sin renunciar jamás a proyectar nuestros trabajos al público, por minoritario que este sea. Si no ¿Para qué?

Así que si quieren ver la (pen)última hornada de Cine Leve que hacemos los últimos indigentes culturales de este archipiélago no tienen mas que acercarse este Jueves día 13 a eso de las 8 de la tarde al TEA Tenerife Espacio de las Artes, el templo del cine leve...

   La parrilla estará formada por "Tres Veces Eva", dirigida por el coleguita que les habla, con Cathy Pulido, Pino Luzardo, Tara Machín, Tania Santana y Lamberto Guerra; "La Habitación Sueca", de Esteban Calderín, con Raquel Amegashie y Yazmina Guerra; y "Página en blanco", dirigida a dos manos por Josep Vilageliu y el viejito que les escribe, con Cristina Piñero y Norberto Trujillo.

¿Qué quieren que les diga?

Creo que hay dos formas en las que los que vivimos en estas siete isletas podemos hacer cine.
O con dinero o sin dinero. Y cuando digo dinero me refiero a dinero público, claro. ¿Qué particular te va a dar diez mil pavos para rodar un corto para el cuál no hay circuito de exhibición que permita no ya ganar dinero con él, sino recuperar lo invertido?

   O sea, que o pones tú la pasta, o te presentas a subvenciones, convocatorias imposibles, y te entierras en un montón de papeleo burocrático que nada tiene que ver con la creatividad y que, como te descuides, acabas endeudado hasta el culo, buscando como justificar facturas injustificables de tantos por cientos absurdos...

   El problema está también en que si te quedas esperando por subvenciones es probable que con suerte ruedes un corto cada cinco o seis años. 
Para mi esto es inaceptable, porque a mi me va la vida y la pasión en esto...
Además, rodando de higos a brevas pierdes el pulso fílmico que mejoras cuando ruedas a destajo, y a lo mejor después no estás a la altura de la responsabilidad civil- cultural que conlleva rodar tu corto con dinero de todos. 
Hacer truños con dinero de los demás es tan cómodo.

Bueno, que me lio, y ya no sé de que iba a hablar...

Pues eso. Que los tres cortos que podrán ver el Jueves en TEA pertenecen a la opción pobre. Están casi casi condenados a la nada, llamados a engrosar las filas de los olvidados, de los "sin pena ni gloria", creados sólo por pasión existencial y desde la carencia de medios mas hermosa que puedan imaginarse.

Así que si lo que esperan es algo espectacular mejor que vayan al Yelmo.
Pero si quieren ver cine mínimo, independiente, sin concesiones, sólo miradas personales, no me falten.