sábado, 11 de noviembre de 2017

Rodar o no rodar

   
   Alguien dijo una vez que entre rodar o no rodar, ya saben, en la disyuntiva de si paralizas o no un proyecto, siempre hay que elegir rodar.

   Claro que en esa ecuación no se está teniendo en cuenta si tu financiación es propia o es dinero público, ya que en el segundo de los supuestos existe una especie de responsabilidad civil cultural en rodar con un presupuesto que ha salido del bolsillo de todos.
Quiero decir que te han dado esa pasta y tienes que hacerlo bien, estar a la altura, no hacer una cagada vamos.

   Y es entonces cuando la disyuntiva se complica, ya que si uno rueda con su propio dinero pues mira, es tu problema si haces una mierda pinchada en un palo, pero malgastar el dinero de la gente en algun capricho cagada mental tuya...

   El proyecto que vamos a acometer la semana que viene ha estado tambaleándose en la cuerda floja de la cancelación durante toda la preproducción, pero no por dudas metafísicas como la anteriormente relatada, sino por las absurdas condiciones y normativas que impone el Gobierno de Canarias para otorgarte el presupuesto concedido.

   Una reglas que dan las espalda a la realidad del sector audiovisual de nuestro archipiélago, y gracias a las cuáles, según tengo entendido, mas de uno ha tenido que renunciar a la ayuda y a rodar su proyecto.
Analizándolo así, ¿podríamos afirmar que el programa de ayudas audiovisuales de Canarias no garantiza una producción estable y continuada, siendo por lo tanto, un modelo inservible, aunque de esta convocatoria salgan dos o tres productos interesantes?

   Yo ya he dicho por activa y por pasiva que este modelo no funciona, pero no me voy a repetir mas. 
Voy a rodar mi corto lo mejor que sé. Si no va a estar mejor hecho es porque no sé hacerlo mejor.
Aunque he de admitir, sí, aquí en este blog, que más da si nadie lo lee... pues que he de admitir que voy a rodar con un porquito de rencor hacia mi mismo. por no haber afrontado en algún momento este proyecto por mi cuenta, sin ayudas, como todo lo que he hecho de aquí para atrás.

   Es cierto que es un guión complicado, con una producción para nada fácil si no se cuenta con cierto respaldo económico.
Por eso ha esperado ocho años durmiendo en los cajones virtuales de mi ordenador, pero también sé que al menos podría haberlo intentado.

Y así todo, con subvención y todo, si esto va a llegar a buen puerto no va a ser gracias a la ayuda económica estatal, sino al trabajo de un montón de personas que se están dejando la piel en el proyecto, mas allá del deber...
Sin ellos ya tendríamos que haber renunciado a la subvención hace tiempo. 

Bueno, que eso, que entre rodar o no rodar, hay que elegir siempre rodar.