miércoles, 9 de diciembre de 2015

Imágenes Inaceptables


"Habría que crear imágenes inaceptables. Que la gente eche espumarajos de rabia. Hay que obligarlos a comprender que viven en un mundo muy raro. Un mundo que no es nada tranquilizador. Un mundo que no es como ellos creen"
(Pablo Picasso)

   Siempre que leo esta frase recuerdo el mismo ejemplo; el Frankenstein de James Whale de 1931.
¿Recuerdan la escena del lago entre el monstruo y la niña?
Ambos están tirando las flores al agua, se acaban las flores y el monstruo se abalanza sobre la niña. El plano se corta y pasa a otra secuencia, la del baile en el pueblo.

   Esa elipsis, que resulta realmente genial, no es premeditada sino producto de la censura del estudio. Si tienen la oportunidad de visionar un montaje completo "sin censura" que se elaboró hace algunos años (yo lo tengo grabado en VHS, bendito VHS) comprobarán que le escena del lago continuaba.
   El monstruo se abalanza sobre la niña, la toma en brazos y la arroja al lago para luego huir despavorido.
   La Universal consideró que esa parte de la escena era demasiado fuerte para ser mostrada al público de la época.



   Pero lo que consiguió fue que el espectador rellenara esa elipsis a su antojo, imaginando lo que el monstruo le había hecho a la niña, cualquier cosa mas horrible que simplemente el hecho de tirarla al lago.

   Muchas veces, en el cine actual se ha olvidado esa lección. Se ha perdido la elegancia de lo sutil, sin entender que exacerbando el concepto sólo consigues diluir el mensaje.
Cuando Picasso hablaba de crear imágenes pertubadoras no se refería necesariamente a mostrarlas explícitamente, sino a darle forma en la mente del espectador.

   Así, películas como "Irreversible" o "Saló" adolecen de esta falta de sutilidad, diluyendo su mensaje eclipsándolo tras un efectismo de dudoso gusto.



¿Qué porcentaje de espectadores fueron capaces de asimilar en "Irreversible" aquello de "el tiempo todo lo destruye"?
¿y cuántos te dicen "ah sí, esa peli en la que a la Bellucci le dan por el culo a lo bestia"?

   Claro que el efectismo te ayuda a vender tu película. ¿Que sería de Larry Clark o de Gaspar Noé si no trataran de provocar con imágenes lo mas desagradable posible?

   Recuerdo una escena de "El Tercer Hombre" de Reed, en la que Cotten visita un hospital infantil para ver las secuelas que ha dejado en los niños la penicilina adulterada de Harry Lime.
   Cotten recorre las camas del hospital y Reed nos muestra únicamente su rostro, sin que veamos nunca los estragos en los niños. 
   Eso es elegancia al rodar, claro que tener a un actor como Joseph Cotten ayuda bastante para trasmitir algo así sin mostrarlo realmente.


   Quizás eso es lo único bueno que tuvo la censura, que contribuyó a que los directores inventaran todo un lenguaje basado en la elipsis y el fuera de campo, lenguaje que algunos han sido capaces de heredar, y otros han preferido no hacerlo.

   Yo, al menos, tengo claro lo que prefiero ver.