Ya no había ese Hotel Madrid ni ese vestíbulo del Monopol. Eso me resultó extraño, la verdad.
Ahora nos vemos todos delante del Guiniguada, en esa especie de placita que lo es pero no lo parece.
La terraza que está allí mismo no invita a sentarse, no sé por qué. En Las Ranas veías todo cristo sentado tomando sus nesteas y sus cafés. "Mira, allí está fulanito sentado con menganito"... "¿Quién?"... "Sí hombre Menganito, el de aquel corto que.."...
Pero este año no. Todo el mundo de pie allí como esperando la guagua.
Caras conocidas a las seis de la tarde. Muack muack, dos besos. Un abrazo. Un "te leí en facebook", o "sigo tu blog". Tipos que no se saludan unos a otros aunque se miran de reojo. "Mira, allí está el gilipollas ese".
Confusión en las acreditaciones, en donde se sacan las entradas.
Al entrar ya la sala es otra. Físicamente no es como otros años. Asientos en abanico, piso de arriba. Que sí, que está guay, pero no es como otros años.
Presentaciones. Cortometrajes, casi todos en inglés, que no se diga que esto no es el foro canario.
Salimos. Comentamos en el hall, y en la falsa placita. La terraza sigue sin invitar a sentarte.
Vuelta pa dentro. Mas presentaciones y un largometraje en el que yo había trabajado. Rueda de "preguntas" en la que nadie pregunta nada. Así de frío está el público.
Salimos otra vez. Miro a la terraza y veo que hay dos personas allí. Bueno, es tiempo de kebabs, y con mis dos compinches hacemos una escapadita rápida al mercado de Vegueta para meternos entre pecho y espalda un döner de esos.
Volvemos a entrar, tras la liturgia de mostrar la acreditación a cambio de la entradita.
Discurso de inaguración, con palabras acertadísimas que seguramente le pasarán factura a su dueño.
Proyección de varios documentales en 16mm, antiguos, con ese blanco y negro fotoquímico que ya no existe por desgracia.
Y nos recogemos. Pasamos por Las Ranas y vemos que allí sí que hay gente del cine sentada. Es el otro lado del "barranco" y han preferido cruzarlo desestimando las terracitas colindantes al Guiniguada. ¿Por qué? Cuestión de tradición, imagino.
Tiro millas para La Alameda y pillo allí la guagua.
Ya habrá tiempo de cubatas y conversaciones absurdas en estos cuatro días de cine canario que aún restan por delante.
Lo mejor del día, sin duda, el kebab...
