viernes, 9 de febrero de 2018

2018- El Catálogo de la reflexión

   
   La semana pasada en Tenerife, y esta noche en Las Palmas, con una semana exacta de diferencia, el Gobierno de Canarias a través de Canarias Cultura en Red ha presentado al espectador (?) canario el último Catálogo Canarias en Corto, formado, como siempre, por siete cortometrajes canarios.

Llama la atención cómo cada año la muestra es tan diferente con respecto a ediciones anteriores. Por un lado porque el comité de selección está formado por diferentes personas, pero quizás también porque los realizadores canarios formamos un colectivo tan heterogéneo que el espectro creativo se revela tan amplio como para dar cabida a miradas casi únicas.

Sin embargo,  a pesar de la diversidad, creo que este Catálogo se unifica de forma coherente en la invitación constante a la reflexión a la que induce a su espectador.

Roberto Chinet, con su "El Gigante y la Sirena" nos invita a reflexionar sobre la vida y la muerte, el umbral de la existencia a través de un trabajo técnicamente impecable.
   Hay quien dice que este "cuentometraje" no es demasiado original, que ya se han hecho muchas veces cosas muy parecidas, y puede que sea verdad pero, a mi entender, ese juego entre lo real y lo onírico en esta ocasión concreta, presenta una curiosa variedad.
Tanto lo tangible como lo quimérico, tanto lo real como lo irreal, se nos revela en un ambiente triste y deprimente, a través de una excelente puesta en escena y una mas que correctas interpretaciones.

Así,  en la realidad del niño enfermo del hospital que inventa un cuento cuyo protagonista es una chica en coma con la que comparte planta, dicho cuento no se muestra como un sueño hermoso o paradisiaco como vávula de escape, sino que es, si cabe, mas deprimente y triste que la propia realidad.

El niño no imagina que la enferma terminal a punto de ser desconectada sea una princesa sino que en su sueño la ve como una prostituta que debe escapar de una cruda realidad. El gigante, que toma la apariencia de uno de los celadores, la libera finalmente de ambas situaciones.

Quizás la única pega a este magnificamente acabado trabajo sea su desarrollo. Se deja entrever un guión mas largo, que precisa de mas metraje para llegar a desarrollar bien los personajes y lograr la identificación del espectador con ellos.


"El Mar Inmóvil", de Macu Machín es una pieza que podría catalogarse de cine documental, o no, porque recorre un interesante sendero que va desde las imágenes iniciales de un inmenso campo de salinas, y unas señoras contando a modo documental sus recuerdos de cuando empezaron a trabajar, para ir desviándose intencionadamente hacia una puesta en escena onírica , alejándose de la primera muestra costumbrista para adentrarse en el terreno de lo surreal, de lo inverso a través de unas potentes imágenes poéticas, casi obligándonos a reflexionar a partir de un pasaje de Espinosa sobre la superposición de ambos paisajes, el real y figurativo , y el onírico.


Sobre el "Smoking Break"  que propone Iván López, hubo quien dijo que la situación que plantea es forzada y poco creíble.
Puede que sea así, a pesar de que tanto el magnífico trabajo de realización como las estupendas interpretaciones de su dúo protagonista confieren una cobertura de protección de esta trama en la que dos desconocidos se conocen a la salida de una discoteca.

Pero a pesar de ese elemento quizás forzado en el giro final de guión, creo firmemente que lo que nos plantea López no trata de ser realista, sino que por el contrario se adentra en el terreno metafórico y onírico para hacerno reflexionar sobre la vida, la muerte y el vacio existencial.
¿Es este el principio de una gran amistad? pregunta su protagonista esta cinéfila frase cuando se encuentra casi a las puertas de la muerte.
Partiendo de aquí, me da igual si la situación es poco creíble, ya que no creo que sea esa la intención de su creador.

Desde el punto de vista cinematográfico, los planos conforman unas poderosas imágenes cuya composición, estética y calculada e intencionada arritmia narrativa consigue hacer mella en el espectador.

Ángel Valiente irrumpe con su documental "29 de Febrero" en una interesante aproximación a la situación de las plataneras de La Palma, a través de la realidad de un trabajador que además de su dura e ingrata labor como platanero, tiene que cuidar a dos ancianas enfermas de su famila.
   Aquí, a pesar de que el planteamiento documental se aleja de la propuesta onírica del de Macu, nos encontramos también ante la reflexión acerca de dos realidades que se yuxtaponen.
La reivindicación social laboral convive con la lucha existencial, rematado todo por la metáfora del parásito de la mata del plátano, que al igual que los empresarios e intermediarios, necesita debilitar y parasitar para salir adelante.
Una metáfora para refelxionar, y que al menos a mi me la pone dura... rojo que es uno,  que quieres que te diga.


Luego proyectaron "La Muñeca Rota". De mi propio corto no voy a hablar aquí, pero sí decir que también intenté con él invitar a la reflexión sobre la globalización y nuestro sistema económico , y asi como despertar conciencias.
Los que tenemos hijos deberíamos reflexionar si nuestros hijos valen mas o merecen mas que los niños de los paises pobres. Deberíamos ponernos en su lugar, o mejor dicho, poner a nuestros hijos en el lugar de los de ellos.


Ya el propio Coré Ruíz avisó en la presentación que los padres deberían sacar a los niños de la sala cuando comenzara su "Osito".
Fuerte cosa desagradable.

Claro que es intencionadamente desagradable.
Descuartizamiento de un cádaver, vómitos o sexo enfermizo son algunos de los elementos que dan forma a este cóctel de mal rollo cinamtográfico.

Sin embargo, la realización es impecable, el ritmo narrativo te atrapa y la estructura dramática, que comienza con el desayuno de la pareja, continúa (entre sangre y vómitos) con el almuerzo y culmina al final del metraje con la cena de ambos protagonistas, está magistralmente calculada, relacionando la comida con lo repugnante, como en aquella de Hitchcock que se llamó "Frenesí".

Los actores están muy bien, y el juego cinematográfico de la voces fuera de los labiales, del off constante, te lleva a reflexionar sobre lo que es verdad o no, sobre la propia identidad de los personajes y sobre si lo que estás viendo está sucediendo realmente o todo está en la mente de su protagonista. Un ensayo sobre el amor y las obsesiones.

La bobina terminó con "Los Colores de la Nieve" de Cris Noda, la pieza mas corta de la selección.
Tras su aparente simplicidad y brevedad, se esconde una porfunda reflexión sobre la identidad y lo subjetivo.
No hay mas verdad que la matemática. Dos mas dos son cuatro. Cierto. Y la nieve es blanca, blanco y en botella.
Bueno. Pues Cris Noda raya en los límites de lo conceptual para poner en duda culaquier afirmación de este tipo, y hacernos reflexionar sobre lo subjetivo y la diversidad cultural. Diecinueve colores diferentes de la nieve se suceden ante nuestros ojos para hacer tambalear las sólidas convicciones establecidas.
Así, Noda alcanza la cima de la introspección y el simbolismo en apenas un par de minutos de metraje.
Esta obra está mas cerca de la video creación que de lo que habitualmente consideramos como cortometraje,y por eso algunas voces defienden que su inclusión en el Catálogo constituye el malgastar una bala en el Catálogo como herramienta de promoción.
No voy a entrar a valorarlo. O sí.
Por un lado, este cine críptico y abstracto también existe y se hace en Canarias, y TODOS debemos tener y defender nuestro espacio y nuestro derecho a mostrar nuestra mirada y recibir el MISMO apoyo por parte de las Institiciones PÚBLICAS.
Por otro lado, quizás algo tan abstracto tenga un espectro mas reducido de cara a los festivales de cine, y puedo llegar a entender el argumento de la bala.

Y eso es todo.
Estos siete trabajos inician ahora su periplo por festivales internacionales por todo el mundo y esperemos que tengan un amplio recorrido para dejar bien alto el pabellón del cortometraje canario.

Y como reflexión final, antes de irme a sobar que mañana curro temprano, me llama poderosamente la atención lo diferente que son los públicos de Tenerife y de Las Palmas.
No se reían de las misma cosas, ni en los mismos momentos. No aplaudían las mismas cosas, y los debates en ambas islas fueron muy diferentes.
Y esto no esalgo nuevo.
Llevo tres años en el Catálogo y las tres veces ha sido así... ¿Por qué?... ni idea...
Bueno me voy a sobar...