Cada año se celebra en el I.E.S. Politécnico de Las Palmas un festival de falsos teasers realizados por los alumnos de producción, y para esta tercera edición se les ocurrió contar conmigo en calidad de jurado, junto con otros cuatro compañeros del mundillo audiovisual.
¿Que puedo decir? Ha sido uno de esos días que te reconcilian con el audiovisual canario, lo que, en mi caso personal, es casi como reconciliarte con la especie humana.
(Hala que "exagerao"... sí, sí, "exagerao"...)
Ya sé lo que algunos están pensando. Que no es más que un concurso de estudiantes, de ejercicios de clase, de prácticas, de formación etc etc.
Y no les falta razón, pero yo, como dijo Joaquin Sabina, soy "igual que el sabio que no cambia París por su aldea", y tengo que decir que disfruté mas con estas pequeñas piezas de estudiantes que de muchas sesiones de cortos del Foro Canario del Festival de Las Palmas, y de algunos catálogos oficiales.
¿Y por qué? Pues primero porque había una calidad en los trabajos y un talento delante y detrás de la cámara que no esperaba encontrarme a priori, y por descubrir de pronto un par de diamantes en bruto de esos que te hacen creer que aún hay esperanza para el futuro del audiovisual canario.
Pero sobre todo porque allí, contemplando los rostros de los alumnos que esperaban nuestra decisión, pude ver una ilusión y una pasión incontrolable, de esas que sólo se pueden sentir cuando aún no sabes lo contaminado y sucio que es el mundillo audovisual de Canarias. Algo muy parecido al primer amor adolescente, antes de que te rompan el corazón.
Vimos que aquel certamen era muy importante para ellos así que nosotros cinco, miembros del jurado, Diego del Aula de Cine, el amigo Pepe Torres y Gloria y Sergio de La Competencia Producciones y un servidor, decidimos tomárnoslo lo más en serio posible.
Y muchos dirán que aquello no era importante, pero supongo que en los Oscars pensarán lo mismo de los Goya, en los Goya lo mismo del Foro Canario de LPA Film Festival... ése que a algunos les parece la panacea...
Así que estuvimos una hora y pico deliberando y finalmente otorgamos los tres principales premios. Tres premios mas una mención de entre un total de 22 trabajos.
Ganadores y perdedores...
Me hubiera gustado decirles a los alumnos que aquella resolución no significaba nada. No pasa de ser la opinión subjetiva, consensuada a base de concesiones de cinco personas. Hubiera bastado con cambiar tan solo a una de esas personas por cualquier otra para que el palmarés hubiese sido muy diferente.
Los premios no significan nada. Solo el trabajo constante y la pasión creativa importan.
Así que sí. Me alegré mucho de aceptar la oferta de los alumnos que me propusieron para jurado, y espero repetir si ellos quieren, porque es ahí, en la cantera, en la ilusión sin desencanto, donde aún se puede creer en las hadas, y olvidarte por un instante de que la falta de industria audiovisual de estas siete islas olvidadas de la mano de Dios condenará sin remedio a toda esa generación de creadores, a todo ese talento y creatividad o bien al exilio profesional o bien a desviarse hacia otras actividades que poco o nada tendrán que ver con lo que pudimos disfrutar ayer.
Quizás por fin alguien haga algo para que eso no sea así...
Ojalá...
