martes, 30 de junio de 2015

Los Días Vacíos (VI). El Crowdfunding Emocional.

   

   Un lumbreras dijo una vez, al hilo de la extinción de las subvenciones audiovisuales, que los proyectos que se realizarían sin las ayudas serían proyectos "escuálidos".
   Creo que fue esa la expresión que utilizó para referirse a lo que a buen seguro él consideraba "un nivel de mierda de producción".

   Bueno.
El talento creativo poco tiene que ver con el nivel de producción, aunque sí que es cierto que si entendemos el cine desde el concepto de lo vistoso, de lo visualmente llamativo, el nivel de producción sí que influye.

   Todo depende de lo que quieras hacer. Si quieres contar una historia desde dentro, desde la inquietud creativa, o si quieres deslumbrar al personal con tu "mira que actores de la península famosos me traje" y "mira que RedOne de última generación me alquilé en Finlandia"...

   Así todo, ya con nuestros "Días vacíos" en el timeline, puedo decir que el nivel de producción que el espectador podrá ver en pantalla dista mucho del concepto "escuálido".
   Y sin embargo no hemos contado con un sólo euro proviniente de ayudas oficiales ni subvenciones gubernamentales, así como tampoco aboslutamente ningún apoyo institucional en materia de equipos técnicos.

   Evidentemente, no es que el presupuesto de esta película fuera Cero. En absoluto.
No he querido echar cuentas para no deprimirme pero hasta el último céntimo ha salido de mi propio bolsillo.
   Pero no es suficiente. Ojalá.

Así que si este rodaje ha llegado a buen puerto ha sido gracias a la entrega abosluta del equipo humano en lo que a mi me gusta calficar como "crowdfunding emocional".

   De esta manera, los actores han cedido sus propias casas como localizaciones, han puesto sus vehiculos al servicio de la producción, han usado su vestuario propio, incluso alguno ha insistido en pagarse sus propios pasajes (aunque de eso nada Cris, no creas que no sé que te estás haciendo la loca sin decirme lo que te costó el barco). 
   Los técnicos han puesto sus equipamientos con el afán de conseguir la mejor toma posible y todos han asumido el concepto de que así y sólo así, es posible hacer algo digno en esta realidad audiovisual de nuestras tierras.
   Y así todo, sigue siendo cine leve estos Días Vacíos, a pesar del despliegue técnico, porque el cine leve es una filosofía que se lleva dentro, un modo de rodar que nada tiene que ver con lo industrial.

   Sólo así, desde el crowfunding emocional y la coproducción honesta, hemos podido levantar este largometraje con un resultado en absoluto "escuálido".

   ¿Y qué se necesita entonces para hacer algo así en Canarias?
Pues dos cosas. 
En primer lugar un poco de dinero, y eso se consigue trabajando. Igual el término no te suena Sr. Escuálido.
Y en segundo lugar teniendo amigos. Buenos amigos que te sigan al infierno de seis meses de rodaje si tú se lo pides. Y esto se consigue siendo honesto y transparente. A lo mejor tampoco entiendes estos términos.

   Apúntatelo Sr Escuálido, a lo mejor así dejas de rodar documentales "porque sin las ayudas no puedo rodar ficción" que es lo que realmente quieres hacer.