lunes, 5 de noviembre de 2012

Huérfanos del Monopol. Algo más que un cine.


"PRIMERO CERRARON EL REX, PERO NO ME IMPORTÓ
 PORQUE PODÍA VER LAS PELIS EN EL ROYAL.
 LUEGO CERRARON EL CAPITOL, PERO NO ME IMPORTÓ
 PORQUE PODÍA VER LAS PELIS EN EL GALAXY´S.
 AL FINAL CERRARON EL GALAXY´S, EL ROYAL Y..."



   Uno tras otro los vi caer. El Rex, el Avenida, el Capitol (éste aguantó más que ninguno) todos fueron engullidos por el progreso, devorados por los multicines modernos, que a su vez fueron derribados por las multinacionales con sus salas en anfiteatro y sus pantallas gigantes.

   Y claro, me pareció una evolución natural, triste pero natural, y no le di mayor importancia.
   Era un poco como aquello del video kill the radio stars, y como, de cualquier forma, seguía existiendo dónde ver las pelis, todos lo aceptamos sin preocuparnos demasiado, relegando a la nostalgia el recuerdo de aquellos cines de sala única.

   Después vino el internet, la ley Sinde sí la ley Sinde no, bla bla bla pa no aburrirles y tal, y hasta las megasalas Yelmo Cinesa hablaban de la crisis del sector mientras te cobraban 5 euros por una coca cola.

   Pues sí, toda la Galia estaba conquistada... ¿toda? no, había un pequeño multicines que resistía al invasor.
   ¿Qué cómo lo hacía? Pues gracias a una poción mágica llamada "Cine diferente", cuyos ingredientes eran programar cintas alternativas, unas películas que no podrías ver en ninguna de las megasalas ultracomerciales de la ciudad.

   Por eso, el anuncio del posible cierre del Monopol es mas preocupante de lo que parece. No se trata ya de cerrar una sala y de traspasar su público a otro pez mas grande.
   No. Estamos hablando de atentar contra la única oferta cinematográfica alternativa de nuestra ciudad.

   Y no sólo eso.
   Si nos ponemos egoístas, el Monopol era casi el último bastión para los cineastas canarios a la hora de proyectar sus trabajos en buenas condiciones en la capital grancanaria.
   Lamentablemente, Las Palmas no dispone de un TEA, como existe en Santa Cruz, sala que todos los canariones envidiamos cochinamente.
   Y hablemos claro, tampoco tenemos por aquí a nadie que se parezca a Emilio Ramal...

   ¿Y por qué? El Espacio Digital de Ciudad Alta debió convertirse en el análogo del TEA en Las Palmas, pero no ha sido así.
   Si alguien se pregunta el porqué, basta con asomarse a la sala de proyecciones del TEA y compararla con la sala de proyecciones del Espacio Digital... y... ahí lo dejo...

   "Les queda el Guiniguada" me dirán algunos...
   Bueno, corramos un túpido velo.
   Me resulta muy trsite, como cineasta grancanario, que me sea más sencillo proyectar mis trabajos en Tenerife que en mi amado Guiniguada. Asimismo, dice mucho sobre en la sociedad en la que vivimos el hecho de que sea mas viable estrenar tu película en el Monopol, que es privado, que en el Guiniguada, que al fin y al cabo, al ser público, es de todos nosotros...

   Por eso todos seremos pronto huérfanos si se confirma el cierre del Multicines Monopol, porque se trata de algo más que un cine.
   Se trata de un referente de la cultura cinematográfica canaria. Se trata también de un punto de encuentro de creadores, de una arista de ese festival de cine de Las Palmas, que va segundo en la lista de ejecuciones.

   Miremos para otro lado, como hacemos siempre, y algún día nos daremos la vuelta, y veremos un desierto polvoriento, como al final de la peli de Bogdanovich "The Last Picture Show"... o aludiendo a su título en español: "La última sesión".