Tuve la inmensa suerte de ver el documental "Otra pelea cubana contra los demonios y el mar" del realizador cubano Tupac Pinilla en el pasado festival de cine de Hendaya.
Carahatas, un pequeño pueblecito en la costa cubana habitualmente asolado por los huracanes es el personaje protagonista de esta cinta, al que llegó Tupac con su equipo de rodaje para relatar los efectos sociales que el paso de ciclones y tornados dejaba sobre la población.
Pero lo que es la grandeza del cine. Una vez allí se dieron cuenta que el verdadero documental no estaba en hablar de los huracanes, sino en la realidad social del pueblo que agonizaba por la amenaza de la inminente desaparición de la actividad pesquera como primera fuente de riqueza del pueblo.
Así que cambiaron el guión sobre la marcha.
Las dificultades para instalar una fábrica de hielo en el pueblo, el mal estado de las carreteras que conectan el pescado con el resto de la isla, sumadas a la normativa gubernamental de que los hijos no puedan salir a fanear con sus padres por aquello de proteger la sociedad del trabajo infantil y garantizar la asistencia a las escuelas, representan una amenaza real a la continuidad de la actividad pesquera, amenazando con transformar Carahatas en un pueblo fantasma en apenas unas décadas.
Resulta apasionante el poder mirar por el ojo de la cerradura y colarte en la realidad social de un país como Cuba, del que tanto se habla y tanto se desinforma.
La cámara se cuela en una reunión entre los pescadores del lugar y el enlace político del gobierno, y lo que podemos ver dista mucho de lo que nos han hecho creer aquí en Europa sobre la Cuba castrista.
Desde el punto de vista cinematográfico, la narrativa está genialmente ensamblada con una estructura que deliberadamente comienza con los testimonios de los habitantes mas mayores del pueblo, con sus recuerdos de tiempos lejanos, de huracanes pasados, de la pesca de toda la vida, hasta las declaraciones de los niños que hablan de la actualidad, de su deseo de salir a pescar con sus padres y de aprender la profesión de sus antepasados.
Ya les digo. Interesantísimo.
En Francia convencí a Tupac de que presentara su docu al Festival de Cine de Las Palmas, con la esperanza de que este magnífico trabajo pudiera verse en nuestras islas... pero ya saben como son en el Festival de las Palmas...
Así que, aprovechando un reciente viaje de mis padres a Cuba, les hice contactar con Tupac y traerme una copia del documental en un pen drive.
Así que intentaré organizar por mi cuenta y riesgo una proyección de esta "...pelea cubana contra los demonios y el mar" en nuestras islas, ya que "nuestro" festival ha ignorado su calidad.
Mas que nada porque merece la pena verla...
¿El Tea o el Monopol? ¿Quién sabe?