miércoles, 25 de marzo de 2015

Los Días Vacíos (III): a la excelencia por la indigencia

   


¿Si vieran a un grupito de seis o siete personas a las 12 de la noche debajo de un puente de la autopista que, mientras llueve torrencialmente, están comiéndose (mas bien devorando) unos bocadillos envueltos en platina, qué pensarían?

   O bien son unos indigentes o bien son cineastas leves... o ambas cosas...

El domingo pasado recorrimos la ciudad de punta a punta grabándola para nuestra película. Empezamos en Las Canteras, seguimos por San Telmo y terminamos debajo del nombrado puente en San Cristobal esperando a que la lluvia nos permitiera terminar el plan de rodaje de ese día.

   En aquella tesitura, Pablo soltó el consabido: "¿se acuerdan cuando estábamos rodando una película y terminamos debajo de un puente lloviendo a cántaros?".

   Nos reímos, claro, pero el comentario es mas profundo de lo que a priori pudiera parecer.
Dentro de un año o dos, en la noche de estreno, después de la proyección a buen seguro que nombraremos la anécdota en la barra de algún bar: "¿te acuerdas cuando...?"
   Ciertamente en ese momento maldita la gracia que nos hizo. La lluvia, el frio metiéndose en los huesos subiendo desde la planta de los pies, el hambre esperando que llegaran los bocatas y la fiebre del día siguiente, pero me apuesto el huevo izquierdo que llegará el día en que recordaremos ese puente con cariño. 
Y cuando veamos en pantalla grande la magnífica interpretación que se marcaron los dos actores en esa escena no podremos evitar pensar en lo pelaos de frio que estábamos todos en ese momento.

   Y son esas cosas las que hacen industria cinematográfica en nuestras islas, porque del sufrimiento compartido en aras del arte nace una complicidad que vale mas que cualquier subvención del gobierno.

Toma. Ahí queda eso. Chiquita reflexión.

Seguimos rodando.