lunes, 2 de junio de 2014

Segunda Tanda de Cortos Canarios: Análisis Morfológico

   No tenía pensado acercarme hoy a ver la segunda entrega de cortometrajes, pero acudí a una llamada del compañero Lamberto Guerra que me llamó para que bajara. 
   Aún no sé para qué me llamaste Lambert, pero bueno. 

La vie en rose, de Rafael Navarro Miñón.
   Un trabajo que bucea nuevamente en el estilo experimental presente en la filmografía de este realizador, aunque en esta ocasión supera con creces en calidad a sus anteriores trabajos.
   Bellos planos cuidadosamente fotografiados a base de encuadres perfectamente compuestos que nos hablan de la relación de una pareja de avanzada edad, y de su día cotidiano.
   Si he de ponerle un "pero" es la costumbre  (ya presente en su anterior obra) de intercalar una conversación banal en clave de comedia entre los personajes. 
   A pesar de la aparente naturalidad que esto podría aportar, me resulta de alguna manera algo forzado dentro de la construcción cinematográfica que Miñón elabora.

Estancias en la ciudad de piedra, de Pedro García.
   No debería hablar de este trabajo, ya que yo colaboré puntualmente en su realización, pero bueno. Pulgares arriba en lo que me gusta, y abajo en lo que no. (Eso se llama objetividad. Se escribe con "o", lo digo por si alguien quiere buscarlo en el diccionario).

   Como la obra anterior, esta ciudad de piedra se mueve también dentro de la corriente experimental tan presente en toda la programación de este festival.
   Parte de una interesante idea, consistente en mostrar al espectador antiguas fotos de principio del siglo XX de la ciudad de Las Palmas, y enlazarlas luego con esas mismas localizaciones en la actualidad.
   En este contexto, García empieza mostrándonos la historia de dos transeúntes que se cruzan y a los que la vemos pasar delante de la cámara para luego perderse, devorados por la vorágine de la cuidad.
   El problema que yo le veo a esta obra es la falta absoluta de trama. Esas dos personas no importan en absoluto. De hecho, la narrativa les abandona hasta el punto que. cuando los reencuentra después de una larga sucesión de imágenes anónimas de la ciudad, el espectador ya no se acordaba de ellos.
   Esto acerca este corto mas a la video creación, o video arte, o semi documental, que a lo que entendemos como cortometraje.

   En la misma línea, coqueteando con el video arte, encontramos la propuesta de Cayetana Cuyás y Cris Noda, creadoras de Silver Sands Motel
   Igual que en las anteriores, en esta película hermosamente forografiada y con una genial puesta en escena, sigue sin existir trama. Sigue sin haber historia, planteamiento, nudo, desenlace...
   Un motel americano de las afueras, una chica que es fotografiada mientras muere.
Con una buena canción, podría haber sido un gran videoclip.

   Y por último,  Estoy con Bea, de Coré Ruíz.
Podrá gustarte mas o menos este corto. Podrás incluso abominar de él, pero no se puede negar que ver en la pantalla a gente haciendo cosas, hablando, situaciones, giros dramáticos y todos esos elementos de una cinematografía clásica, es cuanto menos de agradecer en este festival.
  
   Una chica a punto de dar a luz y una amiga super borracha que es la única que puede acercarla al hospital materno, son los elementos que conforman esta tragicomedia negra, que coquetea con los parámetros de la mas elemental road movie, y genialmente interpretada por sus dos actrices principales.
   Hubo cosas que no me gustaron, como el diálogo obsceno entre la embarazada y el conductor del coche que han parado en auto stop. Me resultó humor grueso puesto ahí ex-profeso para arrancar la risa fácil, cuando la trama contenía el suficiente humor inteligente como para recurrir a chistes de tetas y semen.

   Y ahora es el momento del análisis morfológico. De tomar nota.
Este último trabajo arrancó los mayores aplausos por parte del respetable público.
Podemos pensar que el patio de butacas estaba lleno de amigos de Coré Ruíz y que por eso los aplausos fueron tantos. 
   Hombre, a ver, hubieron grititos de júbilo que ciertamente un espectador no vinculado jamás hubiera esgrimido, pero seríamos muy tontos si pensáramos que ese es el único motivo del éxito de esta obra entre el público.

   Tomen nota señores del comité de selección. Planteamiento, nudo, desenlace, trama, evolución dramática, relaciones personales, personajes... personajes haciendo cosas, joder...
   Lo otro, lo experimental, el video arte, está bien. Es interesante. 
Pero no se puede, primero, saturar al espectador con tantas obras experimentales seguidas, porque al final se pierde la perspectiva y el valor intrínseco que alguna de esas obras puede tener queda diluido por el hastío.
   Y en segundo lugar, el cine narrativo, no necesariamente clásico, también existe en Canarias. ¿a qué no lo sabían?
Puede ser mas o menos críptico. Puede ser profundo psicológicamente o una chorradita simpática. Puede seguir una estructura dramática alternativa o una convencional.
Pero, señores del comité de selección, hay una línea divisoria entre la video creación y el cortometraje que ustedes parecen querer obviar, de espaldas al sentir mayoritario del sector. 

Ahí está el aplausómetro para confirmarlo...