domingo, 3 de marzo de 2013

Supernova

  
   Lo que va a pasar es que el Sol se convertirá en supernova, explotará y destruirá La Tierra, y entonces no quedará rastro de nuestros cortos ni nuestras películas.
   Pero ni de las tuyas, ni de las mías, ni de las de Scorsese ni Spielberg. (espero que las de Kubric sobrevivan)

   ¿Y de que nos habrá servido entonces tanto esfuerzo, tanta discusión en la red, tanto ego subidito y tanta mierda?

   Bueno. Podemos ponernos a ahorrar para construir una cápsula en la que mandar al espacio un disco duro con nuestros archivos por si alguien lo encuentra, algún alienígena o algo. Ayudaría saber si los extraterrestres tienen mac o pc, y si su entrada es usb o firewire.

   Nada perdurará mas allá de los límites de nuestra propia existencia. El fin del mundo es el día que te mueres.
   Y me jode, porque sé que se harán grandes películas después de mi muerte y yo me las voy a perder.

   Bueno. A lo mejor mi ateismo es erróneo y sí que existe el cielo y el infierno, aunque, la verdad, sería una putada ahora, después de haber incumplido casi todos los mandamientos.
   Me iría al infierno de cabeza, y Satanás me obligaría a ver "Belanglos" y "El Extraño" para toda la eternidad... por mis pecados, ya saben...

Así que ¿Qué nos quedará después?
El factor humano.
   Los amigos, los compañeros, las experiencias vividas, el aprendizaje como un fin en sí mismo.
   Por eso no creo en la ambición, en la carrera, en un futuro a costa de lo que sea. 
Me quedo con la honestidad y la fidelidad.
   Todo lo demás ya puede estallar junto con el Sol.