miércoles, 9 de noviembre de 2011

"Yo quiero tener un millón de amigos..."

"Y ES LO QUE YO TE DIGO , LOS AMIGOS DE MIS AMIGAS SON MIS AMIGOS" (Objetivo Birmania)



No hace mucho, buceando en la red, vi que le habían hecho una entrevista en no sé que página web canaria a un joven realizador de cortometrajes, subvencionado habitual.
La entrevista versaba, cómo no, sobre lo de los puñeteros recortes de cultura. 
Era una entrevista altisonante en plan "Fulanito de Tal, director de cine, licenciado por la universidad de la casa de la pradera, productor, guionista y bla bla bla". 

No pude evitarlo y le puse un comentario en la página diciendo que este tío en cuestión sólo ha rodado un cortometraje, (no muy bueno por cierto a pesar del pastón que le soltó nuestro gobierno), y que no lleva ni 5 años en el audiovisual canario.
   De hecho, en 2006 aún empezaba con la miniDV en ristre, de lo más amateur, y así sigue hoy en día a pesar de que el dinero del contribuyente confiera un acabado final aceptable a su trabajo.

   Dije que no entendía a que venía entrevistarle. Que es así como se lanzan las carreras, hoy una entrevista aquí, mañana le dan una sección fija de artículos allá, luego le pagas por escribir un libro, después será miembro del jurado de algún festival, luego comités de selección y finalmente, como no podía ser menos, puestito en la administración de cultura. Y ¡Voilá!  por arte de birle y birloque ya tenemos a otro mediocre sin talento comiéndose el pastel en las instituciones.
Ni que decir tiene que me censuraron el comentario. (cuánto daño ha hecho Intereconomía)
¿y qué esperaba con ese comentario? ¿una medalla de la legión francesa?


Realmente no merece perder el tiempo ni hacerse mala sangre con las cosas de ese tipo de gente. El mundo funciona así y nadie, ni una legión de mil caballeros sin espada a lo James Stewart podría cambiarlo. 

Por mí simplemente que les den, que les aproveche, que escalen, que se llenen los bolsillos y que mueran ricos como el marajá de la calle de la piruleta en la casa de la gominola del país feliz. Me importa tres pitos. 
O sea, no me importa tres pitos, sinceramente, pero no puedo evitar el funcionamiento de ese mundo.    

Además, esos puestos se han inventado para gente como ellos. 
Realmente, los antiguos griegos lo inventaron para el buen funcionamiento de la sociedad, y no para especular con él, pero este sistema de mierda lo ha convertido en lo que ahora es.


Sinceramente, que les den morcillas.