miércoles, 31 de enero de 2024

"MI TU CANARIO", reflexiones viscerales.

    



Me gustaría poder decir que mi primera reacción fue la de pensar en la presunción de inocencia, en tener prudencia y leer bien las capturas antes de sacar conclusiones.

Pero no fue así.

Lo primero que pensé fue "Por fin alguien abre la lata desde dentro". También pasó por mi mente un "Jódete cabrón", no te voy a mentir,

Luego temí por la denunciante. Pensé "Este cabrón va a ir a por ella", pero la respuesta social y el apoyo del sector (salvo algun@ que anda desequilibrad@) fue unánime, inmediato y apabullante.

Pero la pregunta clave aquí, bro, es la siguiente: "Pregúntate porqué te odia todo el mundo". Ahí está el quid de la cuestión. Haz un poco de auto crítica objetiva desde fuera hacia dentro.
¿Por qué hay gente que abrió el paquete de pipas o se hizo roscas al microondas y se sentó ante instagram viendo como te daban la del pulpo? ¿Por qué esto se parece cada vez más a Times Square el día que se rindió Japón?

Yo te lo explico. Porque nunca fue tan cierta esa frase de "Vigila a quien pisas al subir, porque te los encontrarás al bajar".

Y si quieres seguir diciendo, en tu delirio narcisista enfermizo, que es porque te tenemos envidias o celos, entonces sí, sí que necesitas esa terapia de la que hablas.
Todos eso "cadáveres" que dejaste por el camino, como tú dices, están vivitos y coleando, y nadie (nadie normal, al menos) envidia a alguien que sube y trepa a base de aprovecharse de los demás, de manipularlos, de lavarles el cerebro, del divide y vencerás. A base de enfrentarnos a uno con otros con tus mentiras, medias verdades, sacando nuestras palabras de contexto y usándolas a tu conveniencia y todas tus demás mierdas de desequilibrado mental.

Porque ese tipo de personas que hablan mal de mi contigo, y mal de ti conmigo, no son personas inofensivas, para nada. Y detrás de eso hay una búsqueda de control muy peligrosa.

Luego tu narcisismo y tu prepotencia, menospreciando a todos tus colegas de profesión. Ese corto que rodaste con aquella actriz que había trabajado conmigo, y que te pasaste todo el rodaje diciéndole . "Esto si es un rodaje de verdad ¿eh? No esas cosas que haces con Dani". Esa necesidad enfermiza, egocéntrica, de quedar por encima de los demás, de tratar de diferenciarte al alza, cuando eras uno más de nosotros , con no más ni menos talento que cualquiera.

O aquella vez que yo iba a rodar un corto en Madrid, y una de las actrices se bajó del proyecto a última hora. 
Buscamos otra actriz y rodamos el corto, y curiosamente, el mismo día que terminamos de rodar nos encontramos a la primera actriz en el starbucks de la Plaza de Los Cubos. Mira que es grande Madrid.
Y la vi a ella hablando con el actor, que después me contó el contenido de la conversación. No había rodado el corto porque tú le habías dicho que no rodara conmigo. 
Y lo más grave. Cuando puse en redes que buscaba una actriz porque la otra se me había caído, tuviste los santos cojones de escribirme para ver si me podías echar una mano y recomendarme a alguien.

O cuando salías de una proyección mía y te acercabas a decirme que te había encantado mi película, pero luego te ibas rodeado de tu grupito de babosos y babosas y me ponías verde.
 Carne de psiquiatra, ya te digo.

Y ya llegamos al tema más grave. La mujeres.
Aquí la cosa se pone sería, porque ya no estamos para alegrarnos. Hablas de tu vida, de tu carrera, de tu familia destrozada, pero no de las vidas que destruiste y marcaste, ni de sus familias.

Hace poco leí que decías que no habías cometido ningún delito. Y puede ser que sea así. 

Pero es que no estamos hablando de un violador a punta de navaja. No.
 Estamos hablando de una secta. De un líder sectario mesiánico que abduce y manipula, que secuestra emocionalmente a sus víctimas. Un auténtico artista a la hora de provocar el síndrome de Estocolmo.

De hecho, durante todos estos años, cuando nos planteábamos llamar a una actriz o técnico para algún cortito o algo siempre decíamos:

-¿Y si llamamos a Fulanita?
-Ni de coña, esa está abducida.
.¿Y a Menganito?
-Que va, ni loco. Ese es otro minions.

Porque cuando las personas están abducidas es muy difícil que vean con claridad.
Tantas amigas a las que avisábamos, les intentábamos abrir los los ojos, lo que estabas haciendo con ellas y con tantas otras, y sus respuestas siempre eran: "Eso lo estás diciendo porque estás celoso de él. Porque él está consiguiendo hacer cosas", y "Esas pibas son unas mentirosas, ellas están mintiendo porque él no les hizo caso, o les negó un papel, o las rechazó sexualmente".
Y acto seguido se alejaban de nosotros y se enemistaban por lo que les habíamos intentado hacer ver.

¿Cómo luchar contra eso? ¿Cómo ayudar a alguien que no se quiere dejar ayudar?

Y claro, el modus operandi era evidente. Oye, he visto tu perfil, y soy director de cine, puede que me cuadres en un papel. Quedamos para hacerte una prueba, para leer el guion, para ensayar... en mi casa.
Jugando con las ilusiones de las actrices. No hay ninguna como tú, tienes algo especial en la mirada, hay magia en tus ojos y la cámara lo sabe ver... bla bla bla...
Y no las culpo. Son víctimas. Mujeres a las que encerrabas en cuevas emocionales... Cueva de mujeres  (mira tú...) 

Pero sí tenemos que buscar responsabilidades, más allá de las evidentes, hay que mirar también a las instituciones. Al Gobierno de Canarias que te daba dinero sin pasar por convocatoria alguna, tal y como los demás sí que teníamos que hacer. ¿Legal? Sí... ¿Honesto, legítimo, agravio comparativo?...

Porque en una tierra como esta, plagada de gente creativa, actrices con talento, la falta de oportunidades y la poca industria que hay, es el caldo de cultivo perfecto para los depredadores. Mientras menos oportunidades hay, más caras te cuestan. Y eso también es culpa de nuestras administraciones, Cabildos, Ayuntamientos y Autonomías.

Y para terminar, porque estaría vomitando hasta mañana, una reflexión en la que quizás los hombres debamos entonar un poco el mea culpa.
Cuando nos reuníamos cuatro o cinco de nosotros, actores, directores etc, a tomar algo, pues a veces salía tu tema.

Visualícenlo.

Cuatro o cinco hombres con cervezas delante, hablando.
-El cabrón, como trata de enfrentarnos, como lo intoxica todo. Como le vende la moto a la gente para trepar. Y a no sé quien le levantó pasta para una película y ni lo puso en los créditos.

Y nos enfadábamos. Nos daba rabia. Pero a continuación sacábamos el tema de las pibas: - Y encima el tío es un salido y un sayoso...
Y ahí nos reíamos: - Sí, jajaja, el tío fue y le dijo a Fulanita que iba a hacer una serie , serie que no existía, sólo para engancharla...
-Y le mandó a Menganita unos mensaje que eran copia y pega de los que le mandó a Fulanita... sí- jajajja- que patético...

¿De qué nos reíamos? ¿Por qué mientras se trataba de abusos laborales o artísticos nos ardía la sangre, pero el tema de las mujeres nos hacía reír?

Quizás debamos hacérnoslo mirar como sociedad.

Bueno. Ahora anuncias que te retiras del cine. Eso que ganamos. Supongo que te presentarás a presidente de la Federación de Futbol, para retomar allí donde lo dejó Rubiales...

Pero no te preocupes. Siempre hay actrices inocentes e ilusionadas que salen nuevas de la escuela de cine. Y todos los días hay mujeres que cumplen 18 años... aunque eso no pareció importarte mucho...




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