lunes, 8 de abril de 2019

Disimula un poco al menos

   
"Si remitimos todos los proyectos que nos llegan, sean audiovisuales o de otra disciplina, y que consideramos importantes y que se ajustan a nuestro plan estratégico, a las convocatorias públicas, la mayoría no se llevarían a cabo. Se dilatarían en el tiempo, debido a los trámites administrativos, que son muy engorrosos, y algunos proyectos necesitan realizarse en un tiempo concreto".

Esta, y no otra, es la sonrojante respuesta del Consejero de Cultura del Cabildo de Gran Canaria ante la polémica suscitada por las ayudas dadas a dedo, sin pasar por convocatoria o concurso público, a determinados proyectos cinematográficos.

También dice que "hay proyectos que necesitan para ser llevados a cabo mucho mas dinero que lo que las bases marca como tope para ser concedido"; mas que esos 10.000 por corto y 30.000 creo (corríjanme si me equivoco), por largo.

Vamos por partes.

Lo primero que llama la atención es que se diga esto en público sin sonrojarse.
Es brutal. Ya no hace falta disimular algo que todos sabíamos.
Que se daba dinero público a dedo, que había determinados nombres que eran "mas nombres" que otros.
Porque ¿Imaginan la escena? ¿cómo se decide cuales sí y cuales no?

Lo que hacemos los pobres es presentar nuestro proyecto y cumplir con todo ese engorroso (según el Consejero) procedimiento, que si resulta engorroso para una productora grande con sus secretarios, ayudantes, departamentos de producción etc etc, imagínense para una pequeña productora formada por un solo tipo que quiere hacer cine.

Si es engorroso, pues simplifícalo, pero simplifícalo para todos. No sólo para quien tu quieres.

Mientras tanto, mientras a los pobres nos entierran en papeleo burocrático, otros simplemente levantan el teléfono (que ya no se levanta, vale, sino que se saca del bolsillo), llaman a sus contactos y se reúnen con el consejero... y "voilá"... dinerito fresco.

Luego lo de que si cumplieran con las convocatorias "la mayoría (de proyectos) no se llevarían a cabo. Se dilatarían en el tiempo, debido a los trámites administrativos"...

¿De verdad hay que hablar de esto?
 Las ayudas del año pasado tardaron meses en concederse, y mas todavía en ingresar el dinero, pudiendo causar perjuicios económicos tributarios a muchas pequeñas productoras. Retrasando rodajes previstos para meses antes, o incluso cancelándose.
Pero estos proyectos parece que no importan, no son estratégicos, porque ese plan estratégico del que hablan es el coladero perfecto para saltarse una norma básica en la administración del dinero público, que es el concurso público. 
"Proyectos que nosotros consideremos importantes"... Ancha es Castilla.

Sin embargo, a otros sí se les exige cumplir al dedillo las normas. Incluso han tenido que devolver parte del dinero recibido por no poder cumplir con pequeñeces y letras pequeñas de las normativas, casi inviables para el pequeño productor. Normas "engorrosas"...
Con estos no hay piedad, pero para los grandes la norma es otra. "Que no se empantanen mis niños en normativas engorrosas"...

   No se inventaron esas normas respecto al concurso público porque sí, sino para evitar que el criterio fuera oscuro y subjetivo.
Así que si nos la saltamos, damos cancha nuevamente al criterio oscuro y subjetivo.
A decir que hay directores o productores de primera categoría y que los demás somos de segunda, y que nos aguantemos con las migajas de 10.000 euros por corto, mientras la parte grande del pastel pertenece a una élite escogida.

Porque esa es otra. 10.000 euros por cortos. A ver que hacen con ellos.
Pero luego hay proyectos que según ellos, "necesitan mas"...

Esto, o es cachondearse de la gente, o es ignorancia total sobre el audiovisual canario.
Porque lo cierto es que todos los proyectos necesitan mas. Que cobramos por debajo de lo justo, o renunciamos a nuestra parte (como hice yo en mi último trabajo) para poder hacer la película.
Que te ves ahí convenciendo a tu equipo para que en vez de cobrar 2.000 que es lo que vale su trabajo, lo hagan por 300 porque no queda otra, porque no hay mas dinero, todo en aras de poder hacer la película. 
Decidir si la hacemos por debajo de su coste real o no la hacemos es nuestro único dilema, el nuestro, pero no el de todos por lo que veo.

De todas formas, joder, esto era algo que ya se sabía. Siempre fue así.
Pero al menos disimula un poco, coño.
Mete todo ese dinero en una convocatoria pública, llama a tus amigos, diles que se presenten y que no se preocupen que lo tienen ganado de antemano.

¿Que los tramites son engorrosos? Así es la vida...

Así, aunque todo seguiría apestando igual, al menos no tendrías que salir a los medios a hacer declaraciones tan sonrojantes.