El blog desde las vísceras de la indigencia cultural por Daniel León Lacave
domingo, 21 de septiembre de 2014
Reflexiones crónicas para después de un estreno
Un buen amigo mío siempre dice que lo realmente bueno de hacer cine es hacerlo, no mostrarlo. Admite que es un contrasentido, y que resulta poco práctico, pero él lo siente así.
Yo coincido levemente con él. Lo verdaderamente apasionante es crear. Todo el proceso creativo que va desde la idea hasta el montaje final, pasando por el guión y el rodaje, es lo que verdaderamente me hace disfrutar, incluso disfrutar del dolor y el sufrimiento. Así de masoquista que es uno a veces, mira...
Pero a mi, a diferencia de él, sí que me gusta mostrar mi trabajo. Proyectarlo en una sala grande, de pantalla grande, ante un público grande... Lo que ya no me gusta tanto es la parafernalia que conlleva un estreno.
Ya saben... estar en la puerta del cine saludando a todo el mundo con "bueno, espero que te guste", palabras de presentación estándares con el micrófono, el no poder ir en pantalones cortos y sandalias (ya saben, los solteros con clase codiciados como yo marcamos tendencia en la moda)... etc etc...
Y luego está la salida del cine. Puf...
Los corrillos hablan de tu película.
El martes pasado, en el Monopol, mucha gente se acercó para felicitarme. Les había encantado. Felicidades.
Otros no me felicitaron por la película, sino por el esfuerzo... a esos me da que no les gustó mucho...
Otros salieron por patas para no tener que cagarse en mis muertos, supongo.
Pero bueno. Todo eso forma parte del tinglado, y hay que aceptarlo así, porque así es como es.
Después, gracias al mundo virtual este en el que vivimos, empiezan a llegarte las críticas, bien por facebook, bien por SMS o e-mail, o en menor medida, unos pocos compañeros que sienten a través de sus blogs la necesidad de exponer sus puntos de vista.
Y es de agradecer, ciertamente.
Después de "Crónicas del desencanto" he recibido críticas y opiniones para todos los gustos. Algunas (muchas) referentes a aspectos técnicos. En estas no voy a detenerme. La peli se hizo como se hizo y no voy a preocuparme ya por eso. Y luego otras muchas de carácter artístico. Voy a tratar de reproducir literalmente algunas de ellas:
-"Creo que falta guión, y el final no me parece un gran final, a la altura de la trama que cuentas"
-"Me encantó que cerraras todas las tramas y el final entre Borja y Penélope me pareció de las secuencias de cierre mas bonitas que he visto desde Casablanca"
-"La música resultaba demasiado melodramática, acentuando un dramatismo que ya era evidente en la imagen"
-"La banda sonora me pareció maravillosa. Algunos de los temas creaban la atmósfera exacta que requería la secuencia"
-"Es curioso como, Lamberto en su monólogo, cuando le está echando la bulla a Fátima, empieza su speech realmente mal, pero luego, a medida que avanza va mejorando hasta acabarlo de forma genial ¿eso está rodado en un plano secuencia?"
-"Es una pena el discurso de Lambert, lo empieza muy muy bien, pero luego va perdiendo fuerza"
-"A mi la cámara en mano me resultó molesta. Me sacaba de lo que estaba viendo, y no me dejaba centrarme en los actores. Me pasé toda la peli pensando : pero estate quieto ya con la cámara, por Dios"
-"Me encantó el uso de la cámara en mano en las escenas de las terapias. Les daba como nerviosismo a las interpretaciones, mostrando la inestabilidad a los personajes"
-"No me gustó nada que metieras una canción en mitad de la historia. Quitando eso, por mi chapó"
-"Se agradece la canción de Ángel. Además la colocaste justo en la mitad de la peli, como un área de descanso para el espectador en medio de tanta intensidad"
En fin, que podría seguir así todo el día, pero lo único que sacaría en claro es que para gustos, colores.
Que la película es una sola y los espectadores (al menos hasta ahora) son mas de 300, y que es estadísticamente imposible contentar a todo el mundo.
¿Conclusión?
Pues ninguna supongo, mas allá de que hagas la película que quieras hacer, como la quieras hacer, y que el único gusto personal que tienes que satisfacer es el tuyo propio y el de las personas que hacen la película contigo.
Que si quieres ponerle música se la pongas, y si no, no. Que si se te apetece meterle una canción en mitad de la peli, lo hagas. Que hagas lo que tú quieras hacer porque es tu película, y eres tú el primero que tienes que disfrutar de ella, sin cortarte un pelo en tu creatividad y tus apetencias artísticas por pensar en lo que van a decir Fulanito o Menganito a la salida del cine.
Sobre todo porque Fulanito es mas de cámara en mano, y Menganito es mas de plano estático. ¿Como van a salir los dos contentos?
Esta es la única verdad.
Y para terminar, voy a hacer una última reflexión al hilo de lo que mi buen amigo y maestro Josep Vilageliu escribió en su crítica de "crónicas del desencanto" en su blog.
Josep termina su post con la siguiente reflexión:
---"... a la espera de que Daniel León Lacave acabe con sus luchas internas y nos ofrezca lo mejor de si mismo"
... Amigo Josep, el día que acabe con mis luchas internas ya nada podré ofrecer en el cine, ya que ese día ya no tendré nada que contar.