jueves, 29 de agosto de 2013

Quid Pro Quo

   
No hace mucho le presté mi casa a un amigo que la necesitaba como localización para completar el rodaje de su largometraje.
   "Gracias, te debo una" me dijo.
   Tuve que sonreir. ¿me debes una? Este amigo me prestó sus luces y su cámara para mi largometraje, y en una ocasión anterior puso su equipo a mi disposición para rodar un cortito de esos rápidos de aquí te pillo aquí te mato.
   
   Así que en todo caso, en el debe y el haber soy yo quien te debe una todavía, compañero.

Y eso me hizo pensar.
   Yo he colaborado con un montón de realizadores, en distintas categorías. He hecho de ayudante de dirección, de cámara, de eléctrico, de sonidista. En mi ordenador se han editado y etalonado trabajos de amigos y enemigos, y jamás me ha dado por valorar todo eso desde el punto de vista del Quid Pro Quo.

   Además sería francamente complicado. "Sí, tú actuaste en mi corto dos días, pero yo he dedicado tres días a tu rodaje" o "Me pusiste una cámara, un micro y un foco, y yo sólo te dejé editar en mi ordenador"...

   Al nivel que nos movemos por estas tierras, sólo el altruismo en simbiosis (desinteresado sí, pero en simbiosis) puede hacer que salquemos nuestros trabajos adelante.
   No hay dinero. Así de simple. No hay dinero para pagar las localizaciones como nos gustaría, o pagar a todo el equipo lo que le correspondería en justa medida, ni para alquilar los equipos en su valor. 
Así que nos queda el trueque. No hay más.

   Ya digo, he colaborado con muchas personas, algunas de las cuáles no han devuelto la colaboración porque no se lo he pedido, y jamás he sentido que esas personas estén en deuda conmigo.

   Si te ayudo, te ayudo porque me pareces una persona honesta. No pienso en lo que puedo sacar en mi propio beneficio, ni siquiera en si me gusta tu guión o no. No. Lo hago por principios.

   Claro que...

   Si voy a tu rodaje y no me das comida ni agua, si cortas al mediodía para que el equipo se vaya a comer a su casa y retomas a las 4, después de la digestión... pues ni Quid Pro Quo ni hostias.
Vete a pulpiar.