martes, 7 de agosto de 2012

Hablando de mujeres

"EL PRIMERO EN COMPARAR A LA MUJER CON UNA FLOR FUE UN POETA, EL SEGUNDO UN IMBÉCIL"
VOLTAIRE

                         Penélope Acín y Mery Rivero en "Ángeles" (2012) Daniel León Lacave

   Mi hermano suele decirme que en mis cortos hago sufrir demasiado a mis personajes femeninos, de lo cuál, según él, se desprende cierta misoginia.

   Simplemente creo, aunque sea ya un comentario muy manido, que el universo de la mujer resulta mas complejo que el del hombre, y por tanto, mucho más interesante desde el punto de vista cinematográfico.

   Yo he intentado en mis trabajos anteriores acercarme a ese universo misterioso que es la psicología femenina.
   "Princesa" (2003), "Hanna después del tiempo" (2004), "Cerca del mar" (2010) son algunos de esos títulos. 
   Y sí, es cierto, se las hago pasar putas, pero créanme que no es por misoginia. Simplemente, sin conflicto no hay película, y la complejidad del universo femenino nos brinda un amplio abanico de posibilidades conflictivas.

   Pero si hay alguno de mis cortos en el que más traté de abordar este tema fue en "Los pechos de Paula" (2009).
   Recuerdo discutir con Emma Álvarez León , una de las actrices protagonistas, acerca del lesbianismo emocional sutil que quería mostrar yo entre los dos personajes femeninos principales.
   Yo quería llenar de matices la trama, matices que enriquecieran a los personajes.
   Bueno, vean el corto y me dicen que opinan.


                      Emma Álvarez León y Zaida Alonso - "Los pechos de Paula" 2009- Daniel León Lacave

   En la reciente filmografía canaria encontramos varios títulos que también tratan de abordar cinematográficamente la psicología femenina: "Cosas que olvidamos" de Iván López, "Ridícula" de Domingo González, "La vida en las manos" de Mercedes Afonso.


                               Naira Gómez- "Cosas que olvidamos" Iván López (2011)

   El rol de la mujer en el cine ha evolucionado paralelamente a la sociedad, como no podía ser menos.
   Desde una Blancanieves, discapacitada para hacer nada que no sea dejarse salvar por los enanitos y ser besada por el príncipe, pasando por las femme fatale a lo Barbara Stanwyck en "Perdición", hasta Thelma, Louise y su oligofrénica huida de los malvados seres masculinos.
   Todos ellos no son más que clichés estereotipados, burdos reflejos de los roles socioculturales asignados a las mujeres a lo largo de la historia tanto por hombres como por mujeres.
   
   A veces, cuando hablo de esto, me viene a la memoria el cine de Kubric. Es curioso porque en su filmografía el rol de la mujer es  siempre secundario.
   Y sin embargo, en su primera y en su última película, asistimos a un interesante análisis de la psicología de la mujer.
   En "El beso del Asesino" de 1955 - (sí, ya sé que Killer´s Kiss no es su primera película, pero como si lo fuera) - el personaje de Gloria (Irene Kane) se me antoja terriblemente cercano al de Alice (Nicole Kidman) en "Eyes wide shut" de 1999.
   Ambas comparten la misma frialdad, un hielo que desarma, ambas mantienen una relación extrañamente distante con el protagonista masculino.




   Sin duda, la escena famosa de Kidman en bragas soltándole su discurso sobre la psicología femenina a un asombrado Cruise constituye todo un tratado sociológico en sí misma

   Pero si hay una película con la que me quedo, la que para mi es sin duda la mejor muestra de psicología femenina de la historia del cine, ésa es "El Tercer Hombre" (1949).


                                                  "El tercer hombre" Carol Reed- 1949
   
   Sí, ya sé que es una peli de cine negro, de trama de suspense, y que habla sobre la amistad, el hacer lo correcto etc etc pero... cuando la veo sólo puedo ver a Alida Valli. Sólo puedo ver a esa mujer que desprecia a Joseph Cotten, el bueno, honesto y honrado Holly Martins, y que sigue enamorada contra viento y marea de un Orson Welles / Harry Lime que vende medicina adulterada a los hospitales infantiles, que no duda en traicionar a la propia Alida / Anna y venderla a los soviéticos (¡a los soviéticos ná menos! yo hago eso y me quedo sin novia seguro) con tal de salvar su pellejo.
   Pero ella, nada, pasa de Joseph y sigue emperrada con Orson.
¿Por qué? Buena pregunta...
   ¿Que se puede hacer ante esto? Pues seguir de largo en el camino del cementerio.